Por: Alfredo Zaconeta Torrico*
Para muchos traspapelados, que no comprenden a lo que nos vamos exponiendo como país, acá en breves líneas explicamos algo urgente de comprender, y porque aseveramos de que vamos ingresando a un sistema fascista.
A su inicio el MAS se abanderó de reivindicaciones legitimas, reivindicaciones que muchos apoyamos; al transcurrir un breve tiempo, estas se deslegitimaron, porque empezaron a responder a intereses, personales, sectoriales y los viejos enemigos del MAS como los agroempresarios, e industriales del oriente, se volvieron parte de su estructura. Hoy esta estructura masista, es la que pretende perpetuarse en el poder a cualquier costo, así sea rifando la democracia, manipulando datos, provocando fraude y convulsión.
El fascismo creado por Mussolini, fue una ideología y movimiento político que propugnó un estado de carácter totalitario y antidemocrático.
En los rasgos del fascismo encontramos la exaltación de valores como la patria o grupo étnico, para mantener permanentemente movilizadas a las masas, con un fuerte componente de militarismo.
Atento con esto, el fascismo se caracteriza por eliminar el disenso, se sustenta en una rígida disciplina y un apego total a las cadenas de mando. Exhibe un nacionalismo fuertemente identitario con componentes victimistas, que conduce a la violencia contra los que se definen como enemigos.
Los fascistas creen que la democracia liberal es obsoleta y consideran que la movilización completa de la sociedad en un Estado de partido único totalitario, que haga frente a toda amenaza y dificultad económica. Este Estado utópico, debe tener a la cabeza a un líder fuerte, para forjar la unidad nacional y mantener una sociedad estable y ordenada, en el caso de Italia fue El Duce (Benito Mussolini), en Bolivia para los masistas es Evo.
Mussolini sostenía: “El pueblo es el cuerpo del Estado, y el Estado es el espíritu del pueblo. En la doctrina fascista, el pueblo es el Estado y el Estado es el pueblo”.
Frase muy recurrente para enfrentar al pueblo contra el mismo pueblo en las calles, incluso usando a su Milicia Voluntaria para la Seguridad Nacional, más conocidos como “Camisas Negras”, que en Bolivia podrían ser identificados como CONALCAM y otras organizaciones sociales, bajo las premisas: “Gobernar obedeciendo al pueblo” o, “Evo Es Pueblo”.
El fascismo niega que la violencia sea automáticamente negativa en la naturaleza, y ve la violencia política, la guerra contra el imperialismo, como medios para lograr una regeneración, un rejuvenecimiento nacional, elementos muy recurrentes en el discurso.
Por otra parte, los fascistas abogan por una economía mixta (ver art. 306 de la CPE), con el objetivo principal de lograr la autarquía mediante políticas económicas proteccionistas e intervencionistas.
Hasta acá brindamos elementos básicos para entender hacia dónde nos lleva el MAS y de lo que vendría después.
En Sudamérica, muchos gobiernos que aún quieren autodefinirse de izquierda, no llegan ni a socialdemócratas; estos derivaron en fascismo, con la represión como acción y el líder único como discurso.
Antes de terminar, recordemos que el movimiento fascista en Bolivia fue propugnado por la Falange Socialista Boliviana (FSB) fundada en 1937 con sus “Camisas Blancas” como guardia de honor y defensa de sus líderes, que tuvo en 1993 su última participación en actos electorales.
En 1987 una línea FSB seguidora de David Añez formó el partido Movimiento al Socialismo-Unzaguista (MAS-U) que pretendía viabilizar las reivindicaciones de los cocaleros. En 1995 en Cochabamba se funda el MAS, eliminando por motivos prácticos la sigla “U” de Unzaguista, desmarcándose así de su pasado falangista.
Entonces, ¿el masismo será diferente del fascismo?
*Alfredo Zaconeta es periodista
Twitter: @alfredozaconeta