La única esperanza que queda eres vos

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Andrés Gómez Vela

Recuerdo que días antes del referéndum autonómico del 4 de mayo de 2008 en Santa Cruz, el entonces vocero del gobierno Iván Canelas ofreció financiar la cobertura de ERBOL de las consultas que se venían. Esa vez, mucha gente creía que ERBOL era masista por su respaldo editorial a un momento histórico, no a una persona ni a un partido. Obvio, no acepté.

Si aceptaba, ERBOL perdía independencia y los periodistas íbamos a tener la conciencia hipotecada y la lengua amarrada, y el principal afectado ibas a ser vos porque no te hubiéramos informado con libertad sobre los dos muertos en Caranavi, la marcha del TIPNIS, la mala organización del Censo, los casos de corrupción, los abusos de poder, el fraude en Chuquisaca, etc. 
Posteriormente, visitó ERBOL el hoy exasesor del gobierno, Wálter Chávez, al menos en tres ocasiones, entre el 2011 y 2014,  con el fin de hablar sobre la línea editorial. La respuesta siempre fue la misma: “déjennos hacer periodismo y no bloqueen publicidad estatal por ello”. Y la réplica desde el lado del poder fue confirmada recién por Evo y Álvaro. 
Luego, en una charla por teléfono, la exministra de Comunicación, Amanda Dávila, propuso hablar de la publicidad estatal con el gabinete político. Nunca se concretó la reunión porque no iban a comprender (como no pasa hoy) que el artículo 13.3 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos establece que “no se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales (…) de frecuencias radioeléctricas (…) o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones”.
Tampoco iban a respetar, pese a que lo escribieron ellos mismos, el artículo 14.III de la Constitución, que obliga al Estado a garantizar el ejercicio de los derechos, entre ellos a la información y la libertad de expresión escrito en 11 de sus artículos. 
Quizás entiendan, pero no quieren periodistas libres que produzca información, defiendan pluralismo y diversidad de ideas democráticas.
Un periodista condicionado, intimidado, presionado, sobornado, censurado o autocensurado, no te informará; casi siempre esconderá los hechos que afectan a quienes le pagan o atemorizan y maquillará la buena imagen de éstos. Y otra vez el principal perjudicado serás vos, que no tienes tiempo para buscar todas las informaciones. 
Dirás, ¿por qué no buscaron otras fuentes de financiamiento? Te respondo: ¿cómo crees que ERBOL sobrevivió en los últimos cinco años? Pero, al ver que no se arrodillaba decidieron la asfixia definitiva. He aquí las pruebas:
1) Expulsó a la ONG danesa Ibis porque contrataba los servicios de ERBOL para hacer cuñas sobre derechos indígenas, de mujeres y socialización de la Constitución (nada conspirador). Esta acción atemorizó a otras ONG.
2) Presionó a la cooperación alemana para retirar publicidad de ERBOL digital. Denuncie este hecho, cuando era Director, a los representantes de la GIZ.
3) Obligó a la Gobernación de Pando a retirar la publicidad que había pauteado. 
4) Atemorizó a empresarios privados, a tal punto que al menos una decena preguntaba: “¿cómo se lleva ERBOL con el gobierno? Porque no quiero tener problemas con Impuestos, Defensa del Consumidor o Ministerio de Trabajo”. 
5) Instruyó desde el ministerio de Comunicación una campaña contra ERBOL aprovechando el caso de un trabajador que plagió la Página Digital y noticias, hizo cobros irregulares a sus compañeras y compañeros, quienes denunciaron el caso al Ministerio de Trabajo, pero ese despacho nunca mandó un inspector. 
¿Cómo sobrevivir ante este cerco totalitario? La única esperanza eres vos, dispuesto a defender tu derecho a estar informado verazmente, sin injerencia gubernamental, ni censura previa supuestamente destinada a eliminar las informaciones que serían mentiras a criterio del censor. 
Sí, tú, que no aceptas monopolios públicos o privados sobre los medios de comunicación para intentar moldear la opinión pública según un solo punto de vista. 
Sí, tú, que sabes bien que la calidad de la democracia depende de la calidad de la información y la calidad de la información depende de la libertad y calidad del periodista.

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