Alejandro Almaraz estaba parado la tarde del 26 de diciembre del año que recién terminó en la puerta de la sede de Justicia y Paz, ubicada en la esquina de las calles 25 de Mayo y Bolívar en la ciudad de Cochabamba. Aceptó hablar con RimayPampa sobre su paso por el Movimiento al Socialismo (MAS) y el gobierno que está instalado en Palacio desde hace 13 años.
Contó que se dio cuenta que el MAS es de Evo Morales y no del pueblo entre 1999 y 2001, cuando fue parte de la primera dirección de ese partido, y que por esa razón renunció, pues, “no tenía tiempo para actuar de florero”.
La mañana del 26 de diciembre, Almaraz (foto de George Komadina) se declaró en huelga de hambre, medida que mantiene hasta hoy, en suma, contra el Presidente al que colaboró como Viceministro de Tierras, entre 2006 y 2009, y de quien luego se decepcionó por diferentes motivos, entre ellos: su autoritarismo, su cobardía, su ambición por eternizarse en el poder, su inconsecuencia.
Sin embargo, señaló que el primer gobierno del MAS fue productivo, al menos en materia agraria, y que si tuviera la oportunidad de retroceder el tiempo, lo volvería a integrar, aunque con un perfil más crítico para evitar lo que posteriormente vino: la decadencia.
Alejandro, hijo de uno de los pensadores más influyentes del siglo XX, Sergio Almaraz, no sospechó siquiera que el día que decidió formar parte del gobierno del MAS iba a contribuir a erigir a un “dictador”. En alguna medida, se siente culpable por no haber impulsado una visión más crítica desde el mismo gobierno.
En la conversación con RimayPampa, el exviceministro de Tierras aseguró que Evo Morales, en su condición de Presidente de Bolivia, ordenó reprimir a los indígenas en Chaparina en septiembre de 2011 y que por “cobarde” se negó a admitir su responsabilidad.
También dijo que las dictaduras de Cuba y Venezuela asesoran al gobierno del MAS, “dándole una inteligencia no solamente como aparato represivo, sino como inteligencia política”.
Vea aquí la entrevista a Alejandro Almaraz:
