“Pensar con cabeza propia”

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Comentario de Víctor Hugo Cárdenas en torno al libro “Awqa Pacha

El pasado 27 de abril se ha presentado en la UPEA el
libro “
Awqa Pacha”,
resultado de un trabajo de tesis de José Luis Saavedra, y entre los varios
(seis) comentaristas ha estado el señor Víctor Hugo Cárdenas, de quien se transcribe,
a continuación, su lúcida intervención.


Decir cosas
importantes en poco tiempo es una habilidad muy escasa, lo más común es hablar
mucho y decir poco, y peor todavía hablar en fácil es muy difícil, lo más fácil
es hablar en difícil, mucho más en un contexto universitario.
Siguiendo el buen
consejo de Nico (Sejas), no voy a darles en cucharillas el contenido del libro,
así que ustedes tendrán que sacrificarse en leer el libro y tener una imagen. Pero,
sí algunos elementos que pueden ayudar a comprender el tema que estamos
discutiendo, motivado sobre todo por las diferentes intervenciones que -me
parece- me exigen y me obligan a plantearlos. Por ejemplo, el primer punto,
damos por supuesto que estamos hablando de movimientos indígenas, indios, a
Fernando (Untoja) no le gusta el término, él prefiere hablar de kollas o de
aymaras quechuas, pero en el fondo de qué estamos hablando, y en una universidad
no se puede opinar, hay que definir conceptos, hay que delimitar categorías, y
hay que demostrar de qué estamos hablando. Hay que afinar el instrumento porque
el objeto de estudio es más complicado de lo que nos parece. En la calle, en
los partidos (políticos), en cualquier lugar, pueden decir lo que quieran, pero
la universidad tiene que afinar sus instrumentos para contribuir al debate.
Yo agradezco a José
Luis ser objeto de estudio de una disertación, es un honor. Pero, quiero decir,
humildemente, que yo sólo soy la cabeza visible de un actor colectivo, yo no
hubiese propuesto estas cosas, las ideas que José Luis resumió, si no estaban
ahí discutiendo junto conmigo, durante años, por ejemplo personas como Nico,
Walter, Emilio, como la finada Genara, Clara, en fin muchas personas, muchos
hombres y mujeres, con quienes hemos discutido estos temas, en grupos de
estudio, en eventos políticos, en nuestros cabildos, otros partidos llaman congresos,
nosotros hemos llamado Cabildos, estos documentos se han discutido. Lo que pasa
es que yo los he puesto en la agenda pública, los he debatido, entonces a mí se
me conoce más. Pero, por honestidad intelectual, yo no soy el único autor de
estas ideas, estos conceptos, hay un actor, hay un autor colectivo. Entonces, este
es un dato que quiero destacar, porque el libro centraliza, Víctor Hugo y
Femando, como si fuesen los (únicos) que han trabajado, no, hay una historia
colectiva en todo este proceso.
Ahora, el otro
punto, rápidamente dicho, es que en política, no estamos hablando de religión,
de deporte, en política las ideas, los conceptos, las propuestas, tienen que
ser convertidos en políticas públicas, permítanme hablar de futbol, tu equipo
puede jugar bien, hacer roscos, pero si no metes goles y el otro equipo te ha
metido gol, listo, perdiste, el otro ganó, en política los goles se llaman
políticas públicas. Puedes hablar bonito, pero si no tienes capacidad de
convertir tus ideas, tus sueños, tus propuestas en políticas públicas, no estás
haciendo política, estás haciendo trabajo testimonial, importante, claro;
trabajo cultural, importante, también, pero no es política. Política es poder,
es lo que Nico llamaba incidir en la transformación institucional, social,
cultural de tu país, eso es política. Y tal vez uno de los méritos de los
kataristas ha sido aceptar el desafío, alguien decía “mancharse las manos”,
ensuciarse, y meterse en la política, pero haciendo política.
