Dos jueces tontos y…

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Por: Andrés Gómez Vela*

¿Recuerdas el caso Jhiery Fernández? Este caso es igual o peor. ¿Recuerdas a la jueza Pacajes? Los jueces del Tribunal de Sentencia de Uncía (Potosí), Juan Nabel Colque Siles y Óscar Rubén Sandóval Escalier, son peores porque sentenciaron a dos muchachos pese a que las pruebas demuestran que son inocentes. El pasado 20 de junio denuncié este caso. Lo retomo por las respuestas tontas de ambos “jueces”.

Una muchacha se fue con su pareja el 12 de febrero de 2013. Tras ser descubierta que tomaba la pastilla del día después, inventó, inducida por su papá, un caso de violación.

La médico Ruth Herrera la revisó el 14 de febrero y emitió un certificado que señala que hubo “acceso carnal consumado, himen perforado”, pero no violación. Pese a este diagnóstico, la Fiscalía imputó y acusó a cinco muchachos de violación.

La médico se presentó en audiencia como testigo de cargo y aseguró: 1) la chica no tenía desgarros en la cavidad vaginal; 2) no tenía equimosis en las entrepiernas que habrían podido ser producto de una violación ni rasmilladuras en la espalda; y 3) había “presencia de carúnculas”.

—¿Cuánto de reciente tenía el himen perforado?—preguntó la Fiscal.

— Eso tendría que valorar el forense.

La forense María Fernanda Monroy realizó una metapericia del certificado médico de Herrera, que en 2013 tenía apenas un año de experiencia en el ejercicio profesional, para resolver la duda de la Fiscal sobre la data del himen perforado.

“Las curúnculas son colgajos de tejido himenal  resultantes de la cicatrización del himen desgarrado. Se encuentran en mujeres con desgarros himenales antiguos, lo que significa que estas mujeres han tenido actividad sexual con penetración previa, mínimamente 10 días antes de la valoración (tiempo aproximado en el que cicatrizan los bordes separados del himen en un desgarro)”, afirmó Monroy.

Es decir, la muchacha que se inventó la “violación brutal” tuvo relaciones (acceso carnal) entre el 2 o 3 de febrero de 2013 y no el 12 ni 13 de febrero. Por ello, tenía el himen perforado. Sus dos primos, acusados por la muchacha en primera instancia, comentaron en las celdas policiales que “ella ni era virgen”. Curiosamente, la Fiscalía sobreseyó a los dos primos sin notificar a las otras partes.

La forense Monroy concluyó, además, que en el certificado extendido por Herrera: “No existe la descripción de lesiones compatibles con relación sexual no consentida o violenta, de lo que se descarta la existencia de acceso carnal reciente”.

Monroy aclaró que según ciencia médico forense NO existe el diagnóstico de himen perforado, sino: himen íntegro o himen con desgarro (reciente o antiguo).

Colque y Siles dicen que no valoraron la declaración de la médico «por no ser lo suficientemente completa y sincera», pero no dicen por qué no fue sincera. ¿O serán telépatas? También dicen que descartaron la pericia de Monroy en base a su “inferencia lógica y sentido común”. Ambos son abogados, no médicos.

Estos jueces tampoco valoraron las declaraciones de tres testigos, entre ellos de la tía de la muchacha (testigo de cargo) que fue la primera en revisar el cuerpo de su sobrina aquella noche. Los tres coincidieron que la chica estaba intacta.

Según los jueces, la tía no dijo todo lo que sabía, pero no explicaron cómo saben que no dijo todo lo que sabía y menos aclararon qué es lo que ellos saben que ella sabía.

El psicólogo José Ángulo Cari no descubrió ningún trauma sexual, por ello solo recomendó terapia familiar. Según el investigador, la denuncia llegó a la Policía porque el padre estaba castigando a su hija. El psicólogo Tommy Salgueiro realizó una pericia de credibilidad de las declaraciones de la acusadora y concluyó que “no es creíble” por la cantidad de mentiras que dijo. Pero los jueces decidieron creerla.

Finalmente, la pericia genética realizada por el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) no halló semen en la cavidad vaginal de la chica.

Sin embargo, Colque y Sandóval condenaron a dos de cinco acusados a 22 años de cárcel por “inferencia lógica y sentido común”.

Algo más, los chicos probaron con seis testigos que estaban en otro lado el momento del supuesto hecho. Pero estos “jueces” creen que han podido estar en dos lugares al mismo tiempo en solo 20 minutos.

Entonces, ¿por qué estos dos jueces condenaron a dos inocentes? Por tontos y corruptos, “infiero” basado en mi “sentido común” porque sus nombres se repiten en casos oscuros como la liberación de un exalcalde de Pocoata (Potosí), acusado de violar y a matar a una enfermera; y de un exsubalcalde, acusado de violar y matar a Silica Colque. ¡Ah!, y uno de ellos figura en una denuncia de consorcio de jueces, abogados y fiscales.

*Andrés Gómez Vela es periodista.

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