El País
Mientras millones de ciudadanos estaban entretenidos gastando dinero en el Día del Soltero, el Black Friday chino, el mayor festival de compras online del mundo, la élite política de la segunda potencia mundial se reunía por cuarto día consecutivo para cerrar la sexta sesión plenaria del XIX Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh).
A puerta cerrada, como hacen cada año, los políticos más poderosos de China se han reunido en torno al máximo órgano de gobierno para dar forma a las políticas de futuro. A falta de que trasciendan medidas concretas fijadas en la sesión, lo único seguro es que todas ellas estarán dirigidas por el presidente Xi Jinping.
«El Partido Comunista anuncia que tener al líder Xi Jinping como su núcleo es de importancia decisiva para promover la causa del partido y el rejuvenecimiento de China», reza un largo comunicado publicado por la agencia estatal Xinhua al cierre de la sesión del jueves. El texto, supervisado por los líderes chinos, prepara el escenario para que Xi rompa con el precedente y tome un tercer mandato en el importante congreso del PCCh que se celebrará en otoño del año que viene.
Xi, a pesar de haber eliminado los límites del mandato presidencial, tiene 68 años y supera la edad de jubilación obligatoria para los miembros del Politburó. Para convertirse en presidente vitalicio necesita una resolución que avale su continuidad al frente de China. Eso es precisamente lo que se ha aprobado esta semana en Pekín, la llamada «tercera resolución histórica». Hace más de 40 años que no se aprobaba ninguna.
En la «primera resolución histórica», que data de 1945, cuatro años antes de la fundación de la República Popular, era Mao Zedong el protagonista, que utilizó el poder otorgado por su partido para condenar a sus rivales por el trono del partido y preparar el escenario para convertirse en el líder supremo.
La «segunda resolución histórica» llegó en 1981 de la mano de Deng Xiaoping, quien cerró el oscuro capítulo de la Revolución Cultural rompiendo con las desastrosas políticas sociales del maoísmo, para dar paso al «socialismo con características chinas» y sentar las bases para la era de «reforma y apertura» que llevaría a China a convertirse en la gran economía que es hoy en día.
El comunicado de la agencia Xinhua hace un repaso por la historia de los 100 años del PCCh, evaluando a los cinco líderes que han ocupado el trono de Pekín: Mao Zedong, Deng Xiaoping, Jiang Zemin, Hu Jintao y Xi Jinping. Para todos hay buenas palabras, pero el que más espacio ocupa en el texto es Xi, quien ya es el líder más poderoso de China desde Mao Zedong.
«En la sesión, el Comité Central explicó que una revisión de los principales logros y la experiencia histórica del Partido durante el siglo pasado era necesaria para iniciar un nuevo viaje para construir un país socialista moderno, apoyar y desarrollar el socialismo con características chinas en la nueva era y defender decididamente la posición central del camarada Xi Jinping en el Comité Central y en el partido en su conjunto, así como defender la autoridad del Comité Central y su liderazgo centralizado y unificado para garantizar que todos los miembros del Partido actúen al unísono», reza el comunicado.
«En la sesión se destacó que los comunistas chinos, con el camarada Xi Jinping como su principal representante, han establecido el Pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas para una nueva era sobre la base de la adaptación de los principios básicos del marxismo a las realidades específicas de China y su delicadeza», continúa.