La vida está llena de reglas que obligan a esconder los pensamientos en palabras y más todavía en la administración del poder, donde no se dice lo que se piensa o se dice lo que no se piensa, simplemente, para parecer invulnerable y sacrificar el ser (un mortal temeroso de sus defectos) humano que está detrás del político. Pero, no todo se queda en las alforjas secretas, para eso están las personas que les gusta silbar, pero no hablar o sólo mirar para decir lo que no quieren cantar los otros. Pues, entremos al arrastre bajo este misterioso manto del poder y enterémonos de lo que no quisieron decir los que sabemos porque ya saben que sabemos lo que ellos también saben.
¿Por qué vuelve JR Quintana? Goni tuvo a su “Zorro” Sánchez Berzaín y Evo no podría dejar de tener al suyo (salvando la distancia abismal de muertos entre ambos, por supuesto) porque la política se asemeja a la estrategia militar. La característica del poder no siempre es la transparencia, sino la viscosidad y alguien tiene que hacer el trabajo debajo de la alfombra para la preservación del poder. En realidad, JR no vuelve, nunca se fue del gobierno. JR debe mucho al MAS (por haberle dado brillo de la nada) y Evo Morales Ayma (EMA) debe mucho a JR porque cumplió una labor estratégica en la etapa más dura que soportó el gobierno, cuando de verdad quería tumbarlo la derecha apátrida. En ese momento difícil, JR mostró todo su talento político militar. No se olviden que comandó la detención de Leopoldo Fernández, tras la masacre de El Porvenir. Es una persona muy bien apertrechada, ha sido alumno de la Universidad y de la Escuela de (“Rambos”) las Américas. Además es una especie de cantera política, pues, con él trabajaron en diferentes viceministerios Alfredo Rada, Héctor Arce, Rebeca Delgado, Sacha Llorenti (y ya sabe el destino de éstos). JR tiene talento para articular el gabinete en un gran equipo, hacer una red de ministros, un engranaje, ya lo hizo antes. Algo más, la oposición siente el castañeo de sus dientes al solo pronunciar su nombre: “noooo, Quintana de vuelta, nooo”. El miedo alimenta al poder y obnubila la inteligencia.
¿Y por qué Carlos Romero al Ministerio de Gobierno? El nuevo destino suena a castigo (o… y ahora, dónde te ubico, Carlos, no quiero que te vayas del Gabinete, pero tampoco que te quedes aquí cerca de mí): de concertador a represor. Dicho de otro modo, fracasó como concertador en el Ministerio de la Presidencia (desde donde se preocupó de descalificar a todo movimiento que exigía derechos o exigía lo que no quería el gobierno) y ahora EMA lo manda a un ministerio de naturaleza represora, así intente decir lo contrario. A Romero, una persona muy inteligente y con muy buena formación intelectual (oenegera, hijo de Cejis), le faltó capacidad de trabajo en equipo, no pudo articular a los ministros del gabinete para desarrollar tareas conjuntas, particularmente, en situaciones de crisis. En resumen, era mejor ministro de Autonomías que de la Presidencia porque le gusta trabajar solo o prefiere la individualidad a la colectividad. Sin embargo tiene más personalidad que su antecesor Wilfredo Chávez, quien no pudo controlar la policía. Una prueba de ello es “que (Chávez) no sabía con exactitud lo que pasaba en Yapacaní, la Policía le ocultó información”, dijo una fuente muy, pero muy creíble. Romero tiene una dura tarea en el Ministerio del que depende la Policía, una institución con uniformados muy resentidos contra el gobierno y que se distribuye espacios de poder a través de logias y promociones. Sí, logias y promociones, tal y como lo lees. ¿Podrá hacer un sana, sana con la Policía o terminar de reformarla completamente? Sacha Llorenti no pudo porque era algo “fanfarrón”, en cambio Romero es de lejos más inteligente y no trabaja tanto para las cámaras, aunque tiene la imagen algo desgastada y cansada por las crisis TIPNIS y Yapacani.