Hoy día criticar al
gobierno es una maravilla, no te pasa nada, bueno a algunos sí, nos pasa cosas,
pero cuando hemos nacido a la política era terrible, bajo la dictadura del coronel
Banzer, y bajo García Meza peor, te disparaban y después te preguntaban, Luis
Arce nos dijo “anden con su testamento bajo el brazo”. En esas circunstancias
era duro hacer política, y los kataristas ahí nos hemos animado a hacer
política. Desde que entró García Meza hasta que salió yo estuve clandestino,
dentro y fuera del país, porque estaba en la lista para ser liquidado. Durante
Banzer igual, tengo el cuerpo todavía con severos daños físicos porque fuimos
detenidos y torturados. Hoy día eso no pasa, a lo mucho hoy día te aplican
juicios, la metralleta de la dictadura hoy día se llama juicios, te meten
juicios, no te disparan. Entonces, ese es otro dato muy importante, muchos de
los que hoy se llenan la boca con estos problemas, hace años no estaban en
estas trincheras, no los hemos visto, hoy día son los más radicales,
partidarios de la democracia, de los pueblos indígenas, etc., no han movido un
solo pelo.
En ese sentido, hay
que plantearse, y les invito a ustedes, también, a hablar de estos temas, está
bien, discutir todo, es necesario, ser amigos, pelearse, está bien. Pero, hay
que asumir lo que se llama eficacia estatal, eficacia pública, hay que meter
goles, y no metes goles si no entras a la cancha. Y en política, hay que
meterse en política, no en politiquería, esa es otra historia, el MAS por
ejemplo nos prometió descolonizar el país, hoy día la colonización o, lo que
llamamos los kataristas, el ‘colonialismo interno’ se ha modernizado y se ha
consolidado mucho más, con rostro indígena, no con rostro q’ara, ahora, con rostro indígena. ¿No han visto?, la familia del
ministro de justicia (Arce) en uno y otro lugar[1],
la familia del ministro de la presidencia (Martínez), cuatro, cinco hermanos bien
ubicados[2],
¿eso es proceso de cambio? En los anteriores gobiernos un familiar que esté (en
el gobierno) ya armaban escándalo, los del MIR denunciaban al MNR, los del MNR
a ADN, entre ellos se controlaban, hoy día ya no hay eso. Ningún gobierno anterior,
y no estoy salvando a ningún gobierno, ha hecho lo que este gobierno (hace) con
el Fondo Indígena, embarró a toda una generación de líderes campesinos
indígenas, ni García Meza habría hecho eso, ni Banzer, no son santos de mi
devoción, se atrevieron a masacrar indígenas, como lo hizo este gobierno ¡en
Chaparina! Por eso hay que tener mucho cuidado.
El otro aspecto,
rápidamente dicho, no es cierto que el katarismo indianismo tengamos recelos o
tengamos pugnas y menos peleas, hay gente que quiere presentarlo así, sobre
todo gente que recibe plata de afuera, nosotros no, nunca hemos tenido ningún
financiamiento, ni interno, ni externo, por eso ¡podemos decir con toda
valentía lo que pensamos!, no tenemos que rendir cuentas a nadie. Pero, hay
gente a quien le interesa que el katarismo indianismo estemos peleados. Por
ejemplo, para darles nombres concretos, nunca hemos respondido públicamente a los
ataques de Quispe, que fueron duros, nunca, porque no es nuestro enemigo, el
enemigo es otro, ¡es la estructura colonial del país!, que provoca que no sólo
sectores ricos del país, también gente pobre, pero con el cerebro envenenado,
nos critiquen, nunca hemos respondido, porque sabemos cuál es el adversario y a
quién hay que derrotar.
El otro aspecto, hemos
debatido ideas con el indianismo mucho tiempo y seguimos debatiendo y sobre todo
con don Fausto Reinaga, algún día vamos a publicar esos textos; con su hijo,
con Ramiro, hemos discutido, con sus seguidores (también), alguien mencionó, el
MUJA (Movimiento Universitario Julián Apaza), con los del MUJA hemos discutido.
Aquí, en El Alto, en la plaza Túpac Amaru, cada domingo estábamos debatiendo
con la gente, o sea el debate es lo mejor que puede haber. Pero, nunca hemos
visto a los amigos, hermanos indianistas, como nuestros adversarios o nuestros
enemigos, absolutamente.
