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Alianza binacional agroganadera impulsa carretera por territorio del pueblo ayoreo en aislamiento voluntario en Bolivia

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El Gobernador de Santa Cruz, Mario Aguilera, y el Gobernador de Alto Paraguay, Arturo Méndez, anunciaron esta semana la construcción de una carretera que unirá Roboré con la frontera paraguaya en el Hito VII. El objetivo es beneficiar a la producción agroganadera de ambos países para acceder al mercado brasileño y a puertos del Pacífico, a pesar de que eso implica atravesar territorio de los últimos grupos ayoreode en aislamiento voluntario (PIAV).

El gobernador de Alto Paraguay, Arturo Méndez, dijo con entusiasmo: “Soñamos en que Roboré tenga acceso al Hito VII, a Agua Dulce, donde tendremos la oportunidad de brindarles la salida que tanto añora el comercio boliviano a través de puertos que pueden instalarse en Bahía Negra”.

No solo es un sueño. El lado del Paraguay tiene ya una vía ripiada avanzada hacia la mencionada frontera con Bolivia. En años recientes, comisiones binacionales han estado verificando los hitos fronterizos, aunque sin mencionar las intenciones de construir la mencionada vía. A la vez se han realizado espacios de lobby, como ferias y encuentros, con participación de las autoridades locales de Roboré.

Ante el anuncio de la carretera, el Gobierno Autónomo Indígena Charagua Iyambae remitió una carta al gobernador Mario Aguilera en la que comunica su “más enfático y total rechazo a dicho proyecto, que no considera en absoluto la situación ambiental en la que se encuentra el Ñembi Guasu ni las acciones de gestión y defensa ambiental que venimos desarrollando desde hace años para evitar los avasallamientos, los incendios y otros graves atentados a su estabilidad social y ambiental”.

Grandes intereses

El valor de la carretera para los sectores agroganaderos del Paraguay está plasmado en el pedido de una declaratoria de interés nacional para la carretera hacia el Hito VII, hecha en 2021, por los entonces senadores Fidel Zavala, Stephan Rasmussen y Georgia Arrúa.

En ese documento, los parlamentarios paraguayos dicen: “La zona en la cual se plantea el proyecto de conexión vial y ferroviario es la de mayor crecimiento durante las últimas décadas en cuento (sic) al número de cabezas de ganado bovino, actualmente con más de 400.000 cabezas y con un potencial de superar las 1.600.000 de cabezas”. El diario ABC ha destacado el crecimiento inusitado de Agua Dulce, localidad agroganadera de Alto Paraguay, incluso después de los incendios extraordinarios de 2019.

La intención de los senadores era destacar la relevancia de la carretera porque, en su criterio, el “proyecto de conexión vial y ferroviario es geopolíticamente estratégico debido a que la RN PY16 podría unir las dos principales rutas bioceánicas de América del Sur, al norte la ciudad de Roboré, Departamento de Santa Cruz, Bolivia, lugar donde conecta con la BOL RN4 que une Brasil con Chile en Arica (Zona fronteriza al Perú) y al sur la localidad de Tte. Montanía, Departamento de Boquerón, lugar donde conecta con la RN PY15, ruta bioceánica que une Brasil a Chile”.

La ruta PY16 está planeada desde Fortín Avalos Sánchez hasta el Hito VII con 497 km, atravesando de sur a norte el Chaco paraguayo.

El director de Iniciativa Amotocodie en Paraguay, Miguel Alarcón, consultado por el CEJIS, dijo sorprendido: “No pensamos que la misión por parte del lado de los ganaderos y productores paraguayos haya traspasado la frontera. En Paraguay sí conocemos muchos planes de asfalto dentro del norte del Chaco paraguayo”.

Iniciativa Amotocodie es una institución que trabaja hace muchos años en la protección del Chaco y de los ayoreos en aislamiento voluntario en su país y en Bolivia. Alarcón explicó que es difícil de entender el objetivo de sumar una carretera hacia la frontera con Bolivia porque la región está despoblada, es decir que no tiene una gran población beneficiaria, y parece más centrada en responder a intereses de empresas de construcción vial, fuera de las empresas ganaderas y del agronegocio.

En el vecino país, el gobierno local paraguayo y la Asociación Agropecuaria de Agua Dulce (APAD) impulsan abiertamente la construcción de la vía, mientras que en el lado boliviano se publica y se informa menos sobre esta ruta.

El único dato entregado por la Gobernación de Santa Cruz esta semana, a tiempo de la visita del gobernador paraguayo Arturo Méndez, fue una danza de cifras. La prensa destacó la declaración del gobernador Aguilera, haciendo cuentas: “la construcción del proyecto carretero generará 45 mil empleos directos e indirectos, lo que significará un ingreso de Bs. 130 millones al año, (y) permitirá generar un ahorro para los transportistas de hasta 17 horas para llegar a los puertos paraguayos”.

