HCF Mansilla – La Filosofía de la Pandemia en la obra de Blithz Lozada Pereira

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El profesor Blithz Lozada Pereira, notable catedrático universitario con una abundante obra en los campos de la filosofía y las ciencias sociales, nos hace conocer su último libro, que es una aproximación crítica al complejo tema de la salud, la enfermedad y las epidemias. Lozada nos acerca a los problemas muy graves de salud que han surgido en los últimos tiempos, y que traspasan el campo médico. Y lo hace mediante un arco de autores, temas y dilemas que van desde Platón hasta pensadores actuales, como el coreano-alemán Byung-Chul Han. Su obra tiene carácter enciclopédico, pues aparte de los filósofos clásicos, nuestro autor reconstruye las tesis de economistas, teólogos (como San Agustín) y pensadores existencialistas acerca de las múltiples significaciones y consecuencias de las pandemias.

Lozada realiza un largo análisis del paradigma de la modernidad para el campo médico y para la compleja convivencia de los seres humanos, especialmente cuando los procesos de urbanización e industrialización generan grandes aglomeraciones urbanas, en las que la propagación de las pandemias es mucho más rápida y peligrosa. En estas condiciones surgen retos salubristas, culturales y educativos de primer rango, que a lo largo de los siglos han preocupado a los más diversos pensadores. Ante esta situación, que ya se vislumbró en las enormes ciudades de la Antigüedad tardía, San Agustín acuñó su famoso dicho: Mundus est immundus (“el mundo es inmundo”) que puede ser interpretado de diferentes maneras. Si partimos de una perspectiva teológica tradicional, llegamos a la conclusión previsible de que el ámbito terrenal es siempre el campo abonado del pecado, de la inmundicia material y moral y, por lo tanto, el terreno predestinado de las enfermedades del cuerpo y del alma. Desde un punto de vista urbanístico y arquitectónico, las grandes urbes de la Antigüedad eran evidentemente la fuente de suciedad, basura y enfermedades, pero también el espacio de la cultura, la política y la reflexión crítica.

En el plano ético y en comparación con la simplicidad de la vida rural, la existencia humana en las ciudades podía ser vista como muy compleja y por ello proclive a la tentación, al vicio y al pecado. La proximidad a las enfermedades físicas y a los desarreglos morales, pero también la cercanía a las universidades y a los centros del saber y del arte, representaban factores importantes que promovían análisis filosóficos sobre los avatares existenciales –tan curiosos y tan dispares– a los que estaban sometidos los hombres. Lozada examina asimismo lo que los utopistas como Joaquín de Fiore, los ilustrados como Voltaire y los existencialistas como Martin Heidegger y Jean-Paul Sartre han reflexionado sobre las enfermedades y las pandemias, lo que tiene un alto valor informativo para los lectores de este libro (Voltaire, con alguna razón, tenía una opinión negativa acerca de los médicos).

Blithz Lozada nos muestra también que algunos filósofos ilustres han sostenido exageraciones insostenibles, creando de esta manera posverdades con apariencia erudita; los postmodernistas Giorgio Agamben y Slavoj Žižek, por ejemplo, durante bastante tiempo negaron la mera existencia de la reciente pandemia de la Covid-19, postulando teorías conspirativas sobre el origen de esta plaga.

La concepción general de nuestro autor es fundamentalmente crítica en torno a la compleja temática de las pandemias y sus implicaciones sociales e históricas. Menciono este punto porque en varios libros anteriores Lozada ha aprovechado estos aspectos para analizar y rechazar posiciones indianistas extremas. Al favorecer un análisis estrictamente crítico acerca de estos fenómenos, Lozada desarrolla la tesis de que la ciencia es universal en sus principios y manifestaciones generales. La pretensión de descalificar la ciencia y la tecnología occidentales –como lo hacen algunas doctrinas indianistas y nativistas en América Latina y en África– es una manifestación de ignorancia, y el resultado es, nos dice Lozada, proclamar “confusos conceptos de idealizados contextos siempre inexistentes”. Agrega: “No existe una ciencia para la opresión y otra para la liberación”. Efectivamente: una cosa es valorar de nuevo y en forma positiva los saberes ancestrales, que han sido evidentemente silenciados y despreciados por la civilización occidental, pero otra cosa, muy distinta y peligrosa, es caer en las inclinaciones nacionalistas, nativistas, pachamamistas y afines, que desprecian lo universal sin conocerlo.

Frente a esta marea de lugares comunes y al criticar una ideología hoy prevaleciente en el ámbito universitario, Lozada nos recuerda que el concepto de crítica en sentido filosófico proviene de la obra de Immanuel Kant. Como se sabe, la modernidad occidental debe una parte considerable de su éxito a una actitud eminentemente crítica y analítica del pensamiento, lo que redundó en el desarrollo de las ciencias y las tecnologías, basado en la libertad de pensamiento y expresión, en la investigación autónoma y en la publicación de los resultados. Este último factor es muy importante, pues significa poner nuevos teoremas, descubrimientos e inventos sobre el tapete del debate público y abierto en una comunidad de pares que puede encontrar los puntos débiles o las posibles mejoras de los temas propuestos. Lozada nos dice que los conocimientos provenientes del espíritu crítico y científico resultan decisivos en el mundo actual, por su relevancia respecto de la economía, la educación y la política. La posición representada por Lozada es hoy más necesaria que nunca a la vista de los múltiples retos que amenazan a la humanidad, desde las nuevas pandemias hasta los conflictos bélicos, pasando por la destrucción del medio ambiente.

Este libro se inscribe en la larga lista de las obras de nuestro autor que pertenecen a la tradición crítica y analítica de la filosofía, escritos que poseen un alto valor pedagógico e informativo en torno a otros autores y sus teorías, además de iniciarnos en escritos valiosos de acceso difícil, pero interesante y fructífero. Blithz Lozada Pereira es miembro de número de la Academia Boliviana de la Lengua y correspondiente de la Real Academia Española. Enseña filosofía, historia y ciencias políticas en la Universidad Mayor de San Andrés, de la que es docente emérito.

Hugo Celso Felipe Mansilla Ferret

(Comentario del Dr. HCF Mansilla leído en el acto de presentación el libro Filosofía de la pandemia, llevado a cabo en el Salón Marcelo Quiroga Santa Cruz de la Universidad Mayor de San Andrés, el día lunes 28 de julio de 2025).

Hugo Celso Felipe Mansilla Ferret es investigador, escritor, crítico y profesor de pre- y postgrado. La Universidad Libre de Berlín le ha conferido los títulos de Doctor en filosofía y Maestro en ciencias políticas. Doctor Honoris Causa por la UMSA en diciembre de 2015. Recibió el Premio a la Cultura del Club de La Paz y la Condecoración Prócer Pedro Domingo Murillo en el Grado de Honor al Mérito de la Alcaldía de La Paz. Publicó 66 libros –cinco novelas- y centenares de artículos y ensayos en revistas de Norteamérica, Europa y Latinoamérica. Más de 500 contribuciones científicas con textos en periódicos, compilaciones y revistas. Dio clases en Alemania, Suiza, España, Australia, Brasil y Nigeria. En más de cinco décadas hizo investigaciones en instituciones de varios países. Es docente invitado de la Carrera de Filosofía y de la Carrera de Ciencia Política y Gestión Pública de la UMSA. Miembro de número de la Academia Nacional de Ciencias de Bolivia y de la Academia Boliviana de la Lengua, miembro correspondiente de la Real Academia Española y de la Academia Norteamericana de la Lengua Española.

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