Foto: El País eN Arturo Fernández de El País de Tarija (https://goo.gl/cxLWGx) Es la una de la tarde de un martes juliano, las calles de la ciudad que en otrora fue la que percibía mayores ingresos económicos del país, están prácticamente vacías. Las pocas tiendas comerciales están cerradas y las que permanecen abiertas están en silencio. Por la plaza principal se ve a un grupo de músicos que se afana en afinar sus instrumentos y deleitar con su música a los comensales, de las únicas tres mesas ocupadas de una “gran kermesse solidaria”. El calor típico de estas tierras cambió