Caso jaguares: 18 mil firmas y dos cartas exigen cárcel de seis años para traficantes chinos

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El Colegio de Biólogos de La Paz junto a diferentes colectivos autónomos, activistas,
ambientalistas y Sociedad Civil se encuentran haciendo seguimiento al caso para exigir la pena máxima a los acusados de
tráfico de partes del jaguar boliviano.
La Paz, 29 de noviembre.-Colectivos autónomos, activistas, ambientalistas y Sociedad Civil autoconvocada entregó dos cartas que se suman a las 18 mil firmas recolectadas en los últimos 10 meses que exigen una respuesta del Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA), a su apelación por la sentencia en el caso de tráfico de los colmillos del Jaguar Boliviano.
“Estuvimos durante 10 meses en constante movilización y recolección de más de 18.000 mil firmas en libros notariados para exigir que este juicio reciba la penalidad máxima y no quede en la impunidad”, explico la feminista y activista, Norka Paz.
A este cometido también se sumó el Colegio de Biólogos de La Paz.
«Estamos exigiendo al Ministerio de Medio Ambiente y Agua se pronuncie hasta mañana 30 de noviembre y apelen este caso donde  la sanción debe ser por igual para ambos y de seis años», acotó Paz quien también informó que junto a las cartas se entregaron 1.400 firmas digitales recolectadas en un día en apoyo a la misma causa.
Las cartas fueron presentados este 28 de noviembre en las instalaciones del MMAyA, fueron 10 meses que tardaron en la recolección de las firmas, el mismo tiempo que duraron las 12 audiencias canceladas por el caso de tráfico de 180 colmillos de jaguar, entre otras partes, indicaron representantes del Colegio de Abogados de La Paz.
El Jaguar es el felino
más grande de América, su presencia indica el estado de salud del ecosistema en
que habita, ya que es un “regulador natural” y mantiene el equilibrio de
poblaciones silvestres de las cuales se alimenta. También es considerada una
«especie paraguas» porque al conservar a esta especie, se conservan
muchas otras que cohabitan en el mismo territorio, debido a que necesita
«Cuando un gran
depredador desaparece comienzan a suceder fenómenos en cadena que
desestabilizan los ecosistemas llevándolos al deterioro: aumento de animales
presa y posible extinción de otras especies», señala el sitio
especializado Natural Zone.
Según Paz, considerando
que el jaguar está presente en 16 de las 22 Áreas Protegidas de Bolivia, al
protegerlo se está directamente abogando por los ecosistemas en que habita y  fuentes de agua, entre otros.
“Por ejemplo en las áreas
protegidas de nuestro país que se encuentran en constante asedio extractivistas
el jaguar es pieza clave y transversal en evidenciar los crímenes a la Madre
Tierra”, indicó Paz.
Debido a que los
jaguares tienen una taza de reproducción lenta -tienen crías cada 2 a 3 años-, matar
jaguares implica una drástica reducción de sus poblaciones.
Según los últimos
registros de tráfico de jaguares vivos, proporcionados por los colectivos ambientalistas,
sus partes y /o productos sufren una fuerte amenaza creada por una demanda en el
mercado negro nacional e internacional.
“Esto sumado a otras
amenazas como son la destrucción de su hábitat, disminución de sus presas,
conflicto con ganaderos,   los jaguares podrían encontrarse en peligro de
extinción en pocos años”, finaliza.

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