Jorge Alejandro Vargas Villagómez fue designado vocal del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija cuatro días después de haber sido imputado por el delito de prevaricato en Villamontes y pese a ocupar el último lugar en puntaje en la tabla de calificación, según consta en documentos enviados a RimayPampa.
La “misma buena suerte” tuvo Alejandra Ortiz Gutiérrez, que pese a su penúltima ubicación en la tabla de calificación, de 11 postulantes, fue nominada vocal de la misma corte. Hermes Flores Egüez, el tercer vocal designado, tiene unos tres escaños más en méritos; ocupó el séptimo lugar (digamos) en el cuadro de honor.
“Después de aquellos que ocupan los primeros puestos, no conozco a nadie tan desgraciado como quien los envidia”, solía decir Madame de Maintenon, segunda esposa de Luis XIV. En este caso, la desgracia afectó, no por envidia sino por culpa de la Corte Suprema, a los postulantes que lograron los tres primeros puestos que, de acuerdo con la Constitución y la Ley, debían y merecían ser vocales, pero fueron reemplazados por los dos últimos y uno medio.
Imputado por absolver a una mujer acusada de narcotráfico
De los tres nuevos jueces departamentales, el caso que activó las campanillas de alarma social fue la nominación de Jorge Vargas. En Tarija, aún no se explican de cómo fue designado en tan alto cargo si fue el que peor nota obtuvo y tiene una imputación por prevaricato.
La imputación, fechada el pasado 17 de julio, detalla que Jorge Vargas, Cristian Sossa y Ana Rosa Mancilla, jueces técnicos del Tribunal de Sentencia de Villamontes, absolvieron del delito de tráfico de sustancias controladas, tipificado en la Ley 1008, a Patricia Aranguren, atrapada “en flagrancia” entre Ibibobo y Villamontes.
