Agencias.- En un intento desesperado por dar una señal de ajuste a los mercados, el Gobierno de Mauricio Macri anunciará una reestructuración drástica del Gobierno argentino.
El presidente argentino contempla reducir el número de carteras a la mitad y renovar a varios de los miembros de su Gabinete. También dará a conocer medidas de ajuste fiscal en víspera del viaje que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, debe realizar mañana a Washington para discutir un adelanto del préstamo del FMI para poder atender pagos inmediatos de la deuda externa.
Macri había ampliado la estructura ministerial en cinco nuevas carteras. Ahora está dispuesto a prescindir de al menos una docena. En algunos casos la rebaja de jerarquía las fusiones que se estudian serán inéditas, como en el caso de Salud o Trabajo.
También se analiza disolver las áreas de Medio Ambiente, Cultura, Agroindustria, Turismo, Modernización, Producción, Defensa, Transportes y Ciencia, éste último ministerio creado por su antecesora, Cristina Fernández.
Sin embargo, el ministro más cuestionado, el jefe de Gabinete Marcos Peña, seguiría en el cargo, aunque ayer todavía se analizaba desplazar a dos viceministros encargados de supervisar las medidas de gobierno.
La cancillería fue ofrecida al primer ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, que al cierre de esta edición demoraba una respuesta. Los cambios se discutieron durante febriles reuniones realizadas en la residencia presidencial de Olivos durante todo el fin de semana.
Nueva reunión con el FMI
El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera «concluir rápidamente» el diálogo con Argentina que se iniciará el martes en Washington para fortalecer el programa de préstamos con ese país ante los recientes cambios en los mercados financieros internacionales, dijo el viernes el portavoz del organismo.
«La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, el personal del Fondo y el ministro de Finanzas (argentino) Nicolás Dujovne, y su equipo tienen previsto reunirse el martes de la próxima semana para avanzar en el diálogo», señaló el vocero principal del FMI, Gerry Rice.
«Nuestro objetivo es concluir rápidamente estas conversaciones», agregó en un comunicado.
Argentina acordó en junio con el FMI un acuerdo stand-by a 3 años por 50.000 millones de dólares, del cual ya recibió 15.000 millones, en medio de una corrida cambiaria que comenzó en abril.
Pese al explícito apoyo del FMI, el peso argentino siguió en jueves en caída libre al depreciarse 13,52% ante el dolar sin que el gobierno lograra recuperar la confianza del mercado.
El peso sufrió su mayor pérdida diaria del año al cerrar a 39,87 por dólar. En dos días acumula una depreciación de casi 20% y de 53% en el año.
Afectada por el contexto internacional, Argentina lucha contra la depreciación de su moneda y la inflación, pero desde que empezó el año el peso ha perdido más de 50% y no parece que haya aún un freno.
