El acceso a financiamiento externo es una herramienta fundamental para el desarrollo de cualquier país, ya que permite invertir en infraestructura, salud, educación y otros sectores estratégicos sin comprometer de manera inmediata los recursos internos. Sin embargo, no todos los créditos son iguales: mientras que los otorgados por organismos multilaterales como el BID, la CAF, Banco Mundial entre otros, están dirigidos exclusivamente a proyectos de inversión con condiciones favorables, los préstamos del FMI suelen ser de libre disponibilidad, lo que significa que no siempre se conoce con precisión el destino de esos fondos. Además, estos créditos implican exigencias o condiciones que pueden afectar la soberanía económica del país. En este artículo, se analizará el estado actual de los créditos en Bolivia y el grado de endeudamiento del país, desmintiendo las especulaciones de personajes públicos sobre la deuda externa y presentando datos actualizados sobre los créditos y su nivel de ejecución. Asimismo, se busca brindar certeza a la población sobre la realidad financiera del país, destacando que la falta de aprobación de los 1.663 millones de dólares bloqueados por la Asamblea responde a un boicot contra las regiones y la gestión económica, lo que ha impactado directamente en el desarrollo del país.
Este artículo ofrecerá un análisis detallado sobre el estado actual de los distintos créditos, en qué fase se encuentran y cómo benefician al país. Asimismo, se expondrán los créditos que permanecen bloqueados, evidenciando un boicot sistemático e intencional que en última instancia pretende generar malestar económico entre los ciudadanos, con fines políticos espurios.
Es fundamental comprender que los préstamos que adquiere un país están directamente relacionados con su capacidad de pago, la cual se define mediante parámetros internacionales. Según organismos especializados, estos parámetros establecen un rango del 40-50% del PIB.
En este contexto, la evolución de la deuda externa boliviana se ha mantenido muy por debajo de estos límites, cerrando el año 2024 con un nivel equivalente al 26,8% del PIB.
Cabe destacar que la deuda de algunos países, en relación con su PIB, es considerablemente alta: Reino Unido (287%), Países Bajos (381%), Suiza (284%), Canadá (126%) y Estados Unidos (122%).
En este sentido, todos los países requieren acceder a financiamiento externo para atender sus necesidades. Sin embargo, en Bolivia, la Asamblea Legislativa Plurinacional se ha convertido en un obstáculo para la aprobación de créditos, generando incertidumbre y especulación sobre el destino y la ejecución de los financiamientos aprobados.
Desde noviembre de 2020 hasta diciembre de 2024, la Asamblea Legislativa Plurinacional ha aprobado un total de 34 leyes de crédito, autorizando financiamientos por un monto de 4.121 millones de dólares. No obstante, hasta la fecha, solo se ha desembolsado el 49% de estos recursos, es decir, 2.013 millones de dólares y esto es absolutamente normal porque una vez suscritos los contratos de créditos estos no son desembolsados completamente sino bajo una programación en base a la ejecución de los proyectos.
En términos de ejecución, de los 34 créditos actualmente en operación, 18 han sido contratados, de los cuales seis están ejecutados y 12 se encuentran en ejecución. Además, 12 proyectos se encuentran en proceso de licitación, 4 están en fase de actualización de diseño y 1 se encuentra en cumplimiento de condiciones previas.
Según información oficial del Banco Central de Bolivia, el 68% de la deuda externa proviene de fuentes multilaterales como el BID, la CAF, el Banco Mundial y FONPLATA, mientras que solo el 10% corresponde a financiamiento de China.
Es importante comprender que estos recursos están destinados exclusivamente a la inversión pública en proyectos de infraestructura, acceso al agua, desarrollo económico, salud, cambio climático, entre otros. En ningún caso, el financiamiento externo se utiliza para cubrir gasto corriente.
