“Señor Embajador: (…) En la presente oportunidad, tengo el honor de expresar a Vuestra Excelencia que mi gobierno (…) está llano a entrar formalmente en una negociación directa destinada a buscar la fórmula que pueda hacer posible dar a Bolivia una salida propia y soberana al Océano Pacífico”.
El texto corresponde al quinto párrafo de la nota del ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Horacio Walker Larraín, enviada al embajador boliviano, Alberto Ostria Gutiérrez, el sábado 20 de junio de 1950; y es una de las pruebas que sustenta la teoría de actos o declaraciones unilaterales de un Estado respecto a otro.
La teoría jurídica señalada es la piedra angular de la demanda presentada en 2013 por el Estado boliviano ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) contra el Estado chileno y que a partir de este lunes y hasta el 28 de marzo ingresa en la fase final: alegatos.
El consultor Wálter Guevara Anaya explicó que esa teoría jurídica “reconoce como obligaciones de ineludible cumplimiento a las ofertas unilaterales realizadas mediante declaraciones orales o escritas por las autoridades debidamente reconocidas de un Estado sobre sus relaciones con otro Estado”.
Oferta de 1961
El lunes 10 de julio de 1961, la oferta chilena de 1950 fue ratificada por el embajador de ese país en Bolivia, Manuel Trucco, en un memorándum sorpresivo entregado a la Cancillería boliviana, en el momento en que se iniciaba la crisis entre ambos estados por el desvío del rio Lauca.
“Embajada de Chile, (…) 2.- La nota No. 9 de nuestra Cancillería fechada en Santiago el 20 de junio de 1950 es claro testimonio de esos propósitos (satisfacer las aspiraciones de Bolivia). Mediante ella, Chile manifiesta estar llano a entrar formalmente en una negociación directa destinada a buscar la fórmula que pueda hacer posible dar a Bolivia una salida propia y soberana al Océano Pacífico”.
Bolivia pidió al tribunal de La Haya, a través de su demanda, que Chile cumpla sus ofertas de darle “una salida propia y soberana al Océano Pacífico” a través de “una negociación directa” entre ambos países.
“Esta teoría de actos o declaraciones unilaterales ha sido aplicada por la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ en adelante) a la resolución de importantes causas como la demanda de Australia y Nueva Zelanda contra Francia, planteada ante la promesa incumplida del presidente francés de suspender las pruebas nucleares en el océano Pacífico”, afirmó Guevara, en un artículo publicado este domingo en Página Siete.
También indicó que la primera parte de la fase de alegatos, que comenzará este lunes, girará en torno a una cuestión de puro derecho; en tanto, que la segunda parte, se basará en torno a una variedad de hechos históricos.
Los alegatos posteriores, “en los que Chile apuesta a ganar”, rondarán “en parte sobre cuestiones de lógica”, agrega.
El consultor indicó que, en la parte de los hechos históricos, Bolivia tiene que demostrar qué autoridades chilenas en legítimo uso de sus funciones han hecho repetidas ofertas a Bolivia sobre un asunto que se ha convertido en una obligación precisamente a causa de esas declaraciones o actos unilaterales.
Oferta de 1895
Además de las ofertas firmadas por las autoridades chilenas, Horacio Walker Larraín y Manuel Trucco, Bolivia podrá alegar que el país vecino contrajo el compromiso de dotarle de dotarle de un puerto en el Pacífico en 1895 mediante el Tratado Especial sobre Transferencia de Territorios.
“Si a consecuencia del plebiscito (…) adquiriese la República de Chile dominio y soberanía permanente sobre los territorios de Tacna y Arica, se obliga a transferirlos a la República de Bolivia, en la misma forma y con la misma extensión que los adquiera”, señala el artículo 1 de ese tratado.
“Si la República de Chile no pudiese obtener en el plebiscito, o por arreglos directos, (…) la soberanía definitiva de la zona (…), se compromete a ceder a Bolivia la coleta de Vítor, hasta la quebrada de Camarones u otra análoga”, manifiesta el artículo 3 del documento señalado.
Guevara Anaya alerta que es muy posible que Chile diga que en ninguno de los casos presentados por Bolivia la oferta chilena fracasó por culpa suya, sino debido a desistimientos bolivianos o por la oposición abierta del Perú.
“Incluso si fuera enteramente cierto que las ofertas chilenas no prosperaron por causas ajenas a la voluntad de Chile, ese hecho de por sí no establece que autoridades chilenas legítimamente constituidas no hubieran hecho ofertas unilaterales a Bolivia en el sentido indicado, sino todo lo contrario. Planteado de esta manera, este argumento sale por la tangente y es inválido”, puntualizó.
Oferta después del tratado de 1904
El consultor boliviano explica Chile podría apoyarse en algunos autores que sostienen que la teoría “de actos o declaraciones unilaterales” no se aplica cuando existe un tratado previo que norma dichas relaciones.
Desde 1904, el país vecino alega que el Tratado que firmó ese año con Bolivia dilucidó para siempre todos los temas que quedaron pendientes entre los dos países después de la Guerra del Pacífico.
Sin embargo, Chile ofreció a Bolivia, a través de su ministro Plenipotenciario en La paz, Emilio Bello Codesido, una salida propia al mar el 10 de enero de 1920, es decir, después del tratado de 1904.
“La situación creada por el Tratado de 1904 (…), pero con el compromiso de cimentar sobre sólidas bases la unión futura de los dos países, Chile está dispuesto a procurar que Bolivia adquiera una
salida propia al mar; cediéndole una parte importante de esa zona al norte de Arica y de la línea del ferrocarril que se halla dentro de los territorios sometidos al plebiscito estipulado en el Tratado de Ancón”, señala el acta protocolizada entre Bello y el canciller boliviano, Darío Gutiérrez.
Oferta de Pinochet (1975)
Esta idea fue retomada el 8 de febrero de 1975, cuando los dictadores de Bolivia, Hugo Banzer; y Chile, Augusto Pinochet, suscribieron el Acta de Charaña.
“Ambos mandatarios, con ese espíritu de mutua comprensión y ánimo constructivo, ha resuelto que continúe el diálogo a diversos niveles para buscar fórmulas de solución a los asuntos vitales que ambos países confrontan, como el relativo a la situación de mediterraneidad que afecta a Bolivia, dentro de recíprocas conveniencias y atendiendo a las aspiraciones de los pueblos boliviano y chileno”, manifiesta el punto del acta señalada.
Bolivia comenzará la ronda de alegatos este lunes 19 a las 05:00 y se extenderá hasta las 08.00 hora boliviana. Seguirá el martes 20 de marzo a la misma hora. Chile responderá el jueves 22 y viernes 23 de marzo. Bolivia replicará el jueves 26 de marzo y Chile cerrará la fase de alegatos el miércoles 28.