Agencias.- La hiperinflación, telón de fondo de la profunda crisis económica que registra el país, podría cerrar el año en más de 160.000%, acentuando el deterioro en la calidad de vida de los venezolanos, advirtieron hoy analistas económicos.
Los precios suben en forma acelerada diariamente en 2,5% en una economía marcada por una acentuada escasez y desabastecimiento de alimentos, medicinas e insumos básicos.
En las calles, el fenómeno que «apenas comienza», según los economistas, mantiene a más de uno «con los nervios de punta», ante la imposibilidad de comprar los bienes básicos.
«Es devastador y agotador salir a comprar y ver los precios de todas las cosas. Inalcanzables para la mayoría. Revolución de hambre y miseria», se quejó con ANSA Zoraida Pérez, una psicóloga de 47 años a las afueras de un mercado en Caracas. Para Alfonso Marquina, miembro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional de mayoría opositora, «esta gravísima crisis apenas comienza y no podemos esperar otra cosa porque el gobierno no ha tomado ninguna decisión que vaya en la dirección correcta para abatir la inflación».
El legislador recordó que en mayo pasado la inflación se ubicó en 110% y la anualizada en 24.571%, por lo que consideró que de mantenerse esta tendencia para finales del año la hiperinflación podría estar por encima de 160.000%.
«Estamos en un país donde tenemos control de cambio, de tasas de interés, de costos, canales de distribución en todo y sin embargo tenemos una hiperinflación que es histórica en Venezuela y en América Latina», expresó.
En este sentido fustigó las pretensiones del gobierno de quedarse con el 70% de la producción agrícola e industrial del sector alimentos, así como las amenazas de tomar medidas drásticas contra el sector comercial si no se asume el esquema de precios impuesto en el plan denominado 50, que incluye la misma cantidad de rubros esenciales.
«Sigue con las amenazas, con el intervencionismo, tomando mercados municipales, imponiendo mayores controles que terminan siendo alcabalas de la corrupción administrativa», opinó. A su vez Ricardo Cusanno, vicepresidente de Fedecámaras, máxima patronal del país, rechazó el plan que calificó de «confiscación» y aseguró que «generará más angustia pero no va a traer más inversiones, confianza, estabilidad y soluciones a la cotidianidad del venezolano que es precaria».
«La única forma de parar la hiperinflación es tener políticas públicas concertadas con los organismos internacionales, con seriedad y plena convicción y voluntad política de hacer cumplir lo que está en la Constitución y no en el plan de la patria», dijo. Sin embargo el chavismo sostiene que la inflación es «inducida» producto del «bombardeo de la guerra económica» que impulsa la «oligarquía rancia».
«Lo que ocurre en Venezuela no corresponde a ninguna regla de la teoría económica, lo que ocurre es un bombardeo absoluto de guerra económica sin ningún tipo de parámetro, de reglas», afirmó Diosdado Cabello, presidente de la Constituyente de mayoría chavista.