Créditos ejecutados
Entre los proyectos financiados bajo estos créditos se encuentran importantes programas de infraestructura, salud, empleo y desarrollo económico. Algunos de los más destacados incluyen:
Uno de los primeros programas implementados fue la «Línea de Crédito Contingente de Apoyo Anticíclico para la Emergencia Generada por el COVID-19», suscrito el 23 de junio de 2020. Este financiamiento, otorgado por la CAF al Ministerio de Economía y Finanzas Públicas (MEFP), ascendió a 350 millones de dólares. Asimismo, con el objetivo de asistir a las familias más vulnerables, el «Proyecto Apoyo a Familias Más Vulnerables por COVID-19», financiado por la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), destinó más de 117 millones de dólares el 4 de septiembre de 2020.
En materia de infraestructura, el «Programa de Obras Complementarias», firmado el 9 de diciembre de 2021, incluyó la construcción del Túnel Incahuasi y la Doble Vía Puente Ichilo – Yapacaní, con un financiamiento de 31,8 millones de dólares proporcionados por la CAF. Por otro lado, para fomentar el empleo y mejorar la infraestructura urbana, el «Programa Nacional de Emergencia para la Generación de Empleo», conocido como «Enlosetados», recibió 100 millones de dólares del FONPLATA el 8 de febrero de 2022.
En el ámbito de la salud, el «Programa para el Apoyo al Plan de Vacunación contra la COVID-19 y Fortalecimiento del Sistema de Salud», firmado el 1 de abril de 2022, contó con 130 millones de dólares provenientes de la CAF. Además, con el propósito de actualizar la información demográfica del país, el «Proyecto Censo de Población y Vivienda 2022», financiado por FONPLATA, recibió 40 millones de dólares el 14 de abril de 2022.
Otro programa de gran relevancia fue el «Contrato de Préstamo del Programa de Apoyo a la Gestión Presupuestaria: Hacia la Acción Ambiental y Climática y Transparencia de las Finanzas Públicas», firmado el 15 de junio de 2022. Este financiamiento, otorgado por la CAF, alcanzó los 400 millones de dólares y buscó fortalecer la gestión fiscal y la acción climática en el país.
Finalmente, en octubre de 2022, se implementó el «Programa de Apoyo a la Reactivación Económica Sostenible y a la Resiliencia al Cambio Climático en Bolivia», con un financiamiento de más de 218 millones de dólares por parte de la AFD. Este proyecto, liderado por el MEFP y el Ministerio de Planificación del Desarrollo (MPD), busca impulsar un crecimiento económico resiliente y sostenible.
Créditos en ejecución
En el ámbito de infraestructura vial, la Corporación Andina de Fomento (CAF) financia varios proyectos clave. Entre ellos, la construcción de la carretera Unduavi – Chulumani (Tramo 2), ejecutada por la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), con un monto contratado de 44,2 millones de dólares y un desembolso de 10,9 millones. Asimismo, el proyecto de construcción de la carretera Escoma – Charazani (Tramo I: Escoma – Pacobamba) cuenta con 53,5 millones de dólares comprometidos y un desembolso de 21,4 millones. Otro proyecto importante es la construcción de la doble vía Oruro – Challapata (Tramo I: Oruro – Cruce Vinto – Cruce Huanuni), con 58,4 millones de dólares asignados y 22,7 millones ya entregados.
Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) respalda la modernización de la infraestructura aérea con el Programa de Infraestructura Aérea – Etapa II, que incluye mejoras en los aeropuertos de Tarija y Uyuni. Para este proyecto, el Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda (MOPSV) administra un fondo de 60,2 millones de dólares, de los cuales se han desembolsado 5,5 millones.
En el ámbito del desarrollo rural y la seguridad alimentaria, el Banco Mundial financia el Proyecto de Innovación para Sistemas Alimentarios Resilientes (Alianzas Rurales – PAR III), ejecutado por EMPODERAR – MDRYT, con una inversión total de 300 millones de dólares y un desembolso de 101,7 millones. Asimismo, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) apoya el proyecto «Construyendo Resiliencia ante el Cambio Climático en Familias Rurales de Bolivia (ACCESOS Rural)», ejecutado por el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRYT) a través de APROCAM, con 23,6 millones de dólares asignados y 6,3 millones desembolsados.
