Nelson Martínez, ex presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), murió el miércoles tras un año de arresto en la cárcel por presunta corrupción. El exfuncionario, acusado de irregularidades en la refinanciación de la deuda de Citgo, una filial de la petrolera en Estados Unidos, falleció sin haber sido condenado por un tribunal. Tenía 67 años y padecía una enfermedad crónica que empeoró durante su estadía en prisión.
Martínez se encontraba detenido en la sede de la Dirección de Contrainteligencia Militar, en Caracas, desde el 30 de noviembre de 2017. Ese día fue capturado en su casa, prácticamente al mismo tiempo fue arrestado Eulogio del Pino, ex ministro de Petróleo, por otros oficiales armados y con capuchas. Los gestores ya sospechaban que serían perseguidos por las autoridades. Horas antes, Del Pino había dejado un mensaje grabado donde pedía al Gobierno de Nicolás Maduro respetar su “derecho a la legítima defensa” y así explicar las decisiones que él refrendó en su gestión.
El fiscal general venezolano, Tarek William Saab, mostró entonces un vídeo del momento en el que se produjeron los arrestos, mientras detallaba sus supuestos delitos. A Martínez lo acusó de incurrir en presuntas irregularidades en la firma de un contrato de refinanciamiento de deuda de la filial Citgo sin el beneplácito del Ejecutivo.
El Ministerio Público negó que haya fallecido en la cárcel. “Hasta el último momento […] recibió el tratamiento y la atención médica requerida en un centro de salud donde permanecía internado”, agregó en un comunicado. No obstante, Rafael Ramírez, presidente de PDVSA durante una década y exministro de Petróleo, expresó su “indignación” por la muerte de Martínez. “Secuestrado y maltratado durante un año por órdenes de Maduro que sabía de su enfermedad crónica. Lo humillaron y le negaron su derecho a la defensa y a la vida. Maduro tú eres el responsable”, escribió en su cuenta de Twitter.
10 días internado en un hospital militar
La periodista Sebastiana Barráez, especializada en temas militares, informó de que el prisionero llevaba 10 días internado en el Hospital Militar de Caracas. “Hace algunos años […] lo operaron del corazón, pero estando detenido no le permitieron ningún chequeo médico. Se le contaminó una válvula del corazón y le dio una septicemia con falla renal, hepática, cardíaca, cerebral y circulatoria. Los médicos habían dicho a los familiares que no sobreviviría porque estaba muy complicado”, relató.
Martínez, un químico con cinco postgrados en universidades internacionales, tenía una amplia trayectoria profesional. Su carrera comenzó en Intevep, una filial de la estatal encargada del área tecnológica, en 1980. Con el chavismo alcanzó la cumbre: el Gobierno lo designó jefe de Citgo en 2013, Maduro lo nombró ministro de Petróleo en enero de 2017 y, siete meses después, presidente de PDVSA.
Fue sustituido por el mayor general Manuel Quevedo, carente de experiencia en materia energética, cuatro días antes de su encarcelamiento. Maduro advirtió de que haría una reestructuración completa de la petrolera después de anunciar la remoción de Martínez.
Por esos días habían detenido a 65 ex altos cargos. Además, la Fiscalía reveló que había abierto una investigación por corrupción contra Rafael Ramírez, uno de los hombres de mayor confianza de Chávez, que se autodenomina un perseguido político desde el año pasado.
El desfalco en la petrolera es escandaloso. A finales de octubre, la justicia estadounidense condenó a 10 años de prisión a Matthias Krull, un exejecutivo de banca, tras admitir su culpabilidad en la colaboración con una red para blanquear 1.200 millones de dólares procedente de fondos malversados de la industria petrolera.
