Miriam Vargas no para de sollozar cuando cuenta la tragedia que vive su familia y ella. “No se van de mi casa (08.00 de hoy), ya renuncié, ¿qué más quieren?”, me dijo hoy la asambleísta departamental de Potosí y pidió auxilio a las autoridades para que salven a su familia, rodeada en este momento en su casa de Macha, Potosí, por 80 personas.
Doña Miriam, ¿quiénes quemaron su casa?
“Son masistas, yo también soy masista”, respondió.
¿Quiénes encabezaron o indujeron a la quema de la casa?
“Tomas Coria, Ever Rojas, José Cruz, Sabino Lakja, Claudio Taquichiri, Celestino Calle Ojeda e Israel Huaytari”, afirmó.
¿Por qué cometieron ese delito contra su persona?
“Porque creyeron que yo no iba a apoyar la ratificación de Omar Véliz Ramos como gobernador de Potosí”.
El mandato de Veliz concluyó el pasado 31 de mayo. Para seguir en funciones, tenía que ser ratificado por la Asamblea Departamental de Potosí.
Miriam Vargas relató que desde hace días recibió amenazas contra su persona y su familia por la “rosca” de dirigentes del municipio de Macha, provincia Chayanta, Potosí.
En un primer momento, los integrantes de esa “rosca” hicieron correr el rumor de que ella estaba en contra de Veliz. Luego, pidieron su renuncia.
Temerosa, Vargas anunció su voto por Veliz. Es más, para despejar cualquier sospecha ella se comprometió a escribir las iniciales de su nombre y apellido, en la parte posterior de su voto, si el sufragio en la Asamblea iba a ser secreto. El voto fue oral y nominal este miércoles 10 de junio y ella levantó la mano en apoyo a Veliz. Terminó la sesión, pero no terminaron las amenazas contra su persona.
“Cuando salí de la sesión, alguna gente me dijo que iban a quemar mi casa. Entonces, yo llamé al gobernador (Veliz) para decirle que voté por él y que por favor interceda”, declaró.
No conformes, ese grupo de masistas pidió la renuncia de Vargas a su curul. Para resguardar la seguridad de su familia, ella redactó su renuncia el mismo miércoles 10 y lo presentó ayer, jueves, feriado de corpus Christi.
“Ellos dijeron que mi renuncia tiene que ser tratada en la Asamblea Legislativa Departamental. Pero ayer no podían tratar mi renuncia porque era feriado y en la noche, a eso de las 20:00 horas, se dirigieron a mi casa para quemarla”, contó sollozando.
Vargas dijo que teme por su familia que desde anoche mantiene rodeada su vivienda. Ese grupo, de alrededor de 80 personas, tira piedras y amenaza “con matar” a su papá, a su mamá, a sus tres hijos, a sus dos hermanos, a sus sobrinos y cuñados.
“Pido garantías para mi familia. Nadie hace nada, nadie dice nada. Quiero que me ayuden, quiero que ayuden a mi familia por favor”, clamó.
Miriam volvió a sollozar al hablar de su familia. En su voz se siente su desesperación e impotencia.
“Tenía 20 mil dólares en mi casa. No sé si se lo robaron o quemaron. Bueno, lo material se recupera, pero en este momento me preocupa mi familia”, agregó y volvió a pedir auxilio.