El origen
mitológico de Katari, es cierto, Katari es el dios del cambio, de la
revolución, de la transformación, por eso en Oruro, en el carnaval, los diablos
tienen aquí una serpiente simbolizada, eso viene del manqha pacha, por qué no lo destacamos, porque no somos un
movimiento ni mitológico, ni cultural, ni religioso, nos fundamentamos en eso,
pero somos un movimiento político, hay que jugar con las mismas armas, y en
política –creo que- ese desafío lo hemos asumido.
Los indianistas son
hermanos y amigos nuestros, los hemos visto también perseguidos, golpeados,
torturados, como nosotros. Nos hubiese gustado luchar juntos en la construcción
de la CSUTCB, en cuyo congreso fundacional, lo anota muy bien José Luis, yo he
presidido ese congreso, yo tuve el honor de recibir el juramento de posesión al
primer Secretario Ejecutivo, Jenaro Flores (de La Paz) por los aymaras, Juvenal
Castro (de Cochabamba) por los quechuas, y por los guaraní Guido Chumiray (de
Santa Cruz), yo les tomé el juramento en el cine Ebro, hoy día ya no hay ese
cine, (estaba) cerca al Musef, entre la Ingavi y la Comercio, ahí se realizó
ese congreso, en épocas duras. Ahí nos hubiese gustado compartir con los amigos,
hermanos indianistas; nos hubiese gustado estar junto a la COB y sus
trabajadores y distintas organizaciones luchando contra la dictadura, porque en
las épocas duras, se conoce quién es quién. Los kataristas, tal vez ha sido uno
de nuestros méritos, hemos puesto en riesgo todo y por nuestras ideas hemos
puesto el pecho, y en política no puedes sólo hablar, tienes que hacerlo; no
puedes sólo predicar valentía, también tienes que asumirlo.
Ahora, ¿que eso te
pone en riesgo?, es cierto, por haber criticado, por haber sido uno de los
primeros en haber criticado la Constitución actual, no ahorita, el 2007,
¿recuerdan?, casi queman a mi familia viva, aquí está mi esposa, casi la queman
viva, en mi casa de mi comunidad, en Sanqajahuira. Y el tiempo me da la razón,
la madre del problema, y este gobierno se va a hundir porque se ha aprobado una
Constitución equivocada, yo lo advertí y los que me han visto, diciembre de
2005, la noche de la elección, en ATB, estaba con Carlos Toranzo, saben que advertí
los riesgos que corría el MAS. Claro, ahorita, ser opositor es una maravilla,
quién no es opositor, hasta los propios (militantes) del MAS ya se oponen,
pero, claro, y ¿en épocas duras?
Y eso quiero
rescatar la palabra, el concepto, que trabaja José Luis, el rol del intelectual.
Gramsci habla del intelectual orgánico, que José Luis también lo menciona. Pero,
en nuestro contexto el intelectual tiene que ser alguien que esté como el jilaqata, es parte del grupo, pero está
un pasito más adelante, pero no se separa del grupo, ese es el jilaqata. Y el intelectual nuestro tiene
que ser eso, tiene que tener toda la valentía para no decir siempre sí, a veces
hay que decir también no, y mucho más como gobernante, cuando un gobernante va
donde el sopla el viento no es gobernante, esas son las variedades del
populismo que hay, y los kataristas hemos demostrado que cuando hay que asumir
decisiones hay que tener la valentía para hacerlo y también la responsabilidad
para pagar la factura si cometes errores.
En ese sentido,
diría, añadiendo a las conclusiones que hace José Luis, de que el katarismo es
parte, es producto, lo dijo también Nico, de un proceso histórico. Nosotros no
somos los iniciadores de un proceso histórico, simplemente nos hemos subido a
un proceso que hace años ya fue iniciado, que es ¡la lucha anticolonial de
nuestros pueblos! originarios, indígenas, campesinos, oprimidos, explotados,
etc., somos un pequeño eslabón, nada más, ese proceso lo hemos asumido y lo
hemos continuado, en las condiciones actuales, ciertamente, ese es nuestro
mérito, y ustedes me parece que están desafiados también a ser parte de ese
proceso.
¡Si quieres hacer
política en Bolivia no puedes hacer política sin referirte a la naturaleza
colonial de la sociedad y el Estado boliviano!, es ineludible. Ahora todos los
partidos lo reconocen, pero ningún partido hasta hora lo está formulando como
programa de gobierno, como un proyecto político, ¡ninguno!, ni siquiera en el
discurso, ningún dirigente opositor tiene ni siquiera un pedacito de elementos
y propuestas de descolonización o lucha anticolonial. Nosotros hemos puesto
nuestra parte, ahora hay que asumirlo eso, y ese es un desafío muy importante.
En ese sentido el
libro de José Luis me parece que es un desafío abierto a todos nosotros. Hablar
de descolonización, de lucha anticolonial, no fuimos los primeros, pero hemos
puesto mucho énfasis y en un contexto de dura disputa con los grupos de
izquierda. Emilio (Tancara) decía muy bien, en la universidad todo era rojo, y
un grupo de locos ahí hablando de Tupak Katari, de Bartolina Sisa, de Pedro
Ignacio Muyba, de Apiyawki Tumpa, todos nuestros héroes, hablando en aymara, en
quechua, en guaraní, eran épocas duras.
El colonialismo
interno, subrayo lo que es su concepción, en un evento, en México, me encontré
con Pablo Gonzales Casanova y Héctor Díaz Polanco y en la charla salió (se
comentó) y Gonzales Casanova dijo “qué interesante que, en distintos contextos,
llegábamos al mismo resultado, hemos construido el mismo concepto”, uno es
joven, siempre es más paradorcito ¿no?, le dije “señor Gonzáles Casanova no, el
contenido nuestro para colonialismo interno es otro, es este”, y se quedó un
poco sorprendido, porque en México Gonzales Casanova es dios, nadie le puede
contradecir. Entonces, ahí un bolivianito aymara que va y en un evento público
que le contradiga era mucho atrevimiento, pero hay que ser atrevido en estas
cosas.
Yo fui delegado de
la CSUTCB, encabezado por Jenaro Flores, ante la COB, para que vean ejemplos de
atrevimiento. Lechín tardó más de dos horas en llegar a la reunión, nos hizo
esperar, y cuando llegó nos dice “bueno, hijos,
comenzaremos la reunión”, yo me paré y le dije “compañero lechín, encima de
llegar tarde, nos trata de ‘hijos’ como nuestros anteriores patrones, le
exigimos que se disculpe e iniciamos la reunión”, me mira, baja su cigarrillo y
me dice “y tú, chico, quién eres”, “soy
parte de la CSUTCB, discúlpese e iniciamos la reunión”, “ya, comencemos la
reunión”, “discúlpese o nos vamos, nos salimos”, y era interesante ver la cara de
Jenaro Flores y los demás dirigentes “nos salimos o nos quedamos”, y al final
dijimos “nos salimos”, nos hemos salido.
Otro, de Jenaro
Flores, un dirigente obrero en la COB, le dice “Jenarito, anda cómprate
cigarrillitos de la esquina”, porque los dirigentes campesinos en la COB eran
los que compraban cigarrillos, refresquitos, ojo, ¡izquierda colonial!,
¡revolucionarios colonialistas!, Jenaro Flores le dice “compañero (no les digo
el nombre porque vive todavía), con todo gusto se le compro cigarrillos, pero
antes usted ¡lústreme los calzados!”.
La descolonización
no sólo son discursos grandes, también son gestos pequeños, actitudes vitales,
en lo pequeño, en la casa, en el trabajo, en tu conciencia, en tu lenguaje, en
tu mirada, se construye la descolonización. Es pensar con cabeza propia sí,
pero también son gestos, son actitudes, son compromisos.
