Andrés Gómez Vela
La presidenta de la CIDOB masista, Melva Hurtado, recibió en un minuto y tres segundos del 3 de junio de 2014 Bs1.000.733 para dos supuestos proyectos. Lo peor, aunque el ministro de Economía Luis Arce diga que es legal (pero en mi criterio es el principio de la corrupción), el dinero que salió del Fondo Indígena, es decir, de tu bolsillo, fue a parar a sus cuentas personales.
¿En cuánto tiempo ahorraría el monto que recibió Hurtado en un minuto y tres segundos un ciudadano que tiene un ingreso mensual de Bs1.656? Veamos. En un año, lograría Bs19.872, apretándose los cinturones al extremo, sólo comiendo tajaditas de aire y sin pagar ni agua ni luz ni internet ni servicio de salud y sin comprarse un solo pantalón o chompa.
Esa misma persona, que comenzó a trabajar a sus 18 años con el salario básico, ahorraría en 10 años, es decir hasta sus 28, Bs198.720, sin destinar un solo peso a la educación y salud de sus hijos. A sus 38, tendría Bs397.440. A sus 48, cuando la salud ya necesita auxilio, sumaría Bs596.160. En 40 años de trabajo, vale decir a sus 58 años, cuando el mercado ya está a punto de decirle adiós, tendría Bs794.880.
Bueno, finalmente, para alcanzar el “milagro” de Hurtado debe trabajar 51 años, lo que significa que a sus 68, cuando la vida ya le está despidiendo, lograría igualar a la afortunada dirigente masista con Bs1.013.472.
Pero Melva Hurtado, no sólo recibió un milloncito, sino Bs22.977.230 en tiempo récord. Para alcanzar esta descomunal suma, la persona del sueldo mínimo, tendría que vivir 1.122 años. En otros términos, el año 3137, cuando ya el ser humano se habrá extinguido o habrá migrado a otros planetas como pronostica Isaac Asimov, llegaría a igualar a la dirigente masista.
El salario promedio en Bolivia, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), es de 2.448, que generalmente es percibida por una persona que terminó una carrera universitaria. Ésta deberá trabajar 35 años para ahorrar el millón de bolivianos. Si laburaran marido y esposa, sumarán los Bs22.977.230 de Melva en 400 años. Es decir, hasta el 2415, cuando seguramente el ser humana habrá poblado Marte y la Pachamama sea un deshecho en el basurero cósmico.
Mi intención, no es marearte con cifras sino demostrar que se te va la vida entre trabajar y ahorrar, lo que a otros les llega fácil y sin ningún esfuerzo más que apoyar la reproducción infinita de una persona y un partido en el ejercicio del poder.
La megacorrupción en el Fondo Indígena no termina en Hurtado ni en los otros dirigentes del MAS. En el libro “Fondo Indígena, la gran estafa”, Manuel Morales Álvarez detectó que entre 2006 y 2014 desaparecieron 727.517.319 de bolivianos. En la publicación, pregunta a la Ministra Nemesia Achacollo, ¿dónde está ese dinero que falta? Hasta hoy, la exministra no responde.
Según datos oficiales, 978 personas vinculadas al MAS se transfirieron el dinero de todos nosotros a sus cuentas personales. Entre los 20 principales suman, 102.898.896 de bolivianos.
Por lo visto, todos los que se repartieron el dinero del Fondo Indígena harán campaña por el SÍ a la reelección, y muy probablemente apoyarán los que ganan Bs1.565 o menos porque aún creen que el peligro para su futuro es la inexistente derecha y no los principales militantes del Movimiento al Socialismo.
Las informaciones, difundidas hasta ahora, demuestran que dirigentes de los llamados movimientos sociales del MAS se repartieron el dinero de los bolivianos, y después que se descubrió el robo, sólo encarcelaron a los cajeros, pero no a los asaltantes.
En el Estado Plurinacional la justicia es selectiva, excluyente y discriminadora, lo que no pasaría en una democracia institucionalizada.
