Indígenas de la Chiquitania, organizados en la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas (CONTIOCAP), la Mancomunidad de Comunidades Indígenas Ríos Beni Tuichi y Quiquibey, la Coordinadora de Defensa de la Amazonia (CODA), la Resistencia Tucabaca-Roboré, se declararon en estado de emergencia, por los incendios que se registran en las Reservas de vida silvestre Tucabaca en la Chiquitania, mismos que se van extendiendo a la amazonia boliviana.
En su comunicado denuncian “que en los últimos dos días de manera exponencial se están produciendo incendios en la Reserva de Vida Silvestre Tucabaca, en Roboré y en la región Amazónica, donde se encuentran las Áreas Protegidas, Ibare – Mamoré.
En el mismo documento recuerdan que “estos desastres son productos de acciones amparadas por normas incendiarias de la política económica y las alianzas entre el Gobierno central y el agronegocio nacional y transnacional”, acotando que “las sanciones según el art. 6 de la Ley 337, no son proporcionales al desastre que ocasionan que van de 39 – 235 UFV, aplicables a comunidades, pequeña, mediana y grandes empresas, constituyéndose en impulsores directos de los desmontes por la impunidad que representan”.
Las organizaciones exigen a las autoridades cumplir su rol y resguardar las Áreas Protegidas y que los gobiernos departamentales y municipales tomen las medidas para evitar que estos incendios alcancen las dimensiones de los incendios registrados en la Chuiquitania el 2019.
El pronunciamiento concluye, convocando a los organismos internacionales en Derechos Humanos a “vigilar que estos incendios no sigan contribuyendo al empobrecimiento de nuestros pueblos y observar que Bolivia es un país que va contra la ruta de reducción de emisiones de CO2”.