El peor ataque de armas químicas en años deja decenas de muertos en Siria

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Por ANNE BARNARD  4 de abril de 2017

BEIRUT, Líbano – El peor ataque con armas químicas sucedido en Siria en los últimos años mató a decenas de personas, incluidos niños y mujeres, en la provincia norte de Idlib, según los testimonios de médicos, rescatistas y testigos. El ataque con gas fue responsabilidad del gobierno, según corroboraron diversas fuentes.

El cuerpo de un niño tras un ataque de gas reportado en el pueblo de Khan Sheikhoun en la provincia rebelde de Idlib. Ammar Abdullah
Unas horas después, la clínica donde las víctimas recibían tratamiento fue el blanco de otro ataque aéreo.
Numerosas fotografías y videos fueron publicados en línea por activistas y residentes; muestran a niños y adultos ahogándose y batallando para respirar o que yacen inmóviles en el lodo mientras los rescatistas les echan agua con mangueras.
Los cuerpos de al menos diez menores de edad estaban apilados en el piso o debajo de colchas. El ataque parece haber sido el más grande y mortífero desde agosto de 2013, cuando murieron más de 1.000 personas por el uso de gas sarín en un suburbio de Damasco. Ante la condena internacional, el presidente Bashar al Asad aceptó deshacerse de las armas químicas que hasta entonces negaba tener bajo un acuerdo ruso-estadounidense.
Desde entonces, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, que monitoreaba el desarme, dijo que el gobierno sirio había usado gas cloro tres veces en 2014 y 2015, en violación del tratado. Rebeldes, doctores y activistas antigubernamentales han denunciado otros ataques con gas cloro, incluidos dos durante la última semana de marzo.
La organización de rescate de los Cascos Blancos dijo que buena parte de los 50 muertos y 250 heridos que contabilizó eran niños. Radi Saad, que escribe reportes sobre varios incidentes para el grupo, dijo que los voluntarios llegaron al sitio sin saber que había un agente químico y que cinco de ellos fueron expuestos a la sustancia.

Víctimas reciben tratamiento en un hospital improvisado. Ammar Abdulah

El gobierno de Donald Trump había sugerido tras tomar posesión que la salida del presidente Bashar al Asad no sería prioridad y que el principal propósito de Washington en Siria sería combatir al Estado Islámico.

La Casa Blanca culpó al gobierno sirio y calificó el ataque de este martes como un acto “censurable” que “no puede ser ignorado por el mundo civilizado”. Aunque el portavoz Sean Spicer indicó que “no hay una opción fundamental para un cambio de régimen” en Siria por la “realidad política” del país.
La Unión Europea y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan condenaron el ataque y también culparon al régimen de Asad. Francia pidió una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Aunque el uso de gas cloro se ha vuelto prácticamente rutinario en el norte de Siria, este vez fue distinto, dijeron testigos y trabajadores sanitarios. Los ataques con gas cloro usualmente matan a algunas personas en un espacio delimitado y el gas se disipa rápidamente.
Esta vez, las personas colapsaron al aire libre y en mayores cantidades. Los síntomas también fueron distintos: incluyeron una contracción de las pupilas que caracteriza el uso de agentes nerviosos y otras toxinas prohibidas. Un médico publicó un video en el que el ojo del paciente tiene una pupila del tamaño de un punto.

Personas que fallecieron por el ataque con armas químicas. Ammar Abdulah

Varias personas se enfermaron simplemente por entrar en contacto con las víctimas; un rebelde en la zona de Idlib, Yasser Sarmani, dijo que colapsó tras llegar a la escena en su motocicleta.

“Cuando manejaba contra el viento comenzaron a arderme los ojos y sentía que me sofocaba”, dijo. “La gente estaba corriendo y colapsando en el piso. Fue una escena cruel. En ese momento me desmayé”.

Dijo que despertó una hora después en la clínica tras recibir inyecciones y oxígeno. “Había niños en todas partes del piso, algunos muertos y otros esforzándose para respirar. El sonido que hacían era fuerte; echaban espuma por la boca”.
Además de la asfixia y los fluidos en los pulmones que causaron espuma, los síntomas incluían espasmos y parálisis, según el director del departamento de Salud de Idlib.
“Es un acto horripilante”, dijo. “El mundo sabe y está al tanto de lo que está sucediendo en Siria y estamos listos para presentar las pruebas a laboratorios que evidenciarán el uso de los gases”.
Colaboraron en este reportaje: Hwaida Saad desde Beirut, Maher Samaan desde París, Michael D. Shear desde Washington y Karam Shoumali desde Estambul.

Fuente: New York Times

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