Agencias.- Los líderes de los países del G7 se reunirán este viernes y sábado en Canadá para una cumbre que debería llamarse «G6+1», a juzgar por el tono de las declaraciones de los líderes que pierden la paciencia ante la defensa de los intereses estadounidenses por parte del presidente Donald Trump.
La ruptura podría expresarse en un comunicado firmado por Canadá, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y Japón, al término de la cumbre a celebrarse en La Malbaie, provincia de Quebec.
El ambiente se encendió antes del comienzo de la cumbre por parte de los mismos participantes. La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee, confirmó de manera sorpresiva que Donald Trump se retiraría el sábado antes de que termine la reunión prevista, para evitar temas polémicos como el comercio, el calentamiento global y el futuro de los océanos. Lo que se traduciría como un desplante y desinterés por parte del presidente de Estados Unidos hacia los demás líderes mundiales de la G7.
Por su parte, Donald Trump precisó que quiere usar el encuentro para resolver lo que consideró pactos comerciales «injustos» con los socios de Estados Unidos.
Fuentes europeas dijeron que la principal barrera para obtener un acuerdo, es la negativa del presidente estadunidense, Donald Trump, a que se aborde el cambio climático.
Ante esta oposición, el anfitrión de la reunión, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha centrado sus esfuerzos en que se trate otro tema medioambiental como la lucha contra la proliferación de plásticos en los océanos.
Además, se añade el conflicto comercial con la imposición de aranceles a las importaciones del acero y el aluminio.
Por ello, las fuentes europeas no mostraron esperanza en la actualidad de que se logre un comunicado conjunto.
Ninguna de las 43 cumbres anteriores de los países más industrializados del mundo ha concluido sin un texto común firmado por todos los Estados.
