Agencias.- La represión del régimen de Daniel Ortega contra las protestas ciudadanas, desde abril del 2018 a la fecha, hizo retroceder a Nicaragua en los principales indicadores sobre libertades civiles, pasando a ser parte del grupo de países donde más se violan los derechos humanos, según la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
El centro de pensamiento destaca en su último reporte que organismos internacionales como Freedom House y otros colocaron a Nicaragua en un listado de naciones donde más se retrocedió en los derechos a las libertades civiles de su población.
Es tal el deterioro que, según Freedom House, el país superó a Venezuela y Serbia cuyas poblaciones sufren crisis humanitarias y conflictos armados causados por las políticas dictatoriales de sus gobernantes.
“Nos ganamos el primer lugar en el mayor retroceso para el ejercicio de los derechos políticos y las libertades, de los más de 190 países evaluados. Lo principal que resalta el informe es que todos los derechos civiles, de asociación, expresión, el pluralismo político mostraron serios deterioros”, indicó Funides.
El organismo resalta que, si bien la crisis sociopolítica que existe desde hace más de once meses, tiene su punto álgido con la brutal represión de la Policía Orteguista y los paramilitares contra la población que salió a las calles a exigir la salida del poder de Ortega, y el origen es el deterioro del sistema democrático en los últimos años.
Sobre Nicaragua previo al 2018 en los informes internacionales se asociaba el problema democrático a las irregularidades en los procesos electorales. Esa visión cambió con la evidencia de los abusos a los derechos humanos por parte del régimen al pueblo, que se profundizan con las condenas a los líderes de las manifestaciones, la negación de los permisos a las marchas y la restricción a la libertad de prensa.
Funides llamó la atención que en el informe anual sobre Estado de Derecho de la organización World Justice Project, Nicaragua está en el puesto 114 de 126 países. “En este ranking vamos retrocediendo desde hace seis años. Llama la atención que estamos a nivel de Uganda, Pakistán y Afganistán”, cuestiona Funides.
El reporte revela que el deterioro en los indicadores sobre el estado de derecho “reflejan un serio problema y es la falta de independencia del sistema integral de la justicia a la influencia del Gobierno”.