La mañana del 5 de mayo, Erenia Villca Nina de Choque y Elizabeth Antonieta Ureña, ambas concejalas del municipio de Tapacarí, Cochabamba, fueron a Sicaya a participar en un campeonato deportivo. Allá jugaron, comieron y bebieron algo de alcohol con el alcalde de Tapacarí, Severino Vargas Zelaya; y el presidente del Concejo, Ignacio Mendoza, hasta el anochecer. Cuando decidieron volver, las dos víctimas no adivinaban lo que les iba a pasar.
Durante el trayecto, el concejal Mendoza fue molestando y haciendo insinuaciones indecorosas a su colega Erenia. Al llegar a Parotani, Cochabamba, ella pidió, ante el acoso, bajar del vehículo para quedarse; pero el concejal ordenó al chofer asegurar las puertas. Éste obedeció. El vehículo siguió su ruta hasta llegar al rio Apharumani, un lugar desolado, donde paró.
Elizabeth se propuso defender a su compañera, pero “me agarraron de mis manos y me dijeron: carajo no te metas, ellos que se entiendan (…). Ante hecho tan sanguinario me asusté y me oculté en la oscuridad”.El Alcalde se fue en «su vehículo» y el Presidente del Concejo, junto a sus acompañantes, en «el suyo». Dejaron abandonadas a sus compañeras de partido político (MAS) en un lugar donde solo había oscuridad y silencio.
Erenia hoy está en un hospital de Cochabamba con graves lesiones físicas. Presentó una querella contra Ignacio Mendoza, Severino Vargas, Eugenia Romero y Carlos Calle. Pide justicia.
                    
                