En el sector de fortalecimiento institucional, el BID financia el Programa de Fortalecimiento del Sistema Estadístico del Estado Plurinacional de Bolivia, a cargo del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este programa cuenta con 100 millones de dólares, de los cuales se han ejecutado 31,4 millones.
Por otro lado, FONPLATA financia el mejoramiento y ampliación a ocho carriles de la carretera La Paz – Oruro, en el tramo Senkata – Apacheta. La ABC administra este proyecto, que tiene un monto contratado de 57,2 millones de dólares y un desembolso de 5,7 millones.
Finalmente, otros proyectos importantes incluyen el Programa Multisectorial de Preinversión II – PROMULPRE II, financiado por CAF con 30 millones de dólares y un desembolso de 4,5 millones, y el Programa de Construcción de Puentes y sus Accesos, que incluye los puentes de Mapiri, Sacambaya, Río Seco y Río Seque, también con financiamiento de CAF por 45 millones de dólares y un desembolso de 16,4 millones.
Cuatro créditos se encuentran en proceso de actualización de diseño
En el sector de agua potable y saneamiento, el banco de desarrollo alemán KfW financia el «Programa Agua Potable y Alcantarillado Sucre IV», ejecutado por la Empresa Local de Agua Potable y Alcantarillado Sucre (ELAPAS). Este programa cuenta con un financiamiento de 9,6 millones de dólares, pero hasta la fecha no ha recibido desembolsos.
En cuanto a infraestructura hospitalaria, EXIMBANK de Corea financia la ampliación y equipamiento del Hospital de Tercer Nivel de Oruro, a cargo de la empresa GADOR. Con un monto contratado de 78 millones de dólares, solo se han desembolsado 2 millones, quedando un saldo pendiente de 75,9 millones de dólares.
Por otro lado, la Cooperación Italiana apoya el «Programa de Desarrollo del Patrimonio Natural, Cultural y Complejos Interculturales Productivos Comunitarios», que abarca los departamentos de Cochabamba y Potosí. Ejecutado por CONOCE BOLIVIA, este proyecto tiene una inversión de 13,4 millones de dólares (equivalente a 12 millones de euros), con un desembolso de 4,7 millones y un saldo restante de 8,7 millones.
En el área de electrificación rural, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) financia el «Proyecto de Electrificación Rural III», bajo la administración del Ministerio de Hidrocarburos y Energía (MHE) y la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE). Con un presupuesto de 200 millones de dólares, hasta la fecha se han desembolsado 18,7 millones, quedando un saldo pendiente de 181,3 millones.
Asimismo, el Banco Mundial financia el «Proyecto de Mejora del Acceso Sostenible a Electricidad IDTR III», también ejecutado por MHE y ENDE. Este proyecto cuenta con un financiamiento de 125 millones de dólares, de los cuales se han desembolsado 13,3 millones, quedando un saldo de 111,6 millones.
Doce créditos se encuentran en licitación
Uno de los proyectos más relevantes es el «Programa Rumbo a la Soberanía Alimentaria con Tecnología de Riego», financiado por la Corporación Andina de Fomento (CAF) y ejecutado por el Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAYA). Con un financiamiento de 35 millones de dólares, hasta la fecha ha recibido un desembolso de 13,6 millones.
