Franco Limber
Politólogo aymara alteño
Hay siete tipos de individuos que generan violencia en las movilizaciones, identificarlos es importante ya que son aquellos quienes ocasionan daño a la propiedad privada, a los bienes públicos y atentan con la integridad de las personas. Entre estos, los más visibles en los últimos días en la ciudad de El Alto son los siguientes:
- Dirigentes masistas, quienes de alguna manera tenían una fuente de ingresos gracias al gobierno de Evo Morales, gracias al clientelaje político lograban algún espacio de trabajo para su familias y amistades, cobraban diezmos a sus beneficiarios por lograr puestos de trabajo en el gobierno, malversaban presupuesto de obras, estos dirigentes sean vecinales, gremialistas, deportivos, gozaban de beneficios por el compadrazgo dentro de la red de contactos en el gobierno; ahora, estos dirigentes utilizan su cargo para hostigar a sus bases con multas o castigos, se aprovechan de la forma comunitaria de organización de las instituciones sociales en El Alto, de alguna forma tienen recursos para movilizar a las bases, compran petardos y otros insumos más peligrosos para generar caos, incitan a sus bases con ideas violentas para defender al MAS y a Evo Morales, piden su retorno, de estos dirigentes, su principal función es aglutinar obligatoriamente a grandes conglomerados de personas para generar caos y violencia en el transcurso de las movilizaciones.
- Masistas desempleados, son súper violentos, al ver que su fuente de empleo se terminó, tenían sueldos inmerecidos, lo perdieron, sabiendo que difícilmente encontraran otro empleo igual, ya que por lo general son gente ignorante, ocupaban áreas que no era de su conocimiento, estaban en esos trabajos por relaciones familiares o de algún compadrazgo; son muy violentos, descargan su rabia en el prójimo y el bien público, destruyen todo cuanto ven, incitan al odio, ellos arengan la vuelta de su jefe, odian a los cambas, aportan recursos para armar a la gente, no les importa la integridad y el bien estar de la población, velan por sus propios intereses.
- Vándalos, sobre todo en El Alto, se han acoplado a las movilizaciones para aprovechar los momentos de caos para sustraer todo cuanto puedan, están cleferos, bebedores consuetudinarios, monrreros y atracadores peligrosos, nomás ver sus rostros (caras cortadas e hinchadas por el consumo de alcohol) uno se da cuenta al instante de su profesión, muchos de ellos muy conocidos por la Ceja, malandros de diferentes zonas se aglutinaron en las marchas, les gusta la violencia, los más jóvenes ponen el pecho en los enfrentamientos con la policía, no tienen miedo a la muerte, nadie de los movilizados hace mucho para apartarlos de la marcha, ya que son carne de cañón, a estos se suman miembros de pandillas de la ciudad, siempre caminan en grupos y armados con armas blancas, son muy peligrosos y enérgicos.
- Extranjeros, son los más peligrosos, entre venezolanos, cubanos, peruanos y colombianos, lo que se ha visto, muy camuflados, vestidos con canguros, llevan siempre algún maletín, cual manejan sospechosamente, hay que cuidarse bastante de estos, si uno los vigila con detenimiento, sus movimientos son extraños, generan violencia en lugares donde no existen cámaras de seguridad, hablan con los dirigentes, como regla en los conflictos sociales, para impulsar los mismos, son estos los que se encargan de hacer los trabajos sucios, los primeros muertos en los conflictos sociales por lo general nunca son de fuego enemigo, hay que tener bastante cuidado con estos, se los puede ver dentro de las manifestaciones muy bien camuflados.
- Izquierdistas, son los peores, incitan a la violencia, pero nunca ponen el pecho, nunca están en la primera línea, esperan que la masa india ponga la cara frente a la policía, están sobre todo ahí para las fotos, para subir a sus estados en Facebook las ridículas arengas trilladas, confunden a los indios, muchos de estos fueron parte del gobierno, se estrellan contra el capitalismo, pero no cuestionan su forma de vida, generan violencia sin sentido, y escapan en el momento de la acción, están abundando notas falsas que estos mismos individuos están manipulando, confunden a la población, quieren a toda costa generar morbo, quieren sangre, muertos, para justificar sus consignas socialistas, sobre todo ante el mundo, pero no se preocupan por la vivencia del pueblo alteño.
- Mercenarios, han sido contratados por oscuras fuerzas, en algunos casos por los dirigentes de las organizaciones sociales, manejan dinamitas, armas de fuego, crean pánico y violencia, el uso de dinamita es su principal trabajo, la dinamita es fácil de conseguir, lo pueden encontrar en cualquier chiflera de la Ceja, también son expertos en armar bombas molotov, no tienen ideología, su interés principal son los recursos económicos, han tenido trabajo durante todo el periodo de gobierno del MAS, ahora se los puede ver en las movilizaciones, muchos de ellos son conocidos.
- Los dolidos, gente con mucha fijación sentimental con Evo Morales, quienes se sienten desamparados por la ausencia de su presidente, estos no marchan por dinero ni por trabajo, sino por su profunda ligazón con el caudillo, su fuerte sentimiento hace que ejerzan violencia, su desamparo se expresa en fanatismo, arengan la vuelta de Evo a cualquier costa.
Varios de estos individuos generan caos y destrucción en medio de las movilizaciones, no tienen sentido común acerca del problema social el cual puede agravarse en la medida que se incremente los enfrentamientos, el gobierno actual esta fracasando en sus intentos de negociar y mediar con los involucrados, pretenden usar más la fuerza que la estrategia social en la resolución de conflictos, los agitadores supieron utilizar el tema de la wiphala para instigar a la población, incitando el regreso de Evo Morales.
El MAS no merece que sangre alteña sea derramada por su causa, tampoco merece que sangre aymara sea derramada por una causa perdida, los masistas han sembrado un descontento en la sociedad, un ambiente violento y de histeria vecinal, que al final es la población humilde la que está pagando las consecuencias del caos político en el cual nos estamos sumergiendo. El estar cerca de las movilizaciones alteñas, uno puede percibir irregularidades las cuales podemos lamentarnos en adelante.