El pedido se hizo en la red nacional de radios mineras emitido por ERBOL. Esa misma solicitud fue realizada en un encuentro departamental organizado por Radio PIO XII y las federaciones de cooperativas mineras de Potosí el 2018. Otro grupo de mujeres realizó el mismo pedido el año 2020.
Son guardas, barranquilleras, relaveras, palliris. Ellas dicen que levantan 50 o 60 kilos de mineral o rocas de buen tamaño lo que les provoca el descenso de su matríz y las incapacita para trabajar normalmente.
El enorme esfuerzo físico les provoca la hernia de disco en su columna vertebral que también las incapacita para levantar cosas pesadas.
En casos extremos sus jornadas de sol a sol han provocado que algunas enfermen de cáncer de piel.
Las mujeres mineras tienen 40, 50, 60 y 65 años. Gran parte son viudas y muchas madres solteras. La mitad de las mujeres mineras está en situación de vulnerabilidad dice el estudio denominado mujeres mineras en Bolivia.
Trabajan con martillo, pala, pico y combo, ayudadas por manojos de coca y amor por su familia. Se encuentran en Oruro, Potosí, La Paz, Beni y Santa Cruz.
Explotan estaño, oro, minerales complejos y una parte de ellas no aportan al seguro de jubilación.
En el norte Potosí, sus ingresos son de 300 y 500 bolivianos cada dos meses. 25% de ellas no sabe leer ni escribir dice el estudio mencionado.
Problemas estomacales, resfríos y el reumatismo debido al contacto permanente con agua fría son otras enfermedades que les afectan.
En octubre 2020 representantes de la Red Nacional de Mujeres y Minería entregaron el pedido de declarar enfermedades profesionales al descenso de matriz y hernia de disco a las congresistas Silvia Salame, Virginia Velasco, y Cecilia Requena.
No hay respuesta hasta la fecha. La semana anterior en sondeos de opinión de la red nacional de radios mineras volvieron a salir esos pedidos.
RADIO PIO XII
