Lo dijo el pasado lunes, al final de la «Celebración de la Palabra» evangélica que hizo para despedir la marcha de mujeres cocaleras que partió de La Asunta hacia a La Paz (foto). Se llama Henry Gutiérrez y es seminarista.
“Como parroquia de La Asunta nos declaramos preocupados (…). El gobierno debe aprender a escuchar, a servir y amar al Estado boliviano. Ya no se respetan los derechos humanos ni la Constitución y sólo se hace favoritismo conforme a él le agrada al oído”, dijo.
Gutiérrez se identificó como hijo nacido en Los Yungas (Irupana), formado y alimentado gracias al esfuerzo de sus padres y la producción de la hoja de coca.
“Como Iglesia estamos en emergencia y de oración. Estamos predispuestos para decir al gobierno que él debe aprender a escuchar, a gobernar con el corazón, y no así con el interés personal, sino con el interés de Bolivia y de cada uno de nosotros”, afirmó.
El lunes pasado, el gobierno informó sobre la muerte del policía Daynor Sandóval en la zona de La Asunta, a causa de una supuesta emboscada articulada por los cocaleros y acusó de este hecho al dirigente de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca), Franklin Gutiérrez.
Los choques entre cocaleros y policías data de hace semanas debido a la erradicación forzosa de cocales, ordenada por el gobierno central y resistida por los pobladores de esa zona.
“Que dios escuche aquello que piden desde su corazón”, dijo a las mujeres cocaleras que marchan hacia a La Paz para exigir al gobierno de Evo Morales respetar sus cocales que, según ellas, está en una zona tradicional y ancestral.
“Como iglesia vamos a seguir orando para que les transforme el corazón (…) para que el diablo no siga haciendo presa a nuestras autoridades, (y sigan) maltratando, violando sus derechos y despojándole de sus bienes”, agregó.
En medio de la homilía, el seminarista Gutiérrez comunicó que la junta de vecinos de La Asunta “creo” redactó una carta en su contra por la defensa que hace de los derechos humanos de los campesinos del lugar.
“A mí no me importa ni me interesa, ni me preocupa. Yo tengo una misión que cumplir con Dios. Como discípulo de Jesús voy a seguir diciendo la verdad y seguiré caminando en defensa de los oprimidos, haciendo respetar la voz del Estado de Bolivia”, puntualizó.
Lamentó que las autoridades actúen como el Faraón, “poniendo” corazón de piedra. “Pero les digo hermanos, el mal se consume por sí mismo, el diablo no va a lograr, Jesús nos dirigirá hacia la libertad”, añadió.
Al final de la «Celebración de la Palabra, bendijo a las mujeres que emprendieron caminata a la sede de gobierno y pidió fortaleza para los dirigentes del sector campesino y cocalero de los Yungas.
“En el nombre del Padre, Hijo, Espíritu Santo, amen. La paz de nuestro Señor Jesucristo les acompañe en este peregrinar. Sabemos que muchas familias en el camino nos están esperando para hacer más numerosa (la marcha) y para decirle que Bolivia dijo NO y que Bolivia va a hacer respetar los derechos”, finalizó.
Rectificación: Por una información imprecisa que nos enviaron desde La Asunta, Yungas, identificamos a Henry Gutiérrez como Sacerdote, él en realidad es Seminarista. Pedimos disculpas a nuestros lectores y a Henry.