El mismo discurso

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“Polarización”, “país dividido”, “autoritarismo”, “democracia en peligro”, “gobierno dictatorial”, “fraude”, “nuevo padrón, “cubanización”, son algunas de las frases mediáticas que martillan cada segundo en la vecindad americana, particularmente, en los países donde la derecha fracasada ha sido desplazada del poder por otras fuerzas políticas.
No es un gran descubrimiento, pero sí una interesante constatación que la hice en Quito, en la Asamblea de la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), donde converse con colegas periodistas de radios de El Salvador, Ecuador, Paraguay, Argentina, Venezuela y otros países acerca de los discursos políticos de los actores de la región. Ahí van las “coincidencias”.
Polarización.- Esta palabrita es la que circula al menos un millón de veces cada día en los poderosos medios de comunicación y es repetida por los desplazados de toda laya. Apenas triunfó Mauricio Funes, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en El Salvador, el país ya estaba polarizado. ¡Qué barbaridad! Ni un minuto en Palacio y Funes ya había polarizado la sociedad salvadoreña. El propósito lingüístico de esta palabra es mostrar lo que no existe: una sociedad partida en dos: 50 por ciento en favor de un Presidente y el otro porcentaje en contra. Falacia monumental, porque las sociedades siempre han estado divididas, despedazadas durante los gobiernos conservadores, que gobernaban con minorías vergonzosas. Es más, si no hubiera sido así, Marx no hubiera articulado su tesis de la lucha de clases y los liberales no hubieran luchado por la libertad contra los parásitos señores feudales que vivían del Estado.
País dividido.- Es la otra palabra que más se repite desde El Salvador hasta Paraguay. ¿Quiénes están divididos? En Bolivia, hace tiempo, la división se traducía del siguiente modo: el emenerrista Sánchez de Lozada llamaba jefe del cártel del MIR a Jaime Paz y luego se aliaba para gobernar; ese mismo jefe emenerrista hizo añícos, en la campaña electoral del 2002, a Manfred Reyes Villa, con quien luego gobernó obligado por la Embajada de Estados Unidos. Por estos días, quieren hacernos creer que Bolivia está dividida entre oriente y occidente. Los que están divididos son masistas, podemistas, civicos, comités populares, conalde, conalcam, que suman el tres por ciento de la población, el mismo porcentaje de actores que circula en los medios. El restante 97 por ciento desarrolla su actividad normal, viaja de oriente a occidente, de sur a norte, realiza sus intercambios comerciales, cristaliza sus compadrazgos, llama a sus amigos que viven en Cobija, en Santa Cruz o en La Paz, visita a sus familiares, encuentra nuevos socios y cada día ama más a Bolivia ¿Dónde está la división? En la mente y en los deseos de los marginados de las peras del poder.
Autoritarismo.- Este término martilla en los titulares de los medios que sólo cubren el dos por ciento de la realidad del país, constituido por políticos, cívicos, prefectos, ministros, terratenientes. Ahora doy razón a Aristóteles y Platón que advirtieron, hace siglos, que una democracia corre el permanente peligro de derivar en un caos. ¡Qué paradoja! Denuncian autoritarismo los principales beneficiarios de la sobredosis de democracia, aquellos actores que dicen y hacen lo que les da la gana de forma impune. Dopados por la democracia sin límites, sufren psicosis de persecución de un gobierno tan débil y desorientado.
Democracia en peligro.- La democracia por antonomasia se define como la participación de la gente en las decisiones públicas, de otro modo sería una aristocracia, plutocracia o mediocracia ¿Cuándo nos habían consultado en nuestros países sobre una constitución, nuestros recursos naturales, nuestro destino? Un grupo de genios, respaldado en su poder económico, olfateaba lo que más o menos quería la sociedad para garantizar el bienestar de la minoría y asumía decisiones en nombre de todos. La democracia no es monopolio de un grupo de terratenientes, cívicos, políticos o masistas; no se resumen al voto; tiene sentido cuando visita el bolsillo de un ciudadano paraguayo, se preocupa del bienestar de cada familia ecuatoriana, garantiza la educación y la salud de cada niño venezolano, de otro modo no es democracia, es cualquier cosa. La democracia no está en peligro, goza de buena salud, lo que pasa es que la democracia es un peligro para los intereses de las minorías y sus intelectuales.
Fraude, nuevo padrón.- Cuando ganaban con 16 por ciento o lograban 22 por ciento, hacían un remiendo o una megacoalición para sumar 32 por ciento y el ausentismo llegaba al 30 por ciento no exigían padrón nuevo ni denunciaban fraude. Cuando fueron derrotados con más del 50 por ciento y subieron los niveles de participación de la sociedad, arrancaron con la maquinaria mediática para defenestrar a su propia criatura: el padrón. Entre la palabra de los desplazados del poder y sus voceros mediáticos y la palabra de los organismos internacionales, ¿a quién creer? Revisados los antecedentes de cada bando, obviamente a los organismos internacionales que verificaron el 97% de confiabilidad del padrón. En Bolivia, la campaña contra el padrón tuvo otro fin, encubrir la derrota de la derecha en el supuesto fraude e intentar invalidar el próximo triunfo de Evo Morales, y no lo digo yo, lean lo que dicen los hinchas intelectuales de los desplazados: sólo tienen candidatos para un lejano segundo lugar.
“Cubanización”.- Este fantasma apareció apenas llegaron al gobierno los revoltosos que tiraban piedras a la democracia pactada que sostenía la plutocracia. Miedo, susto, uyuyyyy, viviremos como en Cuba. ¿Y cómo viven en Cuba? Nadie sabe con exactitud, pero hasta ahora, la economía sigue siendo de libre mercado y Dios sigue respirando, aunque un poco alejado de algunos de sus intermediarios porque éstos se alejaron de los más pobres y excluidos. Cada quien conserva su casita, su autito, su departamentito o sus terrenitos, salvo VH Cárdenas, que sigue en litigio con sus hermanos de sangre, aunque él no quiera aceptarlo, por su casa de campo ubicada a orillas del Lago Titicaca.

Estas son las ideas fuerza que galopan por la región como espectros abatidos por el nuevo tiempo histórico y los nuevos actores políticos. ¿Coinciden en el discurso o hay alguien que dirige la orquesta? ¿Será las embajadas de Estados Unidos, la CÍA o tendrán los mismos asesores? Esa respuesta se la dejo a usted.

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