La democracia
intercultural lo hemos creado, pero no con un concepto como ahora se entiende
democracia comunitaria o democracia liberal. Un error en la política boliviana
-ustedes son jóvenes, conviene que lo sepan- es haber unido, asociado e identificado
marxismo con socialismo, antes había varios socialismos, uno de ellos era el
marxismo, pero los marxistas empaquetaron bien su socialismo y lo llamaron
socialismo científico, como si los otros socialismos no sirvieran, y por eso se
ha asociado marxismo con socialismo, grave error. Ahorita podemos cometer el
mismo error, asociando democracia con liberalismo. Una de las formas
democráticas es la democracia liberal, antes de que llegue el primer europeo
aquí, a este continente Abya Yala, había principios, formas y procedimientos
democráticos, la antropología está estudiando y está demostrando que varios
pueblos indígenas tenían principios, criterios, procedimientos y prácticas
democráticas, la democracia es algo más amplio, llamemos democracia indígena,
democracia aymara, democracia quechua, las virtudes de estas diferentes
democracias, junto a las virtudes de la democracia liberal, esa síntesis
creativa se llama democracia intercultural. Es el sentido que los kataristas
hemos dado. El gobierno actual y sus intelectuales lo han puesto en la
Constitución no con ese sentido sino como la mera yuxtaposición de tres
democracias, la democracia representativa, la democracia participativa, y la
democracia comunitaria, yuxtaposición, y eso no es dialéctico. Para utilizar
(teorías), ustedes son de sociología, es acoplar el funcionalismo de Talcott
Parsons, o sea no capta el movimiento, nuestra propuesta percibe la tendencia.
La utopía en
nuestro país es construir un modelo democrático que asimile lo mejorcito de la
democracia liberal, pero también lo mejorcito de la democracia aymara,
democracia guaraní, democracia mojeña, etc., porque también el liberalismo
tiene aspectos negativos, como también la democracia (andina) tiene aspectos
negativos, fíjense la actual CSUTCB, o las bartolinas, claro, lindo decir chachawarmi, pero en la práctica es chacha grande y warmi chiquitito, pregunten a las bartolinas, se quejan de eso; es lindo,
de boca para afuera, llenarse con chachawarmi,
pero en la práctica eso no funciona. En cambio, el liberalismo en eso avanzó,
el hombre vale tanto como una mujer, pero basado en el individuo, y hoy día hay
teóricos liberales, les doy un nombre nada más, Will Kymlicka, siendo liberal
ya te habla de ciudadanía individual y ciudadanía colectiva, derechos
individuales y derechos colectivos, puedes dialogar con esos autores y expertos
liberales.
Esa ha sido tal vez
la habilidad de los kataristas, no acomplejarnos, discutir con los mejores, si
quieres jugar buen futbol codéate con los mejores, si jugamos entre nosotros no
más, vamos a seguir en lo mismo, igualmente en política, hay que codearse con
los mejores. Y ahora que hay internet, en nuestra época era todavía escaso eso,
ya no tienes pretexto para no codearte con los mejores del mundo, y en una
universidad tienes que mirar no sólo el país, sino también el mundo. Hay que
asumir lo bueno de la globalización o como algunos autores (como Roland
Robertson) llaman la glocalización, profundizar lo nuestro, pero abriéndonos al
mundo.
Y como hay que
meter goles en política, conviene -muchos jóvenes- que sepan, podemos (los
indígenas) decir que en ningún momento, dentro o fuera del país, hemos hecho
quedar mal al país y menos a los pueblos indígenas, nunca hemos cometido un
acto que ridiculice al país y que el mundo se ría de Bolivia. Muchos
gobernantes, incluidos los actuales, han provocado la ridiculez internacional, tanto
que ya hay el segundo o tercer libro de las Evadas,
no pues, eso no puede ser, no por ser indígena vamos a decir o hacer cualquier
cosa, justamente por ser indígena hay que demostrar que tenemos la misma
capacidad, incluso mejor que la elite tradicional para dirigir nuestro país. El
desafío de los indígenas es doble, si el profesor te da dos libros -para leer-
lee cuatro, así se lucha, intelectualmente, en una sociedad colonial. Y hay que
aprender de los países colonizados, de cualquier corriente, es más dura la
condición para esa lucha, ahora se llenan la boca de “indígenas al poder”.
