BBC
Un salmón importado es el principal sospechoso del rebrote de covid-19 que tiene paralizado a Pekín.
Y las repercusiones de la situación ya se están haciendo sentir en Chile, el segundo exportador de salmón del mundo.
Según la cadena pública china CCTV, hasta este miércoles las autoridades del país asiático solamente habían prohibido expresamente las importaciones de salmón desde Europa, el origen del posible pescado contaminado.
Pero todas las ventas de salmón han sufrido, y antes de cualquier prohibición gubernamental numerosos supermercados y restaurantes ya se habían apresurado a retirar el producto.
«Importadores chinos frenan compras de salmón e industria chilena redirige los embarques», es, de hecho, el titular con el que el periódico chileno La Tercera cubre la noticia en su edición digital de este miércoles.
«Pese a que no hay una restricción oficial para la entrada del producto, el temor de los consumidores de ese país ha hecho que, en la práctica, no esté entrando salmón», explica el diario.
La situación ha afectado los precios del producto, aunque los productores chilenos han destacado que China solamente es el quinto mercado del salmón proveniente de este país sudamericano.
Y también se han dicho convencidos de que se logrará demostrar la inocencia del salmón.
«No existe evidencia que sugiera que el SARS-CoV-2 pueda infectar animales acuáticos», aseguró el gerente comercial de la empresa chilena Ventisqueros, Fernando Pérez, en declaraciones recogidas por La Tercera.
«Esto ya se ha transmitido hacia nuestros clientes, por lo que estamos monitoreando las reacciones y cómo podríamos retomar nuestras ventas regulares», agregó.
¿Cómo terminó entonces el salmón vinculado al rebrote de covid-19 que ha arrojado al menos 137 nuevos casos en China desde la semana pasada?
En una tabla de cortar
La respuesta hay que buscarla en el gigantesco mercado de Xinfadi, de donde proviene el 80% de los alimentos que se consumen en Pekín.
La mayoría de los casos que volvieron a hacer sonar las alarmas en China -después de 57 días sin que se registraran nuevas infecciones en la capital- estaban vinculados al mercado.
Y según reportes de medios locales, el virus fue encontrado en las tablas de cortar utilizadas por un vendedor de salmón importado.
Luego Wu Zunyou, el epidemiólogo jefe del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de China, dijo que era posible que el virus llegara desde el exterior junto al pescado.
«En la cadena de frío un virus puede sobrevivir por mucho tiempo, hasta por dos o tres meses», dijo Wu en declaraciones recogidas por CCTV.
«Es una posibilidad. Todavía tenemos que recoger la evidencia que lo demuestre o lo desmienta», agregó.
Así las cosas, los productores chilenos también están haciendo todo lo posible por convencer a las autoridades chinas de que sus salmones son un producto seguro.
Y, para ello, funcionarios de la Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) de Chile invitaron a sus contrapartes chinas a acompañarlas en una «inspección remota» de tres de sus plantas.
Según la directora de Sernapesca, Alicia Gallardo, la inspección tendrá lugar el viernes en la mañana.
Y «teniendo garantías de que nosotros tenemos un control de las medidas de bioseguridad y de inocuidad, probablemente esto debiese parar», le dijo Gallardo al podcast Pauta Bloomberg.
Habrá sin embargo que esperar para ver si esto basta para que el salmón chileno que actualmente van rumbo a China -unos cincuenta contenedores, según la misma funcionaria- no enfrente problemas.
Porque una cosa será convencer a las autoridades chinas y otra a los consumidores, los que en el caso de Pekín ahora también enfrentan nuevas restricciones para tratar de frenar el rebrote de la pandemia.