La Organización Internacional del Trabajo (OIT) a través de su director para países andinos, Ítalo Cardona, alertó que poco más de la mitad de la población indígena en la región habita en zonas urbanas, que salió de sus tierras como resultado de desplazamientos forzados a causa de conflictos internos, por el impacto del cambio climático y en busca de mejores condiciones socioeconómicas.
“A pesar del progreso logrado en las últimas tres décadas, los pueblos indígenas continúan siendo afectados de manera desproporcionada por la marginación y la exclusión”, afirmó Cardona a vísperas de la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
En Bolivia, varias organizaciones indígena, originario campesinas han denunciado que, resultado de la profundización de un modelo extractivista, los avasallamientos en sus territorios son cada vez más frecuentes por parte de grupos afines al Gobierno como los autodenominados “interculturales”, cooperativistas auríferos, cocaleros y otros que cuentan con el aval del partido oficialista. Según los últimos datos de la OIT, en América Latina y el Caribe viven más de 54 millones de personas indígenas, lo cual representa el 8,5 % de la población regional y supera en número la población total de países tan grandes como Argentina, Perú o Colombia. Sin embargo, constituyen casi el 30% de las personas en situación de pobreza extrema, según datos relativos a nueve países.
Cardona señaló que ya pasaron 33 años desde la adopción del Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales, norma internacional que ha sido la principal guía de gobiernos, organizaciones de trabajadores, empleadores y pueblos indígenas para avanzar en la construcción de condiciones que garanticen la justicia social, sin dejar a nadie atrás.
Destacó que el Convenio 169 —único tratado legalmente vinculante sobre la materia— ha inspirado el desarrollo constitucional y legislativo y la creación de instituciones que velen por los derechos de estos pueblos en los países de América Latina.
EFE