Aquí está Nico,
José Luis, Emilio, todos saben si yo me siento orgulloso o me avergüenzo de lo
indígena que soy, en cualquier lugar del mundo mi primera identidad soy
indígena aymara, soy indio aymara, de padre y madre aymara, y mi mujer es de
pollera, o sea aymara de pies a cabeza. Y hablo, practico, he sido profesor de
aymara en la UMSA casi 20 años, y también profesor de castellano y preocupado
siempre por lo político. 
   
Claro, puedes
hablar lindo de los pueblos indígenas, lindo, pero si no aplicas en tu vida
diaria de ciudadano, de gobernante, esos principios, eso es pura lata. Esa
coherencia hemos tratado de buscar los kataristas, por eso nos podemos dar el
lujo de decir seguimos en la pelea, y no tenemos parientes en el gobierno.
No puedo concluir
mis palabras diciendo algo duro pero que -con beneficio de inventario- el
tiempo lo va a ratificar, es obligación de un intelectual, metido en política,
soy universitario como estudiante y como docente, y es mi responsabilidad
decirlo. El MNR de los años 50 y años 60, ha institucionalizado y ha
perfeccionado la política indigenista en Bolivia, después del congreso de
Pátzcuaro, en Michoacán, en 1940, los gobiernos de América latina se reunieron
ahí y dijeron “qué hacemos con los indios, hay que enseñarles castellano,
higiene, hay que incorporarlos a la sociedad nacional”. Ahí nació el
indigenismo, qué es el indigenismo, son políticas del Estado hacia los
indígenas para borrar su identidad y convertirlos en mestizos y en ciudadanos
de la república oficial, eso es indigenismo, Franz Tamayo indigenista, en el
Perú José Carlos Mariátegui indigenista.
Evo morales es el
mayor exponente de una política indigenista, ningún gobierno embarró a toda una
generación de dirigentes como lo ha hecho este gobierno, menciónenme una sola
política pública en beneficio de pueblos indígenas, una no más, no van a encontrar
nada. Se sube (al poder) bajo simbología, discurso, ropaje indígenas, y no se
hace una sola política en favor de pueblos indígenas; dirán la Declaración de
los derechos de los pueblos indígenas, lo han convertido en ley, de acuerdo, pero
sólo queda en el papel. ¿Constitución?, también en el papel. ¿Cómo  trampean para que se quede sólo en el papel?,
el gobierno no ha creado una sola institución para ejecutar lo que está en la
Constitución, no pone la plata, de tal forma que todo se queda en el papel.
Ecuador y Bolivia tienen las dos mejores Constituciones, avanzadas, hay que
reconocerlo, sólo que en Bolivia no se cumple nada de la Constitución, esa es
una forma de desilusión, pero sobre todo es una forma de modernizar el dominio
colonial, las condiciones y los mecanismos de un sistema colonial interno.
El colonialismo
interno hoy se ha consolidado, pero bajo ropaje indígena, bajo un gobernante
supuestamente indígena. Yo no quiero hablar de otros detallitos, pero ¿qué tipo
de indígena es (el presidente) que no habla lengua indígena?, cómo es que en 11
años no va a aprender lengua indígena, uno de mis alumnos, ex alumnos, ha sido
su profesor, y me dijo “nunca he tenido un alumno tan indisciplinado”, las
lenguas requieren disciplina. Cómo no vamos a escuchar un discurso, siquiera de
un minuto, en aymara o en quechua, cuando va a zonas aymaras le dicen “usted es
de Orinoca, hermano,  háblenos en
aymara”, “no –dice- es que me he ido muy niño al Chapare y ahí hablan quechua”,
y en zonas quechuas le dicen “háblenos en quechua”, como le han dicho en Quito,
la CONAIE le dijo, “no, es que yo soy de Orinoca, yo hablo aymara, no, quechua
no puedo”, y en el periódico El Universal,
de Quito, le sacaron (publicaron) en primera plana, “presidente indígena de
Bolivia no pudo discursar en lengua indígena”.
