Su padre no quería que salga esa noche. Tampoco su madre. Quizá ambos presentían algo, pero Alfredo Reader Carreño Porcel tenía que ir a la velada de la Virgen de Candelaria porque era el pasante (organizador) del carnaval juvenil de Tarapaya. Nunca antes había faltado a casa, pero aquella noche no llegó ni al día siguiente, ni en dos, tres, cuatro, ni cinco días. Alfredo y Gladys arribaron con sus cuatro hijos la tarde del jueves 1 de febrero a su casa de Miraflores, población ubicada a 10 Km de la ciudad de Potosí, a pasar el fin de semana