Rachelly Pérez Arias, médica, ni se imaginó que la mujer (Rufina Morales de Ayma) a quien quiso revivir aquella mañana del lunes 9 de junio de 2009, en una farmacia de Cochabamba, era una tía abuela del Presidente Evo Morales. Recuerda que ese día comenzó su calvario que la llevó a la cárcel de la ciudad del Valle durante tres años.
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| Algunos de los acusados por la muerte de Rufina Morales, ayer después del juicio. – José Rocha Los Tiempos |
Ella se declara inocente porque, en su criterio, sólo fue convocada a ayudar a una persona que ya no tenía vida y que había fallecido a causa de una reacción alérgica a la penicilina, pero por una instrucción política fue condenada por el delito de complicidad.
“Las primas de Evo Morales dijeron métanla a la cárcel y me metieron”, declaró al programa Nunca es Tarde de Radio Compañera de La Paz y agregó que si en este caso no hubiera intervenido Morales, ella no hubiera sido condenada.
También reveló que cuando estaba en la cárcel, una abogada presa se comunicó por teléfono con Evo Morales, a quien luego escuchó decir: “háganle la vida imposible a esa doctora ahí adentro, ella no va a salir de la cárcel en 30 años”.
Pérez contó que cuando salió de la cárcel verificó que los dos números a los cuáles llamó la abogada presa y de quien no quiso revelar su nombre, pertenecen a Evo Morales.
Radio Compañera llamó a Palacio para obtener una versión de la parte aludida, pero lamentablemente sin éxito.
Las personas condenadas por este caso fueron Nelly Rosario Gonzales, dueña de la Farmacia La Florida, 30 años; Gualberto y Freddy Gonzales (hermanos de Nelly), 15 años; y Juan Carlos López Quiroz (esposo de Nelly), 25 años (http://goo.gl/miOATK)
Rachelly Pérez pidió la revisión extraordinaria de su sentencia, reiteró que es inocente y señaló que mancharon su honor por una instrucción política.
