Brasil (LAI) e información relativa al proyecto en Bolivia, analizados
por las organizaciones Conectas Direitos Humanos de Brasil, el Centro de
Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) de Bolivia y
Global Witness, con sede en Londres, demuestran que durante su
participación en el proyecto, el banco cometió irregularidades en el
proceso de “evaluación de cumplimiento” (debida diligencia) de la
legislación boliviana, y eludió considerar las numerosas ilegalidades y
violaciones a derechos humanos», señala un boletín de prensa del CEDLA.
- No se realizó la consulta a las comunidades indígenas del TIPNIS, situación que debió obligar al BNDES a cuestionar el proyecto. El Convenio 169 de la OIT, la Ley 1257, la Declaración de las Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas y la Ley 3760 obligan a realizar una consulta previa a los pueblos indígenas “a fin de obtener su consentimiento libre, previo e informado, antes de adoptar e implementar medidas legislativas y administrativas que pudieran afectarles”.
- La Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) no realizó una Evaluación de Impacto Ambiental del proyecto antes de iniciar el proceso de licitación para la construcción de la carretera. Con este hecho se vulneraron las normas de inversión pública de Bolivia que obligan a contar con un estudio Técnico, Económico, Social y Ambiental (TESA) del proyecto para acceder a financiamiento externo e iniciar la etapa de ejecución.
- El proceso de licitación para la construcción de la carretera, tal como detalla la investigación oficial (Auditoria) realizada por la Contraloría General del Estado Plurinacional de Bolivia, fue dado a conocer en junio del 2010 y el BNDES obvió su consideración en el análisis interno realizado.
- Los Estudios de Evaluación de Impacto Ambiental de los tramos 1 y 3 (al norte y sur del TIPNIS), realizados posteriormente a la contratación de la empresa constructora, fueron deficientes e incompletos, no establecieron ni analizaron a profundidad los potenciales impactos negativos futuros que provocaría la construcción de la carretera; tampoco muestran la no implementación de un proceso válido de consulta a las comunidades indígenas. Estos estudios fueron ampliamente cuestionados por la Autoridad Ambiental boliviana en su momento.