Respecto a David Choquehuanca solo se puede decir que tiene una fuerte autoridad moral en el MAS y genera mucho respeto en el Presidente; se ha convertido en un símbolo al interior del gabinete, aunque se le fue el ajayu y se desportilló su imagen cuando quiso detener la marcha de los indígenas del TIPNIS y quedó fatal al intentar presentarse como víctima de un falso “secuestro”. Alguna gente del MAS cree que David se irá del gobierno a medio año, tras organizar la sesión de la OEA en Cochabamba, Bolivia.
Rubén Saavedra habla poco y es un buen soldado, no tiene ningún problema de ir de un lado a otro (de la secretaria de Asuntos Marítimos otra vez a Defensa) y cae simpático a los militares porque no tiene ninguna intención de alterar en nada la vida uniformada de órdenes y subordinación y constancia. Tiene a su favor el buen romance que hay entre Fuerzas Armadas y el Capitán General, quien no se cansa de mimar a los generales, oficiales, suboficiales.
La ministra de Planificación, Viviana Caro, prefiere no exponerse mucho al mundo mediático, no malversa sus palabras, pero tampoco sus acciones. Es probable que no se vean sus actos entre los titulares de los medios; tal vez fue lo más acertado, mejor si la sociedad no sabe a qué se dedica en esa cartera de Estado.
Luis Arce no se va del ministerio de Economía y Finanzas por dos razones: primero, va bien la economía del país, ya sea con piloto propio o automático, los números cantan el buen momento; segundo, no hay quien lo reemplace, así de simple, al menos por ahora. El país conocerá su genialidad cuando la economía sufra una desaceleración y caigan los precios de las materias primas internacionales.
La llegada de Juan José Sosa al Ministerio de Hidrocarburos es un guiño al Chaco, donde están los recursos hidrocarburíferos. Sosa ya fue funcionario de YPFB y tiene tareas difíciles: resolver la disputa del campo Margarita y la cristalización de la industrialización. Su antecesor José Luis Gutiérrez poco o nada hizo en ambos casos.
Teresa Morales, ministra de Desarrollo Productivo, es muy eficiente en su área y lo demostró en varias ocasiones. No le conviene meterse en espacios que no sean de su competencia como cuando propuso la posibilidad de una carretera aérea sobre el TIPNIS con el fin de frenar la marcha indígena. Quedó en off side, por no decir mentirosa, porque horas después apareció EMA y afirmó taxativamente (al estilo Luis Arce Gómez) que la carretera pasará les guste o no por la mitad del Parque Nacional. Zapatero a tus zapatos. Ella es más técnica que política. Tiene varios desafíos, entre ellos, San Buenaventura.
El nuevo ministro de Obras Públicas, Vladimir Sánchez, debe hacer lo que se olvidó o no pudo Wálter Delgadillo: la consulta previa a los pueblos indígenas antes de concebir siquiera cada proyecto. Además, debe despejar cualquier sombra de corrupción en la construcción de viviendas en favor de gente de recursos pobres para evitar que se convierta en un negocio de masistas.
Mario Virreira representa el triunfo de los cooperativistas mineros que, en este momento, es uno de los sectores más privilegiados porque evita pagar impuestos con un bloqueo de caminos y tiene la fuerza de presión suficiente como para que el nuevo Código Minero les favorezca incluso en desmedro del Estado (que somos todos). Sin embargo, dependerá mucho de la personalidad de Virreira -quien reemplaza a José Pimentel- para preservar los intereses del país y evitar privilegios grupales. Y claro, tiene al frente la tarea de encontrar otros yacimientos e industrializar las materias primas, particularmente, el litio.
Cecilia Ayllón, quien reemplaza a Nilda Copa en Justicia, es una mujer con mucha experiencia y fuerte personalidad (dicen las personas que la conocen) capaz de ponerse fuerte ante el nuevo Poder Judicial o ante los nuevos magistrados. Por ello mismo era necesario hacer el cambio y tener a una abogada, una ex juez, en este cargo, pues, el gobierno tiene el desafío serio de reformar la justicia, razón por demás suficiente para que este ministerio sea un surtidor de nuevas normas para acercar la justicia a la gente común.