En infraestructura vial, EXIMBANK de Corea financia la construcción de la carretera Escoma – Charazani (Tramo II: Pacobamba – Charazani), ejecutada por la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), con un monto contratado de 75 millones de dólares, pero sin desembolsos hasta ahora. Asimismo, la CAF financia la construcción y asfaltado de los tramos La Joya – Chuquichambi, Huayllamarca – Totora y los puentes vehiculares La Joya y Crucero en la RVF 031, con un presupuesto de 80,9 millones de dólares y un desembolso parcial de 4 millones. También se destaca la construcción de la carretera Uyuni – Hito LX (Tramos 1 al 3), que cuenta con una inversión de 223,4 millones de dólares, de los cuales se han ejecutado 24,2 millones.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) participa en varios programas estratégicos. En el ámbito del agua y saneamiento, financia el «Programa de Agua Potable y Saneamiento para Ciudades Intermedias y Menores» con un total de 79 millones de dólares y un desembolso de 7,8 millones, además del «Programa de Gestión Integral de Agua en Áreas Urbanas», en conjunto con el Instituto de Crédito Oficial (ICO), con 130 millones de dólares comprometidos y 20,2 millones desembolsados.
En el sector energético, el BID respalda el «Programa de Expansión de Infraestructura Eléctrica», administrado por el Ministerio de Hidrocarburos y Energía (MHE), con un financiamiento de 78 millones de dólares y un desembolso de 3,5 millones. También financia el «Programa Nacional de Riego Tecnificado con Enfoque de Cuenca», con un monto total de 150 millones de dólares, de los cuales se han ejecutado 4,5 millones.
Otro proyecto clave en transporte es el «Programa de Conectividad y Desarrollo Territorial para Bolivia», que abarca la construcción de la carretera Botijlaca – Caquiaviri. Financiado por el BID, cuenta con un presupuesto de 50 millones de dólares y un desembolso de 7,9 millones. Asimismo, FONPLATA financia la pavimentación del camino Faja Norte (Yapacaní), ejecutado por la Gobernación de Santa Cruz, con una inversión de 56 millones de dólares, aunque sin desembolsos registrados hasta el momento.
En términos de movilidad urbana, el BID financia el «Programa de Integración Urbana, Eficiencia Energética y Movilidad Urbana de Sucre», con un presupuesto de 43 millones de dólares y un desembolso inicial de 3,3 millones.
Finalmente, uno de los proyectos con mayor financiamiento es el «Programa de Apoyo a Poblaciones Vulnerables Afectadas por Coronavirus II», respaldado por el BID con 500 millones de dólares. Este programa, administrado por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas (MEFP) y el Ministerio de Salud y Deportes (MSYD), ha recibido un desembolso de 270,8 millones, lo que refleja un avance significativo en comparación con otros proyectos en licitación.
UN crédito se encuentra en cumplimiento de condiciones previas
En el marco del financiamiento para el desarrollo vial en Bolivia, actualmente un crédito se encuentra en la fase de cumplimiento de condiciones previas antes de su ejecución. Se trata del Proyecto de Construcción del Camino Norte Integrado – Yapacaní, financiado por la Corporación Andina de Fomento (CAF) y ejecutado por la Gobernación Autónoma Departamental de Santa Cruz.
Este proyecto cuenta con un monto contratado de 35 millones de dólares, pero hasta la fecha no se han realizado desembolsos. Esto significa que la totalidad de los fondos aún está pendiente de ejecución y depende del cumplimiento de requisitos administrativos y técnicos previos a su implementación.
La información presentada permite destacar aspectos clave:
- Según parámetros internacionales, Bolivia cuenta con un amplio margen de endeudamiento externo y ha cumplido oportunamente con el servicio de su deuda.
- Todos los financiamientos están destinados a la inversión pública en diversos sectores, sin que ninguno sea utilizado para gasto corriente.
- Las principales fuentes de financiamiento son organismos multilaterales, que ofrecen condiciones más favorables que los créditos comerciales.
- Cada crédito cuenta con un programa de ejecución, por lo que los desembolsos se realizan conforme avanza el desarrollo de las actividades.
- El estado de financiamiento de los proyectos varía según la fase en la que se encuentren.
Por: Martin Moreira y Gonzalo Zambrana Ávila
Forman parte de la Red Boliviana de Economía Política