En el Trópico cochabambino, cuna política del Presidente Evo Morales, están conscientes que hay más de las 7.000 hectáreas que dicen públicamente que hay y que quieren legalizarlas en la nueva ley de la coca propuesta por el gobierno. ¿Cómo camuflan la coca que hay por demás?, preguntó RimayPampa por separado a dos cocaleros y a una cocalera. “En los lotes blancos”, coincidieron.
¿Qué es un lote blanco? “Son los lotes originales que ha sido parcelados, divididos hasta en cinco lotes”, dijo uno de ellos, que obviamente pidió reserva de fuente.
“Es así… cuando el Trópico cochabambino fue colonizado se distribuyeron dos tipos de terreno: unos de 20 hectáreas y otros de 10. Los de 20 han sido dividido en tres, cuatro y hasta en cinco lotes y los de 10 en dos; la nueva parcela es lote blanco y tiene su qatu de coca”, explicó una cocalera, que también hizo jurar al periodista de RimayPampa no revelar su nombre.
Y… ¿están registrados los lotes blancos ante las autoridades del Estado? “No están registrados en la Unidad de Desarrollo Económico Social del Trópico (Udestro), pero sí están registrados en cada sindicato”, explicó otro cocalero que prefirió no identificarse.
Udestro depende del Viceministerio de Coca y del Ministerio de Desarrollo Rural y es la instancia pública encargada de registrar la cantidad de coca plantada en el Trópico Cochabambino. La Unidad de Desarrollo Económico y Social de los Yungas (Udesy) registra las plantaciones de Yungas.
“Los lotes blancos no aparecen en Udestro, pero sí están anotados en los sindicatos en secreto, cada lote blanco aporta y cumple su función social”, coincidieron las personas consultadas.
“Con tu lote blanco te afilias a un sindicato y para empezar te permiten medio qato, que luego se convierte en un qato”, agregó la señora cocalera que tiene su cocal en una parte del Trópico de Cochabamba, más conocido como el Chapare.
44 mil afiliados, 6 federaciones y más de mil sindicatos
En esa región cochabambina hay seis federaciones: Trópico, Carrasco, Mamoré–Bulo Bulo, Chimoré, Centrales Unidas y Yungas Chapare. Y hay más de mil sindicatos; algunos apenas tienen 15 afiliados y otros superan los 200.
Las seis federaciones, presididas por el Presidente del Estado Plurinacional Evo Morales, acogen en sus filas 44 mil afiliados.
Un qato es un lote de 1.600 metros cuadros (40 metros por 40 metros); seis qatos hacen una hectárea.
Según datos recabados, en el trópico cochabambino se cosecha la coca cada tres meses, cuatro veces al año. Un qato puede dar entre cinco a ocho paquetes, cada paquete tiene 50 libras y se comercializa en 1.200 bolivianos.
De otro aspecto que están conscientes en el Trópico es de que el qatu de coca no se lo deben a Evo Morales, sino a Carlos Mesa, quien durante su presidencia aprobó en 2004 un decreto para permitir 3.200 hectáreas en esa zona.
“Pero ya en ese momento otros registraron a sus hijos más”, señalaron los tres cocaleros.
La ONU dice que hay 20.200 h. y EEUU, 35 mil
Las autoridades indican a los medios de comunicación tradicionales que hay 7 mil hectáreas en esa zona del país, pero en realidad hay mucho más.
¿Cuánto más? “No se sabe, se tendría que ver los registros de cada sindicato, pero eso es imposible”, advirtió la señora cocalera.
De acuerdo con el Informe de Monitoreo 2016 de Cultivos de Coca de Naciones Unidas, en Bolivia había hasta el año pasado 20.200 hectáreas. Según el monitoreo de Estados Unidos, hay 35.000 hectáreas.
Naciones Unidas estableció que el 94 por ciento de la coca producida en el Trópico Cochabambino no pasa por el mercado legal, lo que significa que se va al narcotráfico.
Un estudio dice solo 6 mil h, Evo quiere 20 mil
El pasado jueves, miembros de la Comisión de Región Amazónica, Tierra, Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Cámara de Diputados aprobaron el proyecto de ley General de Régimen de la Coca, que fija 13.000 hectáreas en los Yungas y 7.000 en la zona del Chapare.
Apenas se enteraron de la noticia, al menos cinco mil productores de Coca de los Yungas llegaron a La Paz, cercaron la Plaza Murillo, con el fin de evitar la aprobación de este proyecto de ley.
El dirigente de la Asociación Departamental de los Productores de Coca (Adepcoca), Franklin Gutiérrez, cuestionó ese proyecto porque legaliza la coca del Chapare que se va al narcotráfico y pidió asignar a los Yungas más hectáreas de las 13.000 que propone el gobierno de Morales.
Un estudio financiado en 2010 por la Unión Europea estableció que el país solo necesita 6.000 hectáreas para consumo y uso tradicional. La cifra fue ratificada el 5 de noviembre de 2013 por el entonces jefe de bancada del MAS en la Asamblea de Cochabamba y dirigente de los cocaleros del Chapare, Édgar Torres.
Sin embargo, días después el gobierno señaló que el estudio había arrojado como resultados 14.705 hectáreas. Pero el presidente del Estado Plurinacional y de los cocaleros del Trópico, Evo Morales, quiere 20.000 hectáreas en Bolivia; 13 mil en los Yungas y 7 mil en el trópico.
La Ley 1008, todavía vigente, indica solo 12 mil hectáreas legales en la zona tradicional de los yungas y declara coca excedentaria la del Chapare, razón por la cual debía ser erradicada después de una política de transición y desarrollo alternativo. Pero no fue cumplida.
