El Mundo
Científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh han aislado una molécula biológica más pequeña que «neutraliza completa y específicamente» el virus SARS-CoV-2, que causa la Covid-19. Este componente de anticuerpo, que es 10 veces más pequeño que un anticuerpo de tamaño completo, se ha utilizado para elaborar un fármaco, conocido como Ab8, para su potencial uso terapéutico contra el coronavirus.
El estudio, publicado este lunes en la revista Cell, asegura que Ab8 es muy eficaz para tratar la infección por coronavirus en ratones y hámsteres. Su pequeño tamaño no sólo aumenta su potencial de difusión en los tejidos para neutralizar mejor el virus, sino que también permite administrar el fármaco por vías alternativas, incluida la inhalación. Es importante destacar que no se une a las células humanas, una buena señal de que no tendrá efectos secundarios negativos en las personas.
«Este componente de anticuerpo no parece tener afinidad con ninguna de las proteínas humanas, por lo que no causa reacciones adversas», argumenta al comentar este estudio estadounidense el español José Ramos Vivas, microbiólogo del grupo de Biomedicina de la Universidad de Cantabria y miembro de la Sociedad Española de Microbiología. No obstante, cabe subrayar que «aún se encuentra en fase I y todavía tiene que dar el paso al ensayo en humanos».
Ab8 fue evaluado junto con científicos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (UNC) y la Rama Médica de la Universidad de Texas (UTMB) en Galveston, así como de la Universidad Británica de Columbia y la Universidad de Saskatchewan. «Ab8 no sólo tiene potencial como terapia para la Covid-19, sino que también podría usarse para evitar que las personas contraigan infecciones por coronavirus», explica uno de los científicos del estudio, John Mellors, jefe de la División de Enfermedades Infecciosas de Pitt y UPMC. «Los anticuerpos de mayor tamaño han actuado contra otras enfermedades infecciosas y han sido bien tolerados, lo que nos da la esperanza de que podría ser un tratamiento eficaz para los pacientes con Covid-19 y para la protección de aquellos que nunca han tenido la infección y no son inmunes», añade el investigador principal, Xianglei Liu.
Otra investigación que publicaba la revista ‘Science’ hace menos de una semana (el 9 de septiembre) describía un sistema parecido de proteínas diminutas, muy manejables y que incluso podrían administrarse como spray por la nariz. Se ha probado en cultivos celulares y parece dar buenos resultados a la hora de evitar que el coronavirus se adhiera a las células. En palabras del microbiólogo español, «tanto esta proteína como el anticuerpo de ‘Cell’ parecen ser capaces de sintetizar pequeñas moléculas que evitan la infección por SARS-CoV-2, siendo necesaria una concentración muy pequeña». En realidad, agrega este experto, «hay como unos 400 compuestos que están siendo probados contra el SARS-COV-2 y algunos tienen que comenzar a funcionar, aunque sea de momento en el laboratorio».
Una técnica muy poderosa
El pequeño componente de anticuerpo es el dominio de cadena pesada variable (VH) de una inmunoglobulina, que es un tipo de anticuerpo que se encuentra en la sangre. Se encontró al «pescar» en un grupo de más de 100.000 millones de candidatos utilizando la proteína de pico del SARS-CoV-2 como cebo. Este es precisamente otro de los puntos fuertes del estudio, aparte de «probarse por primera vez la eficacia de una molécula contra el SARS-CoV-2 en dos modelos animales». Los autores «utilizan una técnica muy poderosa para hacer screening de millones de moléculas», señala Vivas. El Ab8 se crea cuando el dominio VH se fusiona con parte de la región de la cola de la inmunoglobulina, agregando las funciones inmunes de un anticuerpo de tamaño completo sin masa.
Dimiter Dimitrov, autor principal de la publicación en Cell y director del Centro Pitt de Terapia de Anticuerpos, fue uno de los primeros en descubrir anticuerpos neutralizantes para el coronavirus del SARS original en 2003. En los años siguientes, su equipo descubrió potentes anticuerpos contra muchas otras enfermedades infecciosas, incluidos los causados por los virus MERS-CoV, dengue, Hendra y Nipah. El anticuerpo contra los virus Hendra y Nipah ha sido evaluado en humanos y aprobado para uso clínico en Australia.
Los ensayos clínicos están probando plasma que contiene anticuerpos de personas que ya tenían Covid-19, como tratamiento para quienes luchan contra la infección, pero no hay suficiente plasma para quienes podrían necesitarlo y no se ha demostrado que funcione. Es por eso que Dimitrov y su equipo se propusieron aislar el gen de uno o más anticuerpos que bloquean el virus SARS-CoV-2, lo que permitiría la producción en masa. En febrero, Wei Li, subdirector del Centro de Anticuerpos Terapéuticos de Pitt y coautor principal de la investigación, comenzó a examinar grandes bibliotecas de componentes de anticuerpos elaborados con muestras de sangre humana y encontró múltiples candidatos de anticuerpos terapéuticos, incluido Ab8, en un tiempo récord.
Después, un equipo del Centro de Biodefensa y Enfermedades Emergentes de la UTMB y el Laboratorio Nacional de Galveston probaron el Ab8 usando el virus SARS-CoV-2 vivo. A concentraciones muy bajas, Ab8 bloqueó completamente la entrada del virus en las células. Con esos resultados en la mano, un equipo de la UNC probó Ab8 en diferentes concentraciones en ratones usando una versión modificada del SARS-CoV-2. Incluso con la dosis más baja, Ab8 disminuyó 10 veces la cantidad de virus infeccioso en esos ratones.
«La pandemia del coronavirus es un desafío global al que se enfrenta la humanidad, pero es probable que la ciencia y el ingenio humano lo superen», dijo Mellors, también Profesor en Medicina, quien ocupa la Cátedra Endowed for Global Elimination of HIV and AIDS en Pitt. «Esperamos que los anticuerpos que hemos descubierto contribuyan a ese triunfo»