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El MAS usó la violencia como acción política durante 13 años y 9 meses

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Por: Alfredo J. Zaconeta Torrico

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“La represión del MAS fue constante durante sus casi 14 años de gobierno, pero con su renuncia debía haber cesado, pero no fue así, esa represión a través de la violencia continuó contra el pueblo a través de estos grupos que no son improvisados, sino más bien que fueron adiestrados precisamente para estos escenarios”

La afirmación corresponde a Waldo Albarracín, ex presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, ex Defensor del Pueblo, ex rector de la UMSA y actual miembro del Consejo Nacional de Defensa de la Democracia CONADE.

Albarracín asevera que el Movimiento al Socialismo, en los 14 años de gobierno “uso la violencia como acción política”, esta para acallar a las voces disonantes de políticos, activistas y organizaciones sociales que cuestionaron su modelo de gobierno.

Milicias Armadas

En enero de este año, Evo Morales desde Argentina, aseveró que si vuelve a Bolivia formaría “milicias armadas” como en Venezuela, aludiendo que, al epílogo de su mandato, antes de su renuncia, este perdió el respaldo de policías y militares.

“De acá a poco tiempo, si volvería (…) hay que organizar como Venezuela milicias armadas del pueblo», aseveró Morales.

Ayer viernes a través de un video, la ex ministra de Salud de Argentina, del gobierno de Mauricio Macri, Patricia Bullrich afirmó conocer que Morales retornaría al país este domingo o lunes

“Parlamentarios de nuestro bloque están preguntándole a la Cancillería por la posibilidad de que Evo Morales vaya el domingo o el lunes hacia Bolivia, la condición que le ha dado Argentina es una condición de no intromisión en asuntos políticos” aseveró Bullrich.

Cerco a las ciudades

Las amenazas de Morales tras su renuncia fueron recurrentes. En noviembre del pasado año el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, presentó un audiovisual en el que se ve y escucha al dirigente campesino, Faustino Yucra Yarwui, conversar por teléfono con el expresidente Evo Morales, asilado entonces en México.

En el audio se escucha a Evo Morales instruir: “Hermano que no entre comida a la ciudad (…) Si la Asamblea rechaza mi renuncia, voy a intentar cómo sea meterme, aunque me detengan”


“Se intentó hacer formación militar de movimientos sociales”

En julio de este año, Raúl García Linera, hermano del ex vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, admitió que, durante la gestión de Evo, el Movimiento Al Socialismo (MAS) intentó dar formación militar a movimientos sociales.

“Se intentó hacer formación militar de movimientos sociales. Pero con mucha irresponsabilidad, quienes participaron se sacaron fotos y cayeron denuncias de paramilitarismo, de antidemocráticos y hubo que dar marcha atrás”, aseveró García Linera en una entrevista al portal argentino Venceremos, de propiedad del Partido de los Trabajadores.

El EGTK, los García Linera y el Mallku

Los hermanos Raúl y Álvaro García Linera en 1984 establecieron contacto con el dirigente campesino Felipe Quispe, “El Mallku”, con quien fundaron el Ejército Guerrillero Tupaj Katari (EGTK), tras varios atentados y atracos, en 1992 fueron detenidos y encarcelados sus miembros, ​entre ellos Felipe Quispe, Álvaro García Linera y su hermano Raúl.

Álvaro García Linera (Qhananchiri), fue el administrador del dinero que robaban, el mismo que fue usado para la compra de armas, explosivos, financiar viajes y comprar propiedades que usaba el EGTK. Entre esos atracos se encuentra el perpetrado el 4 de octubre de 1991, a la remesa de la Universidad Mayor de San Simón, donde sustrajeron 1.629.000 dólares.

Tras su detención, el Qhananchiri reconoció que era miembro del EGTK desde su creación en 1984, además, su participación directa en acciones de atracos de dinero con armas de fuego y atentados terroristas con dinamitas, todo financiado con el dinero que robaban.

Según el ex oficial de inteligencia Germán Linares, el EGTK tuvo su inicio en 1984 en el primer congreso indio en La Paz. Ahí, Felipe Quispe Huanca, conocido entonces como el “Tata Marcelo”, ahora llamado “El Mallku” comenzó con la idea.  En versión de Linares el EGTK concretó cerca de 52 atentados terroristas.

El jueves pasado, Felipe Quispe anunció que votará por el binomio del MAS en estas elecciones generales: “En estas elecciones tenemos que votar para nuestros propios hermanos que están como candidatos, el caso de nuestro hermano David Choquehuanca”.

