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Antes de la pandemia, los universitarios no se informaban sobre temas de ciencia

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PIEB

La pandemia por la COVID-19 provocó la circulación de información científica y pseudocientífica al mismo tiempo, como no había ocurrido antes. Una encuesta hecha a universitarios cruceños permite tener una idea de la actitud con la que recibieron ese cúmulo de data pues, unos meses antes, admitieron que no se informaban adecuadamente sobre estos temas.

Aunque la enfermedad por coronavirus sigue activada en el mundo, es un hecho que la emergencia que causó en los primeros meses de su aparición tuvo un impacto sin precedentes en la población. Si prever esta situación, la Universidad Evangélica Boliviana hizo una encuesta, en el segundo semestre de 2019, sobre la actitud de los universitarios (estudiantes y docentes) frente a la investigación científica.

La investigación fue desarrollada por Rosa Castro, con el apoyo de estudiantes de la Universidad Evangélica, abarcando a 974 personas encuestadas. El 54% de encuestados afirmó que no se informa adecuadamente de temas científicos.

De ese 54%, el 21% asegura que no sabe cómo acceder a este tipo de informaciones. El resto asegura que esa información no es de su interés ni despierta su curiosidad: “No despierta mi interés” (15 %), “no hay una razón específica” (15 %), “no pensé sobre esto” (13%), “no tengo tiempo” (13%), “no entiendo” (12%), “no me gusta” (7%). Sólo un 3% considera que no necesita saber de ciencia y otro 7% admite que no le gustan las informaciones sobre ciencia.

Si no es la universidad, ¿quién?

A propósito de este resultado que expresa la percepción de los universitarios, la docente y decana de la Facultad de Humanidades de la UE Martha Rosa Paz explica que existe un problema y déficit de entrenamiento en temas de investigación científica en las universidades.

“En esto que ha pasado con la pandemia hemos sacado a la luz que Bolivia, en el área de la medicina, no produce investigación, aparentemente. Estamos esperando que lleguen vacunas de afuera, fármacos de afuera, protocolos de afuera… En ese sentido son interesantes los resultados porque si no hacemos investigación, y los mismos estudiantes y docentes no visualizan que son las universidades las que hacen ciencia, ¿quiénes va a hacer investigación?”, comenta Paz.

La encueta también es importante porque abarcó a cinco universidades de la capital cruceña, incluida la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno.

Voces acreditadas

En cuanto a las voces acreditadas en “situaciones de incertidumbre social o polémica en proyectos de ciencia y avance tecnológico” es interesante ver que los universitarios le asignan un valor no despreciable a la palabra de la iglesia.

La pregunta apuntó a saber en quién confía más en caso de controversia por orden de importancia. Las respuestas colocan a las propias universidades con 23%, la iglesia con 11%, los amigos y la familia 11%, las asociaciones ecologistas con 10% y los medios de comunicación con 9%. No se sabe, sin embargo, a qué temas específicamente se refieren cuando consideran a esas voces autorizadas.

Aunque la encuesta abarca varios aspectos, uno importante que desarrolla es el de hábitos de vida para indagar en los comportamientos cotidianos respecto de su interés en la ciencia respecto de la vida cotidiana. Las respuestas en este caso son mayoritariamente “no sabe, no contesta”. Así respondió el 54% a la pregunta de si se informa cuando sucede una alarma sanitaria y el 32% a la pregunta de si consulta el diccionario cuando desconoce una palabra.

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