El Consejo Indígena del Pueblo Tacana (CIPTA) emitió un voto resolutivo rechazando el Programa de palma africana impulsado por el Gobierno y exigiendo su paralización en sus comunidades.
“El primer Consejo de Corregidores de la gestión 2024, ante las denuncias de ´problemas y conflictos con los técnicos del Programa Palma Aceitera Africada que están generando en nuestras comunidades tacanas, rechaza el programa de palma aceitera africana y (pide) su paralización en todas las comunidades de nuestro territorio”, indica el único punto de la resolución, que fue firmada el 8 de marzo de este año.
Participaron del Consejo 21 corregidores de las comunidades tacanas, además de los directivos de las organizaciones de pueblos indígenas del norte de La Paz.
Un reporte de la Fundación Solón indica que la palma africana o palma aceitera (Elaeis guineensis) es originaria del golfo de Guinea y está siendo introducida en la Amazonía boliviana por el gobierno de Luis Arce Catacora para la producción de biocombustibles. Para el año 2015 la producción de palma africana alcanzó alrededor de 18 millones de hectáreas de cultivo en el mundo, extensión similar a la que tiene Uruguay. El 86% de la producción mundial de aceite de palma está concentrada en Indonesia y Malasia. En la Amazonía los principales productores son Colombia y Brasil.
La palma africana es uno de los más importantes responsables de la deforestación, la pérdida de biodiversidad, el incremento de emisión de gases de efecto invernadero y la fragmentación de hábitats en los países tropicales, indica la Fundación Solón.
Agrega que “la expansión de cultivos de palma africana en varios países viene provocando: i) conflictos locales alrededor de los derechos de propiedad; ii) conflictos por las condiciones contractuales entre pequeños productores, empresas y el Estado, y iii) conflictos ambientales por la contaminación y la expansión de la frontera agrícola sobre bosques”.
La Fundación Solón reseña que el establecimiento de viveros en el norte de La Paz y provincia Ballivián de Beni, que está a cargo del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal – INIAF San Buenaventura, tiene el siguiente avance de instalación de viveros:
- Municipio de Ixiamas: un vivero de media producción (30 mil plantines de capacidad) en la comunidad Flor de Mayo, un vivero en el barrio Gallo de oro y un vivero en la comunidad Santa Rosa de Maravilla.
- Municipio de San Buenaventura: un vivero en comunidad Everest y uno en 7 de diciembre.
- Municipio de Rurrenabaque: un vivero en Nuevos Horizontes y uno en Uncallamaya.
- Municipio de San Borja: un vivero en Alto San Pedro y otro en Progreso.
- Municipio de Reyes: un vivero en Copaiba, otro en San Felipe y San Juan este ultimo de capacidad de 30 mil plantines (media producción).
Para la realización de los viveros en las comunidades, el INIAF solicita áreas comunales que normalmente deben ser transferidas a su nombre y que en la comunidad de instalación existan las condiciones de agua para riego y acceso de transporte.
21 corregidores del pueblo tacana rechazan el Programa de palma africana
El Consejo Indígena del Pueblo Tacana (CIPTA) emitió un voto resolutivo rechazando el Programa de palma africana impulsado por el gobierno y exigiendo su paralización en sus comunidades.
“El primer Consejo de Corregidores de la gestión 2024, ante las denuncias de ´problemas y conflictos con los técnicos del Programa Palma Aceitera Africada que están generando en nuestras comunidades tacanas, rechaza el programa de palma aceitera africana y (pide) su paralización en todas las comunidades de nuestro territorio”, indica el único punto de la resolución, que fue firmada el 8 de marzo de este año.
Participaron del Consejo 21 corregidores de las comunidades tacanas, además de los directivos de las organizaciones de pueblos indígenas del norte de La Paz.
Un reporte de la Fundación Solón indica que la palma africana o palma aceitera (Elaeis guineensis) es originaria del golfo de Guinea y está siendo introducida en la Amazonía boliviana por el gobierno de Luis Arce Catacora para la producción de biocombustibles. Para el año 2015 la producción de palma africana alcanzó alrededor de 18 millones de hectáreas de cultivo en el mundo, extensión similar a la que tiene Uruguay. El 86% de la producción mundial de aceite de palma está concentrada en Indonesia y Malasia. En la Amazonía los principales productores son Colombia y Brasil.
La palma africana es uno de los más importantes responsables de la deforestación, la pérdida de biodiversidad, el incremento de emisión de gases de efecto invernadero y la fragmentación de hábitats en los países tropicales, indica la Fundación Solón.
Agrega que “la expansión de cultivos de palma africana en varios países viene provocando: i) conflictos locales alrededor de los derechos de propiedad; ii) conflictos por las condiciones contractuales entre pequeños productores, empresas y el Estado, y iii) conflictos ambientales por la contaminación y la expansión de la frontera agrícola sobre bosques”.
La Fundación Solón reseña que el establecimiento de viveros en el norte de La Paz y provincia Ballivián de Beni, que está a cargo del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal – INIAF San Buenaventura, tiene el siguiente avance de instalación de viveros:
- Municipio de Ixiamas: un vivero de media producción (30 mil plantines de capacidad) en la comunidad Flor de Mayo, un vivero en el barrio Gallo de oro y un vivero en la comunidad Santa Rosa de Maravilla.
- Municipio de San Buenaventura: un vivero en comunidad Everest y uno en 7 de diciembre.
- Municipio de Rurrenabaque: un vivero en Nuevos Horizontes y uno en Uncallamaya.
- Municipio de San Borja: un vivero en Alto San Pedro y otro en Progreso.
- Municipio de Reyes: un vivero en Copaiba, otro en San Felipe y San Juan este ultimo de capacidad de 30 mil plantines (media producción).
Para la realización de los viveros en las comunidades, el INIAF solicita áreas comunales que normalmente deben ser transferidas a su nombre y que en la comunidad de instalación existan las condiciones de agua para riego y acceso de transporte.
Sumando Voces