Luego de una temporada de inundaciones, y ahora con una previsión de sequía, comunidades del Territorio Indígena Multiétnico (TIM), en la Amazonía Sur, comienzan a instalar sus parcelas productivas con sistemas agroforestales sucesionales (SAFS) que se producen con base en los “chacos sin quema”. Las familias de las comunidades Santa Rosa del Apere, San Miguel del Apere y El Retiro prevén tener maíz hacia octubre, cuando aún no es frecuente en los mercados.
Aunque el cauce de los ríos estaba desbordado y había subido hasta en cuatro metros por las lluvias en la Amazonía en mayo, a julio el nivel había bajado de manera abrupta y se podía comenzar con las primeras parcelas en el territorio de los llanos de Mojos.
“Nuestro objetivo es implementar 30 nuevos SAFS, tanto en el TIMI (Territorio Indígena Mojeño Ignaciano) como en el TIM hasta concluir la presente gestión”, dice Cristina Cari, agrónoma del CEJIS en San Ignacio de Mojos. En el TIM, la Subcentral Indígena del territorio seleccionó a las comunidades Santa Rosa, San Miguel y El Retiro, con cinco familias en las dos primeras, por ahora, para replicar la experiencia que se aplica hace ya algunos años en el TIMI.
Los sistemas agroforestales tienen base en el chaqueo sin quema, es decir la preparación del suelo sin recurrir a la roza, tumba y quema de monte, sino al derribo de los árboles y arbustos de la parcela y el troceado de los restos para que puedan incorporarse al suelo aportando nutrientes.
El inicio del proceso en el TIM representa un avance importante pues es la primera experiencia de implementación de SAFS en la jurisdicción del recientemente constituido gobierno autónomo indígena de base territorial en la Amazonía Sur de Bolivia (GIA TIM).
Así que ahora, en el TIM, se cuenta con dos primeros SAFS en San Miguel del Apere, a orillas del río Apere y en la Laguna Luna, con un total de 1,25 hectáreas. “Este lunes hemos terminado de implementar otros dos SAFS en Santa Rosa del Apere, con 1 hectárea en total”, dice Cristina Cari.
La previsión es llevar adelante los SAFS en las comunidades El Retiro, Santa Ana de Moseruna, Monte Grande y Kilómetro 100, sin embargo, este proceso iniciará en octubre porque por ahora “no hay humedad suficiente”.
«Se empieza con plátano, yuca, maíz y frijol, pero justamente por la época ellos tienen una expectativa en el maíz. Estamos en julio (siembra), agosto y octubre, van a tener maíz o choclo cuando nadie tenga, entonces van a tener un poquito mejor precio y van a poder tener un poquito más de ganancias”, explica Cari.
Con ayuda de los vecinos
“Se está empezando a quemar” en la región, comenta la técnica del CEJIS, refiriéndose a los llanos de Mojos. “No tanto de parte de las comunidades, sino de los ganaderos. Ya se ve quemar los pastizales y eso en cualquier momento se desborda y va hacia las comunidades”, aclara.
La diferencia de la implementación de SAFS en el TIM es que se lleva a cabo aprendiendo de la experiencia de sus vecinos del Territorio Mojeño Ignaciano, que han adoptado la producción en sistemas agroforestales hace por lo menos cuatro años.
Los productores del TIMI, «con sus sistemas, han sido quienes han charlado, quienes han dicho: ‘yo he implementado, así he puesto esto, he hecho esto, estos son los resultados’”, describe Cristina Cari.
“En general, para ellos es un sistema nuevo porque sembrar en agosto o en julio no es normal, y también sembrar bajo el sistema de chaqueo sin quema, porque ellos están acostumbrados a ver el suelo pelado sin nada y verlo cubierto de troncos de ramas de hojas no es normal”, dice. Es un trabajo de 5 a 6 días con 7 u 8 personas para habilitar nuevos sistemas agroforestales en base a chaco sin quema.
Camino recorrido
Hasta el momento, la instalación de nuevas parcelas permitió al CEJIS avanzar en la consolidación de la experiencia alcanzando un total de 39 parcelas de SAFS, de las cuales 24 están en el TIMI y 15 en el Territorio Movima, en una superficie de aproximadamente 20,7 ha en la Amazonía sur.
La instalación de los sistemas agroforestales en el TIMI y Movima han mejorado las condiciones de vida de 10 familias. Para finalizar el año 2024, había un total de 40 familias beneficiarias (25 en el TIMI y 15 en el Movima). También en esa gestión, solo en el TIMI, los ingresos económicos por la comercialización de los productos (maíz, yuca, plátano y frejol) provenientes de los SAFS fueron de un total de 19.913 Bs en 10 parcelas instaladas.
La experiencia tiene repercusiones también a nivel de los recursos naturales. Así lo muestra un análisis de suelos, en Territorio Movima, comparado entre los años 2022 y 2024. El Centro de Investigación Agrícola Tropical (CIAT) identificó una mejora significativa en la acidez del suelo, con lo que los SAFS muestran que una mayor diversidad de cultivos mejora la calidad del suelo, favoreciendo su estructura, el contenido de materia orgánica y la disponibilidad de macro y micronutrientes, entre otros factores clave.
ODPIB-CEJIS