Andrés Gómez Vela
Eres la envidia de los maniquíes,
pero dices que no quieres miradas
menos frases esmeradas
cuando pasas por allá o por aquí
Ayer vestías un jean ajustado
y censurabas las miradas
en todas las paradas
por no ser objeto deseado
Hoy luces una blusa escotada
dejas al sol acariciar tus senos turgentes
pero te quejas de los ojos de las «gentes»
dices, prohíbes, pero no evitas ser deseada
Mañana irá tu elegancia a la oficina
erupcionarás hasta almas dormidas
hasta dejarlas adormecidas
querrás vetar ojos como en la piscina
Te quejas de las miradas
que te dan existencia
por ciencia y consciencia
no serías nada sin ellas
Si no quieres ser mirada,
¿por qué luces cada día tu naturaleza?
¿para invisibilizar tu belleza?
Prohibes lo que quieres: ser ad-mirada