Para Miguel Vargas, director ejecutivo del CEJIS, el proyecto responde a la política de ampliación de la frontera agropecuaria binacional y a proyectos de infraestructura (carreteras) para permitir la vinculación transoceánica. El accionar de las autoridades regionales en Santa Cruz y Alto Paraguay muestra que estas desconocen la problemática territorial y ambiental de la región y reflejan que el modelo de desarrollo agroindustrial cuenta con el apoyo estatal en todos sus niveles.

En criterio de Vargas, llama la atención que el Gobierno Departamental de Santa Cruz, a pesar de contar con bastante información sobre el impacto de los incendios forestales en esa región y al existir las salvaguardas para proteger al pueblo indígena ayoreo, en el marco de la Constitución y la Ley 450, se apueste por la construcción de un proyecto que agudizará la crítica situación en la que se encuentra la región.

Ayoreos en Aislamiento voluntario

En caso de construirse esa plataforma en el lado boliviano, esta atravesará el área con presencia documentada de grupos ayoreos aislados que transitan entre Bolivia y Paraguay. Por información de la Central Ayorea del Oriente Boliviano (CANOB), la Unión Nativa Ayoreo del Paraguay (UNAP), el investigador Bernard Fischermann e Iniciativa Amotocodie, se sabe que en ambos países existe la presencia de segmentos del pueblo ayoreo que todavía resisten en el bosque chaqueño sin contactar con la sociedad boliviana y paraguaya.

Los estudios muestran que hasta la década del 50 la región fue habitada solo por grupos del pueblo ayoreo. Miguel Alarcón explica que desde 2004, en viajes con ancianos ayoreos y guardaparques ayoreos, también han identificado rastros de presencia de grupos aislados en esa zona del territorio binacional.

Alarcón recordó que una parte del pueblo ayoreo fue contactada entre los años 50 y 60, en Bolivia y Paraguay, y por mucho tiempo se pensó que misioneros evangélicos y católicos terminaron un trabajo de limpieza étnica. Sin embargo, los hechos mostraron que aún hay grupos que se mueven en la región, ajenos a la lógica de la división política de ambos países.

En 2012, el gobierno de Bolivia promulgó el Decreto Supremo 1286 por el cual se establece una franja territorial de intangibilidad de 535.000 hectáreas, la realización de un estudio técnico multisciplinario para identificar la presencia de ayoreos en situación de aislamiento voluntario y sus áreas de ocupación y tránsito, así como para determinar los mecanismos que garanticen el ejercicio de su derecho a mantenerse en situación de aislamiento voluntario. Hasta la fecha el estudio no fue realizado a pesar de las múltiples demandas de la CANOB.

El Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas en Situación de Aislamiento y Contacto Inicial– GTI PIACI, en un informe preparado para NNUU, plantea que, entre otros factores, el adelantamiento de megaproyectos desarrollistas como carreteras o represas en regiones transfronterizas de la Amazonía, el Cerrado brasileño y el Gran Chaco afectan a los PIACI.

Área de Conservación e Importancia Ecológica Ñembi Guasu

La carretera anunciada atravesaría, además, el Área de Conservación e Importancia Ecológica Ñembi Guasu creada por la Autonomía Indígena Guaraní de Charagua Iyambae, en abril de 2019, para proteger cerca de 1,2 millones de hectáreas. Ese mismo año, los incendios forestales arrasaron con el área protegida.

En 2019, el fuego atravesó de norte a sur y partió en dos esta área generando la reacción de las organizaciones de ambos países. El gobierno autónomo de Charagua Iyambae, en su carta dirigida al Gobernador Aguilera, recordó que los incendios de severidad media y alta ocurridos entre 2019 y 2022 comprometieron entre el 30% y 40% de su superficie, lo que “supuso la pérdida casi total de algunas áreas de bosque nativo”.

Los incendios de años posteriores a 2019 fueron menos intensos, pero contribuyeron a diezmar la región. El municipio de Roboré, por ejemplo, está en el top de municipios con más focos de calor y pérdida de bosques por incendios en una década: se calcula que perdió 50.751 ha[1].

Medidas de protección y pausa ecológica ambiental

En 2021, luego de una acción ambiental preventiva promovida por las autoridades del Gobierno Autónomo Guaraní de Charagua Iyambae, ante la autorización de asentamiento de más de 90 comunidades interculturales en el Área de Conservación e Importancia Ecológica Ñembi Guasu, el Juzgado Agroambiental de Camiri emitió el Auto Agroambiental 111/2021 en el que se establecieron como medidas cautelares la declaración de una pausa ecológica en el área prohibiendo el desarrollo de toda actividad contraria a la regeneración, restauración de la fauna y cobertura vegetal en las zonas afectadas por los incendios forestales; la prohibición de la habilitación de terrenos en propiedades privadas; además de establecer el control en todos los ingresos. La Resolución de la jurisdicción agroambiental de Camiri fue ratificada por el Tribunal Agroambiental a través del Auto Agroambiental Plurinacional S1a Nº 11/2022.

El proyecto carretero promovido por las autoridades de Santa Cruz y Alto Paraguay atraviesa la zona núcleo del Área en la que rige la pausa ecológica ambiental.

[1] Ver más: https://sdsnbolivia.org/impacto-de-los-incendios-en-bolivia-un-analisis-nacional/

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