Tras un análisis de cada país de Sudamérica, Guzmán destaca el serio incremento de la intensidad de emisiones en Bolivia (2,7% por año), lo que coloca al país como la economía de más alta intensidad de emisiones de la región, pero no es el país que más contamina (hay economías más grandes como Brasil o Argentina).
“Es decir, Bolivia es el país que emite la mayor cantidad de CO2 (dióxido de carbono) por cada unidad de riqueza generada en la región; en 2014 alcanzó un valor de 808 toneladas de dióxido de carbono por cada millón de dólares de PIB (808 tCO2/M$us)”, indica Guzmán en el libro “Discursos y realidades, matriz energética, política e integración”.
Según el investigador del CEDLA, este deterioro se atribuye, principalmente, a dos factores: 1) La importancia del sector del transporte en el consumo de energía (de origen fósil: diésel, gasolina) y; 2) la pérdida de productividad de la economía boliviana.
En el extremo opuesto de la contaminación se encuentra Colombia. “La intensidad de emisiones en ese país se redujo a razón de -2,1% por año y alcanzó en 2014 un valor de 213 tCO2/M$us, muy por debajo del valor regional”, puntualiza Guzmán.
En esta evolución influyeron una mayor productividad energética de la matriz colombiana y la disminución del consumo de carbón mineral en la generación de electricidad.
Respecto a Brasil, Guzmán dice que posee una de las más bajas emisiones de la región por cada dólar producido (198 tCO2/M$us) y que es sólo superado por Uruguay. “Su ligeero incremento (0,3%) debe atribuirse al ingreso masivo de gas natural en la generación de electricidad.