Es una familia de siete miembros: cinco hijos, papá y mamá. De los cinco, uno es bebé de pecho. De los cuatro que restan, los cuatro están en edad escolar, pero solo dos van a la escuela, los otros dos no asisten por falta de recursos. “Ahora, (con la cuarentena) ni mi esposo trabaja”, dijo la esposa a sus vecinos y clamó ayuda.
Esta familia (sobre)vive en la zona 1 de Mayo de la ciudad de Cochabamba en una habitación en alquiler, y carece de agua potable. Hasta hace unos días, carecía también de energía eléctrica.
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“Nos vinimos del campo (a la ciudad), en el campo no hay quien nos ayude, por eso nos vinimos”, contó la esposa.
Algunos vecinos de la zona 1 de Mayo, un barrio popular de la Llajta, se preocuparon por los miembros de esta familia porque constataron que su precariedad se agravó con la crisis sanitaria que atraviesa el país, lo que obligó al gobierno a dictar una cuarentena hace un mes y es muy probable que la medida se prolongue hasta el 30 de abril.
“Las familias pobres que tienen trabajos eventuales ya no tienen dinero y no reciben bonos”, dijo un vecino a RimayPampa.
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