Agencias.- El chavismo ha decidido adelantar varios meses las elecciones presidenciales de Venezuela, que debían celebrarse a finales de este año 2018, a través de un decreto que ha sido aprobado en la Asamblea Nacional Constituyente en el que se establece que los comicios deben celebrarse antes del 30 de abril.
Diosdado Cabello, jefe militar de la revolución, ha propuesto el adelanto electoral de las elecciones presidenciales tras las sanciones impuestas por la Unión Europea.
El chavismo elegirá el día más conveniente en las próximas semanas, con fecha tope el 30 de abril.
«Si el mundo quiere aplicar sanciones, nosotros aplicaremos elecciones», arengó Cabello desde el púlpito de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
«Facilito ganar elecciones aquí, van 24, acudimos siempre a la sabiduría del pueblo», añadió el número dos de los bolivarianos, quien dejó claro que el único candidato del chavismo es Nicolás Maduro.
Para reforzar sus palabras, recordó las ya empleadas por Hugo Chávez en diciembre de 2012. «Tendremos un solo candidato para continuar la revolución, con un proyecto de patria», culminó el delegado constituyente, quien se encuentra entre los sancionados de ayer por la UE.
La propuesta de Cabello se convertirá sin duda en un nuevo decreto de la ANC, tras las habituales aclamaciones de sus delegados y con el visto bueno de Delcy Rodríguez, su presidenta.
Cabello esgrimió varias excusas para justificar un adelanto electoral que ya Maduro barruntó el año pasado, tras las tres elecciones ganadas a la fuerza por el bloque revolucionario. La Constitución Bolivariana marca que las presidenciales se deberían celebrar a finales de año, pero la ANC se ha otorgado a sí misma poderes absolutos para decidir todos los destinos de un país quebrantado.
Entre los motivos aparece también la no asistencia de la Unidad Democrática al diálogo de Santo Domingo de la semana pasada, tras los «400 llamados del presidente al diálogo y las excusas fútiles de la oposición». La MUD se negó a acudir a la capital dominicana después de que el ministro de Interior, Néstor Reverol, señalara a uno de sus integrantes como el chivato que habría desvelado el escondite de Óscar Pérez. El policía rebelde, cinco de sus compañeros y la novia de uno de ellos fueron asesinados durante la toma de su refugio en El Junquito, un barrio de Caracas.
El adelanto electoral sucede en el peor momento para la oposición, sin primarias, sin candidato y rota por el rodillo revolucionario y por sus propios errores. Leopoldo López y Henrique Capriles, sus dos líderes principales, están bajo arresto domiciliario el primero e inhabilitado el segundo, por lo que no pueden presentarse a las elecciones.