No quiero entrar en
esos detalles, lo que sí en sentido político es una paradoja histórica,
gobierno indígena incapaz de desarrollar políticas indígenas y sobre todo
agredir y violentar a los pueblos indígenas. Hoy los indígenas estamos mal
vistos, una de las grandes herencias del MAS va a ser, “¿indígena?, no sabes lo
que dices, torpe, agresivo”, y además gente que vino, marchas de El Alto,
bajaba a la ciudad, a la gente que tenía lentes, que tenía corbata, les
arrebataron, recuerden ustedes en anteriores años, eso ha quedado, y piensan
que todos los indígenas somos así. Por eso a mí me dicen, “ah, ¿tú eres
indígena?, “sí”, “ah, pero, tú hablas bien el castellano, te he escuchado
hablar en inglés, el otro día, en una entrevista, hablaste en portugués, ¡no
eres indígena!”, porque claro, la imagen de indígena qué, es torpe, inepto, analfabeto,
etc.
Nuestra generación
tenemos, bueno, en esto estoy exagerando, ustedes tienen  la obligación de dignificar lo indígena,
nosotros hemos hecho, hemos contribuido con luces, con sombras, lo mejor que
hemos podido (hacer), ustedes háganlo mejor, es posible, yo he sido opositor, y
he sido gobierno, he sido estudiante y profesor, he trabajado dentro del país y
afuera, dentro de las instituciones bolivianas y también en el exterior. Si nos
dan la ocasión y tomamos con seriedad, los bolivianos somos capaces de hacer
maravillas, podemos, lo que falta es decisión. Ahora eso tiene riesgos, pero hay
que asumir riesgos, si te equivocas, no importa, sólo el que no hace nada no se
equivoca, el que hace algo acierta y se equivoca.
Yo termino estas
palabras agradeciendo a ustedes la paciencia que han tenido. Por favor lean el
libro de José Luis, es el mejor pago que un autor de libros tiene, cuando le
leen. Pero, sobre todo los datos que tienen, la información que tienen ahí, la
metodología se puede discutir, las conclusiones también. Pero, lo que sí no
tienen que dejar ustedes es no sólo leerlo sino asumir eso como un desafío, si
eso Víctor Hugo y Fernando han hecho, ¿ustedes qué más pueden hacer? Este es un
proceso, nadie puede decir “yo he sido el primero”, solamente los ingenuos en
política dicen “por primera vez yo…”, no es así, son procesos, y la política es
como un edificio que se construye ladrillo sobre ladrillo.
En ese sentido la
responsabilidad, sobre todo la humildad, es bien importante. ¡Hay que cambiar
la estructura colonial del país! y eso qué quiere decir, poner en alto la ley,
la norma, el respeto, el nombramiento de los más capaces. Entonces, la
responsabilidad recae en ustedes, en la cátedra, en el trabajo, en la casa, hay
que pensar con cabeza propia. El primer paso de la descolonización es pensar
con cabeza propia. Y eso es lo que hemos tratado de hacer en nuestra vida,
aunque en mi caso ha servido para convertirme en canoso, pero no importa, en
ustedes no.
Entonces, yo les
felicito el interés que han tenido, a José Luis este esfuerzo, otro libro más
en su arsenal de publicaciones, y sobre todo a los comentaristas no sólo las
palabras de apoyo, sino sobre todo y me he anotado las críticas, porque un
personaje público no sólo tiene que escuchar aplausos sino también escuchar las
críticas. La vida política, la vida intelectual, es el reino de las críticas,
así se avanza, las alabanzas y las flores no ayudan a avanzar, lo que sí ayuda a
avanzar son las objeciones, las críticas y los cuestionamientos.

Les agradezco mucho, ha sido enormemente útil, y ¡éxitos!!

[1] Cfr., por ejemplo, “La hermana del Ministro Arce Zaconeta trabaja en
YPFB y su ex cuñado es Director del Segip” (Rimaypampa,
25 abril 2017).
[2] Cfr. “Familiares del ministro René Martínez trabajan en el Estado” (El Deber, 26 abril 2017) y “Denuncian
que cuatro hermanos del Ministro de la Presidencia trabajan en el Estado” (Correo del Sur,
26 abril 2017).

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