Nolberta Herrera Yana, que no había llegado siquiera a los 30 años, terminó de lavar ropa la tarde del miércoles 18 de enero de 2017 en su casa en Pocoata, Potosí; y se propuso tender una frazada sobre el alambre extendido de un extremo a otro de su patio que servía como tendedor. No se percató que el hilo de metal hacia contacto con un cable eléctrico pelado por el que circulaba 220 voltios. Apenas montó la frazada mojada sobre el alambre, Nolberta recibió una descarga que la fulminó en el acto.
Uno de los vecinos contó a RimayPampa que la desgracia pasó la tarde del miércoles y que fueron alertados recién por uno de los niños la mañana del jueves 19 de enero.
Nolberta tenía esposo y tres hijos. Su pareja estaba de viaje y no se encontraba en casa, señaló otra vecina.
En el momento del hecho, Nolberta estaba solamente con sus tres niños: uno de cuatro años, el otro de tres y el último de un año y tres meses.
Al ver a su madre tendida en el suelo y que no se levantó ni cuando cayó la noche, los niños pensaron que estaba durmiendo y la taparon con otra frazada que sacaron de una de las habitaciones. Después, improvisaron una cama al lado de ella y se acurrucaron.
El más pequeño se echó junto a mamá y con la ayuda de sus hermanos alcanzó uno de los senos y se durmió lactando.
Cuando los tres despertaron al día siguiente, mamá seguía durmiendo. Ya por intuición, el mayor de los niños salió a la calle y se topó con una vecina, quien le preguntó por su madre y él respondió que no despertaba desde ayer.
Fue entonces cuando convocaron a otros vecinos e ingresaron a la casa, donde encontraron a Nolberta tendida en el patio, tapada con una frazada y con quemaduras en sus extremedidas.
Inmediatamente dieron parte a la Policía y prepararon el velorio.