Daniel Santalla, ministro de Trabajo, tiene a su favor al nuevo comité ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), encabezado por Juan Carlos Trujillo, un joven dirigente minero que no tiene ataduras con la línea dura de Solares ni Montes.
¿Por qué se fue Nilda Heredia, una mujer gran talante en el ámbito académico? ¿Qué pasó con ella? La veían muy arrogante en algún momento y no pudo capear la crisis de la Caja Nacional de Salud. Sin embargo, conocía mucho su área e infundía respeto, pero terminó desgastándose, entonces, EMA prefirió reemplazarla por Juan Carlos Calvimontes, un joven médico, cuya personalidad es por ahora desconocida, y posiblemente suficiente como para imponer el trabajo de 8 horas a los médicos y, finalmente, reformar la CNS.
Felipe Quispe Quenta, nuevo Ministro de Aguas, es la cuota de las organizaciones de El Alto, al igual que lo fue en su momento Abel Mamani. Bastará que haga una regular gestión para superar a Mabel Monje, quien no deja ninguna sombra que puede eclipsar a Quispe.
Roberto Aguilar, ministro de Educación, es uno de los mejores ministros del Presidente y tiene un gran equipo (entre ellos Noel Aguirre) que le ayuda a llevar adelante todos los cambios necesarios en materia educativa. Su fortaleza radica en su predisposición al debate, pues, no descalifica, dialoga, propone, y no es fundamentalista para nada, seguramente debido a su buena formación académica.
Nemesia Achacollo, ministra de Desarrollo Rural, tiene los días contados, pese a que fue ratificada, dicen algunas fuentes. Probablemente sea porque está más preocupada por pelearse por pequeños espacios de poder con los movimientos sociales. No distingue entre la política y la política del desarrollo.
Claudia Peña, ministra de Autonomías, tiene una virtud: trabaja en silencio y resuelve problemas que pueden ser pequeños para el país, pero muy grandes para los municipios. Es concertadora y cada vez domina mejor el área de autonomías. Este año, 2012, trabajará presionada por un ultimátum: Sí o Sí deben funcionar las autonomías y se deben resolver los problemas de límites.
Nardy Suxo, ministra de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción, se ganó enemigos de todo color e ideología, desde masistas hasta opositores. ¿Quién podrá reemplazarla? Su cargo es muy complicado: tiene que encontrar a los corruptos, investigarlos y denunciarlos, sean oficialistas o de otro partido. Ella cumplió una buena labor, hubiera sido perfecta si hubiera aplicado más mano dura en el caso de algunos oficialistas de alto nivel.
Pablo Groux vuelve al ministerio de Culturas, tras haber adquirido “experiencia” en el cargo de embajador ante la Unesco. Ahora tiene más contactos internacionales para exportar la cultura del país y para jugar el papel de partero, en lo que le corresponde, del estado plurinacional. Ese ministerio no puede quedarse en lo folklórico o en la organización de mega-eventos para satisfacer a EMA, debe concebir la cultura como la construcción del nuevo ser boliviano descolonizado. Su antecesora, Elizabeth Salgueiro tuvo la mala suerte de pelearse con dos radicales indigenistas: Félix Cárdenas e Idón Chivi. Perdió ella.
Amanda Dávila, Ministra de Comunicación, entra con tres misiones: trabajar la Ley de Comunicación que sepultará a la Ley de Imprenta; formular una estrategia de comunicación más allá de los técnico y económico para sostener una relación transparente entre gobierno y gobernados; y reencauzar las maltrechas relaciones entre periodistas, propietarios de medios y gobierno. Tiene pasta para hacerlo, lo que falta saber es si lo dejarán desde Palacio, por ejemplo, erigir unos verdaderos medios de Comunicación del Estado.