Hemos vivido en tiempo real el horror de lo que paso en Llallagua hace unos días, me recordó algunos hechos de terror similares acontecidos en Oruro el 2018 y que luego vivimos todos el 2019. Así que no, no creo que sea un hecho aislado sino el resultado de algunas mentes criminales que tienen mucho poder.
Me indignan los noticieros, que con titulares simplones califican a la región: “bloqueadores de los ayllus del Norte Potosí”, “Denuncian que ayllus bloqueadores saquean Llallagua” “Los ayllus guerreros atacan” “Narcotráfico y contrabando se enquista en los Ayllus del Norte de Potosí” … Me pregunto, si todos los que escriben, incluidos los del gobierno con sus sendas y novelescas declaraciones conocen que se refieren al menos a 9 Ayllus de la gran Nación Charkas: Ayllu Layme, Ayllu Pocoata, Ayllu Chullpa, Ayllu Jukumari, Ayllu Chayantaka, Ayllu Sikuya, Ayllu Aymaya, Ayllu Kharacha y Ayllu Panacachi.
En esos territorios se realiza la gran festividad del Tinku a la que todos quieren ir, en esos territorios se encuentra el yacimiento de Amayapampa y Capacirca (no sé si acordarán que ahí hubo una masacre), además del famoso yacimiento de Mallku Khota con tierras raras y oro, que el gobierno supuestamente nacionalizó. Ese enorme territorio además es uno de los sitios con mayor expulsión de población, tal como lo dice el Censo del 2024. Ese territorio es de donde son los jóvenes que mueren en las minas (al menos 60 este año), ese territorio es el que no tiene caminos pavimentados, sino trochas que en tiempo de lluvias son prácticamente intransitables, de las mujeres y wawas de ese amplio territorio se llenan las calles de las ciudades del eje en navidad y vacaciones para pedir limosna. En ese amplió territorio sobreviven en extrema pobreza más del 50% de su población, la mayoría mujeres, ancianas y ancianos y las wawitas.
Así que de dónde se acusa a los “ayllus” como si se tratase de una masa amorfa, que solo es visible ahora para fines absolutamente políticos. Como ya se ha evidenciado, hace años se sabe que es un enclave del narcotráfico, me pregunto si tenía que armar todo ese show para ahora entrar con patada voladora a quemar esos viveros, ¿por qué no lo hicieron antes? ¿Por qué no llamaron a la Federación de Ayllus del Norte de Potosí a tocar el tema?, ese y otros temas. ¿Por qué se quiere estigmatizar una región tan abandonada, tan empobrecida, tan ajena?
En esa región están mis orígenes, más de una vez he visto los camiones de contrabando, enormes camiones que se mueven en esos caminos de tierra y a los que no se pregunta nada, solo se les ve pasar, más de una vez he visto las caravanas de autos chutos que van al Chapare y desde el Chapare a toda la amazonia, más de una vez he visto a hombres andar por las noches en los cerros sin razón aparente, pero solo se puede ver, se puede murmurar pero no se puede señalar y menos hablar.
Es raro acaso que un territorio ajeno al eje central, al Estado central, se convierta en la cuna de las economías ilegales, No, no tiene nada de raro, acaso no saben los del gobierno que, así como le dicen a ciertas zonas de esa región “México chico”, igual le dicen a ciertas partes del Ayllu Mayor de Qaqachaka, al mismo Chapare, a ciertas zonas de Challapata y algunas zonas del Norte Amazónico. ¿Nos quieren hacer creer que acaban de descubrir la pólvora y han dado un duro golpe al narcotráfico?
No sé, si se hacen a los opas, pero este país vive de las economías ilegales, criminales y mafiosas, el contrabando está armado y recorre todas las carreteras de este país, el narcotráfico se ha apoderado de todo el territorio nacional, con enclaves intocables como el Chapare, la extracción ilegal de oro destroza la amazonia y expulsa a los hermanos y hermanas, orillándolos a la mendicidad. Esas economías han creado un entramado muy complejo con las economías informales y esas economías informales son las que están en cifras, si más del 70% de este país vive de la economía informal ese mismo 70% tienen vínculos diversos con esas ilegalidades.
No señores (en masculino) no son los ayllus del Norte de Potosí, son sectores mafiosos, personas concretas que ejercen poder, que tienen la habilidad necesaria para emprender en esas actividades, las que realizan mega fiestas, donde los hermanos y hermanas que no tienen van a mendigar un poco de comida, un poco de trago gratis. Es hora de dejar de romantizar a los qhamiris, tendríamos que empezar a hablar en serio sobre esas economías ilegales armadas, violentas, mafiosas que actúan con el pleno respaldo de los gobiernos y las autoridades. Porque esa criminalidad ascendente solo es posible de la mano del gobierno y sus instituciones.
Estas notas que me salen de mis entrañas son por don Nico, un viejito de ese ajeno Norte Potosí, al que hoy le compre unos pañuelos y cuando le pague me dijo “gracias tía”, para los que no saben, en los pueblos decimos “tío” como respeto, con lágrimas en los ojos y en ese mi quechua motoseado, le tomé las manos y le dije, “no Tío, tú eres Tío yo soy wawa”…
Elizabeth López Canelas es antropóloga feminista e investigadora independiente