Max Baldivieso – El panorama del litio y el papel de Bolivia  en el cambio de la matriz energética

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La disputa por el control de los yacimientos, la explotación, industrialización y comercialización del litio se ubica en el centro de los intereses por la hegemonía tecnológica y energética mundial. Por este motivo, aquí se proporciona información sistematizada sobre la situación legal, económica y geopolítica del metal alcalino en la región latinoamericana. Para ello se ha considerado a los países que poseen yacimientos de este mineral blando. Estos son Bolivia, Argentina, Chile, Perú, México y Brasil.

El mundo está encaminado al cambio de la energía fósil, principalmente proveniente del petróleo y sus derivados, por energías alternativas como la solar. Sin embargo, la transición requiere materiales de almacenamiento de energía para automóviles eléctricos, maquinaria industrial, agrícola, etc.

Por sus altas cualidades para almacenar energía, el litio es un recurso estratégico internacional y Bolivia tiene los mayores yacimientos de este metal.

Se estima que estos alcanzan a una cuarta parte de las reservas mundiales (24,6%), con 21 millones de toneladas en sus yacimientos de Uyuni, en Potosí, con 10.582 km²; Coipasa, en (Oruro, con 3.300 km², y Pastos Grandes, en Potosí, con 118 km².

En los últimos 12 meses, el precio del carbonato de litio de alta ley (99,5%) se ha incrementado en 351,83%. De 16.363 $us/T (dólares la tonelada), en agosto de 2021, a 71.953 $us/T en agosto de 2022.

El ambiente de guerra entre Ucrania y los aliados de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) contra Rusia ha elevado considerablemente el precio del petróleo y del gas natural (100 $us/barril) por las restricciones impuestas entre los bandos.

Esto ha acelerado la búsqueda de fuentes alternativas de energía para automóviles y ha acrecentado la demanda de litio para baterías en el mercado mundial.

La buena noticia es que los mayores yacimientos y reservas mundiales de este metal están en la región, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.

En efecto, el “triángulo de litio”, formado por Bolivia, Argentina y Chile, concentra el 55% de las reservas mundiales y el 85% de depósitos en salmuera. Por tanto, Bolivia tiene gran potencial para abastecer la creciente demanda del metal en el mundo.

Las exportaciones bolivianas de carbonato de litio se reactivaron en 2021 a niveles muy superiores a los de la prepandemia.

En 2021, la principal vía de salida para las exportaciones de carbonatos de litio fue Antofagasta-Ollagüe-Uyuni. Ese año Bolivia exportó a tres países, el principal Rusia, con el 44% del total; seguido de China, con 40%, y Estados Unidos, con 16%.

El mayor exportador mundial de carbonatos de litio en 2021 fue Chile, seguido de China y Países Bajos. El mismo año Bolivia exportó casi 10 millones de dólares y se posicionó entre los 10 principales exportadores.

Los expertos tienen la idea de que la guerra en Ucrania no tendrá final cercano. Con esto y los compromisos de las principales economías del mundo para la transición a “sociedades postfósiles”, se prevé la continuidad de precios favorables del litio.

La Estrategia de Industrialización del Litio de Bolivia contempla tres fases: i) investigación y pilotaje, ii) producción industrial y iii) producción de materiales catódicos y baterías.

Mediante esta estrategia, desde 2008 Bolivia completó con tecnología propia la cadena productiva de baterías a nivel piloto.

En la etapa de producción industrial se instaló la planta de cloruro de potasio con capacidad de 350.000 T/año, que entró en operación en 2018. En 2022 se preve la entrega de la planta industrial de carbonato de litio con capacidad de 15.000 T/año y que empezará a operar en 2023.

Con estos datos, y dado el ambiente favorable de precios en el mercado mundial, la producción de carbonato de litio pondrá a Bolivia entre los principales productores de este mineral, sitial por encima de China, que produce 14.000 T/año, y solo después de Australia y Chile, que producen 55.000 T/año y 26.000 T/año, respectivamente.

Por tanto, Bolivia podría recibir cada año hasta 1.068 millones de dólares por la venta de carbonato de litio desde 2023.

Este es el beneficio inmediato, sin considerar la nueva fase de la estrategia, que es la incorporación de tecnologías de “extracción directa de litio”, con la adhesión de los salares de Coipasa y Pastos Grandes para la industrialización, un salto cualitativo en la cadena de producción.

La demanda de litio crecerá en el mundo. Muchos países han puesto fechas para la prohibición de la venta de automóviles con motores de combustión interna a gasolina o diésel.

En esto se destacan China, cuya prohibición será desde 2040; India, en 2030, y la Unión Europea, en 2035, entre otros.

En América Latina, México anunció que en 2050 entrará en vigencia la prohibición de venta de automóviles que no sean eléctricos. Este país comercializará desde 2023 los vehículos eléctricos Quantum, hechos en Bolivia.

Además, el incremento de los precios del petróleo por la contienda geopolítica incentiva a la incorporación acelerada de más países y mercados a la conversión de automóviles y maquinaria eléctrica con baterías de litio.

Por tanto, la demanda de litio tiende a crecer y a fortalecer el valor de este mineral en los principales mercados del mundo.

Las tecnologías de extracción directa del litio (EDL) representan un salto cualitativo en la industria a nivel mundial.

Los métodos de producción de litio más comunes en salmueras utilizan evaporación natural en Chile, Argentina y Bolivia. Las tecnologías EDL permiten romper la dependencia de las condiciones climáticas de los métodos de evaporación, además, reducen los tiempos y mejoran los niveles de recuperación del litio.

Las EDL no solo permitirán a Bolivia afianzarse entre los principales productores mundiales de litio, sino que el país será referente del nuevo paradigma tecnológico en esta industria.

En efecto, las tecnologías EDL son parte de la nueva fase de la Estrategia Boliviana de Industrialización del Litio, con incorporación de los salares de Coipasa, en Oruro, y Pastos Grandes, en Potosí, para la producción.

El 15 de junio, el Estado Boliviano anunció que seis empresas de China, Estados Unidos y Rusia acreditaron tecnologías EDL factibles y aplicables en los salares Uyuni, Coipasa y Pastos Grandes. Además, Yacimientos del Litio Boliviano (YBL) buscará alianzas con dichas empresas para arrancar esta nueva fase.

Por tanto, las tecnologías EDL serán muy beneficiosas para Bolivia en la geopolítica del Litio.

Max Baldivieso es periodista

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