Vila Vila, Yapacani, Sayari y El Alto, puntos de extrema violencia

“El surgimiento de los grupos de choque de violencia que se dieron el pasado año y este, forman parte de sus estrategias que buscan un resultado específico” sostiene Albarracín, aseverando que este mecanismo se lo vio en los últimos 15 años como instrumento del MAS

El 9 de noviembre pasado, más de un centenar de buses que trasladaban a mineros cooperativistas de Potosí y universitarios de Sucre dispuestos a pedir la renuncia de Evo Morales, fueron emboscados por grupos afines al MAS a la altura de Vila Vila, a 80 kilómetros de Oruro.

En la emboscada, los afines al MAS usaron armas de fuego, piedras y dinamita, incluso algunas estudiantes aseveraron que fueron ultrajadas sexualmente.

El principal acusado de este hecho fue el ex gobernador de Oruro Víctor Hugo Vasquez, hoy refugiado en la residencia de la embajada de México en Bolivia.

Yapacaní a 124 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz, en noviembre del pasado 2019 fue escenario de varias jornadas de violencia, con el saldo de una persona muerta, cuando un grupo de afines al MAS pedían el repliegue de policías y militares.

En junio de este año, la violencia retomo a Yapacani, cuando más de 200 personas armadas con palos y provistos de petardos, a bordo de motocicletas quemaron las antenas de telecomunicación tras la sospecha de que se tratarían de dispositivos con tecnología 5G, que, en versión de los movilizados, estaría generando contagios de Covid-19 en este municipio.

En noviembre del pasado año, los investigadores Alberto Rivera – Jaime Medrano, aseveraron que Yapacaní reemplazó a Shinahota como el centro de la droga, recordando que en el 2010 se informó de la presencia de un cartel en San Germán – Yapacani, que exportaba droga a Perú, Brasil, Paraguay y Chile; el 2012, se destruyeron 107 fabricas de cocaína en esta zona; el 2014, 32 fueron halladas y destruidas.

El año 2017 la Fuerza de Lucha Contra el Narcotráfico interceptó un vehículo que transportaba precursores, ante la presencia de los uniformados, el chofer hizo detonar petardos y los pobladores acudieron en su auxilio, una clara muestra de resistencia a la lucha contra el narcotráfico.

La localidad de Sayari, Cochabamba es otro punto de conflicto permanente, donde mineros cooperativistas y comunarios usaron la violencia a través de piedras y dinamitas en reiteradas ocasiones.

En 1 abril de 2014, la policía registro 103 policías heridos en su intento de desbloquear la zona, el mismo día se decomisó 104 unidades de masa de dinamita y dos cajas de fulminante con 200 unidades; el enfrentamiento dejó como saldo fatal 2 mineros cooperativistas muertos. La inspección de la fiscalía encontró varios casquillos de armas de fuego, otra prueba de la violencia en las movilizaciones.

En la última movilización de agosto, Sayari cobró nuevamente vigencia cuando se reportó que, a través del uso de dinamitas, comunarios de la zona hicieron volar las rocas de los cerros aledaños, obstaculizando así el paso de oxigeno a Oruro. En este mismo hecho dos militares y la esposa de uno de ellos fueron brutalmente agredidos por comunarios de Sayari, luego de que un teniente intentó retirar las piedras para despejar el camino.

“Ahora sí, guerra civil” fue la consigna grupos radicales afines al MAS, asentados en El Alto, La Paz, cuando se oficializó la renuncia de Evo Morales en noviembre pasado.

Armados de palos el grupo amenazó con bajar a la ciudad de La Paz e impedir el ascenso del gobierno transitorio de Jeanine Áñez. La llegada de los partidarios de Morales hacía temer un inminente enfrentamiento con el grupo que se movilizó por 21 días denunciando el fraude en las elecciones de octubre de 2019 y exigiendo la renuncia de Evo Morales.

Albarracín sostiene que el accionar político del MAS durante los último 15 años, estuvieron ligados al fraude, violencia e incluso muertes que fueron usadas para sus fines políticos.

“Uno de sus instrumentos es el fraude, el otro de sus métodos políticos para la toma y preservación del poder es la violencia sin ningún escrúpulo en transgredir la norma, incluso generar muertes si esas muertes les genera un rédito político”, aseveró Albarracín.

En la historia de Bolivia la violencia, en sus diferentes manifestaciones, ha sido continua, particularmente en el mes de octubre. Hoy Bolivia se aprestar a acudir este domingo nuevamente a las urnas, en medio de una incertidumbre de lo que vaya a suscitarse el lunes.

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