France 24
La aspirante presidencial se alistaba para una conferencia de prensa cuando un contingente policial irrumpió en su vivienda. Cristiana Chamorro, la figura de oposición más popular para enfrentar a Daniel Ortega en las elecciones de Nicaragua, cumple más de 24 horas en prisión domiciliar, tras una orden de allanamiento y de detención previa. Sin embargo, su defensa tilda estas acciones de «secuestro».
Los policías, respaldados por una orden de allanamiento girada por la juez Karen Chavarría del juzgado noveno del Distrito Penal de Audiencias de Managua, llegaron con poca cortesía y despojaron de sus móviles a todos en la vivienda ubicada al sur de Managua. Chamorro, su hija y hasta sus trabajadoras del hogar quedaron incomunicadas en cuestión de minutos tras el operativo policial.
«Se llevaron su teléfono y su laptop, así como los de su hija, que está con ella en la casa», dijo Arelia Barba, integrante del equipo de prensa de Chamorro, quien agregó que los policías «cortaron internet. No nos hemos enterado de nada de ellos».
La Justicia de Nicaragua investiga a Chamorro en un presunto caso de lavado de dinero de la Fundación para periodistas que lleva el nombre de su mamá, Violeta Barrios de Chamorro, primera mujer presidenta de Latinoamérica y quien derrotó a Ortega en 1990 para conducir a Nicaragua hacia los procesos de paz y el desarme de La Contra, fracción armada que combatía al Gobierno sandinista de entonces.
Chamorro ha sufrido en las últimas horas la arremetida más feroz registrada contra cualquiera de los más de diez candidatos opositores presidenciales que aspiran sacar del poder a Ortega. Desde el anuncio de sus candidaturas muchos de ellos han permanecido bajo fuerte vigilancia policial, que algunos casos se valen de drones y civiles armados merodeando sus residencias, accediendo a sus comunicaciones e impidiéndoles salir para boicotear su agenda política, según denuncian.
El 11 de enero, Chamorro coqueteó con la idea de participar en las elecciones generales de noviembre próximo, mientras la oposición se debatía qué casilla y método regirían la búsqueda de un candidato único de oposición. La hija de la expresidenta rápidamente lideró las encuestas de popularidad. Algo que incomodó a Ortega y su esposa vicepresidenta Rosario Murillo, quien inició una campaña de insultos públicos, tildándolos de «ungidos», «agachados» o «vende patrias». Chamorro respondió a Murillo pidiéndole que «no le tengan miedo a la voluntad popular».