Pero no se preocupen los compañeros masistas. En la tradición política europea hay muchísimo de báquico o dionisiaco. Ustedes no son los únicos. Casi todas las sandeces y estupideces que se dicen y se hacen en la política moderna vienen ligada a ese mito. Por ejemplo, el nacionalismo y el socialismo. Las dos grandes orgías y fanfarrias báquicas que nacen en la Europa del siglo XIX y en las cuales, fíjense, aún vivimos en la Bolivia del siglo XXI.