Cuando los nueve bolivianos abordaban el bus en Pisiga para viajar a La Paz y ser recibidos como “mártires” por el presidente Evo Morales en Palacio, un grupo de personas gritaba palabras que no estaban en el libreto oficial: “Una vergüenza”; “los chilenos dicen: ¿acaso como militares no conocen su territorio?”; “ellos han ido a sacar plata, no han ido a incautar mercadería”; “Arsenio Choque roba camiones, es chutero, es loro”.
El grupo llamó la atención de los periodistas porque iba a contramano del discurso gubernamental en torno al caso de los nueve, declarados por Morales “mártires de la reivindicación marítima”, un día después que la justicia chilena los condenó por contrabando y robo de un vehículo cargado de mercadería en territorio chileno.
Tras escuchar palabras contra los 9, primero mordidas luego abiertas, los periodistas se acercaron a preguntarles las razones de su enfado.
“Por su culpa nos están molestando los chilenos; dense cuenta, están muy equivocados; hay represalias por culpa de ellos que han entrado (a territorio chileno)”, declaró Maritza Condori, que trabaja con su camión en transporte internacional.
RimayPampa se enteró de este antecedente días después que los 9 bolivianos fueron detenidos por carabineros de Chile el pasado 19 de marzo; pero en ese momento no tenía las fuentes suficientes como para publicar el caso.
“Arsenio Choque Gonzales era chofer de una contrabandista de peso que vive en Oruro; hasta tiene un alias, le dicen “El Sapo”; una vez se salvó de ser linchado porque lo pillaron robando un auto de contrabando; tiene antecedentes”, dijo una fuente periodística en aquella ocasión.
El exdiputado y disidente del MAS, Ever Moya, dijo a El Deber que Arsenio Choque no es funcionario de la Aduana Nacional de Bolivia y nunca ejerció ese trabajo. “Es más, los pobladores de la región aledaña a Pisiga y Sabaya nos hicieron llegar la denuncia de que este señor extorsionaba contrabandistas”, declaró.