Bolivia, sus gobernantes, sus prioridades, los presupuestos y las vacunas

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Por: Alfredo Zaconeta Torrico

Quedó por demás expuesto que nuestro país tuvo que suspender la tan anunciada vacunación masiva en varios centros del país debido a la escasez de dosis disponibles, en medio de mensajes contradictorios provenientes de las autoridades, falta de vacunas y demoras en la entrega de las de origen ruso, en medio de una constante amenaza por el ingreso de la variante brasilera atribuible a nuestra extensa frontera con ese país.

El ministro de Salud, Jeyson Auza, aseguro que, desde febrero llegaron 948.000 dosis de la vacuna china Shinopharm de las cuales apenan un 34% habrían sido utilizadas; sin embargo, queda claro que estas -considerando la segunda dosis- solo alcanzarían aproximadamente para 5% de la población del país. Este panorama se complica, si ponemos a consideración el riesgo en la administración de la segunda dosis, debido a la escasez de vacunas.

Según la OMS la vacuna Sinovac, con base en virus inactivados, necesita de dos dosis separas por un periodo de 28 días, para provocar y potenciar la respuesta inmune, por su parte la vacuna de Pfizer, elaborada sobre información genética de la proteína spike, requiere también de una segunda dosis a ser suministrada en un periodo de 21 a 28 días. En el caso de la vacuna china Sinopharm -que se administra en Bolivia- con una eficacia del 79,34%, su segunda dosis debe ser provista entre 21 días a un mes, entonces, ¿se está considerando en Bolivia de manera responsable y profesional estos requisitos?, si apenas iniciada la campaña de vacunación ya se registran protestas por el incumplimiento del calendario y la falta de vacunas.

En esta incertidumbre, el gobierno dubita al momento de mantener o no, el cierre de fronteras con Brasil, que atraviesa su peor situación enfrentando al coronavirus, con promedios de 4000 muertes por día, sumando así más de 345.000 hasta la fecha.

Ante todo, lo expuesto ¿cuáles son las acciones del gobierno?

Respuesta: Incrementar el presupuesto del Viceministerio de Comunicación, dependiente del Ministerio de la Presidencia, para la gestión 2021, de 59,5 millones de bolivianos a 110,2 millones.

El Decreto Supremos 4484, aprobado el pasado miércoles 7 de abril, en su artículo 2 señala: “Se autoriza al Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, a través del Tesoro General de la Nación (TGN), realizar en la gestión 2021 la asignación presupuestaria de recursos adicionales por un monto de Bs 50.770.049.- (CINCUENTA MILLONES SETECIENTOS SETENTA MIL CUARENTA Y NUEVE 00/100 BOLIVIANOS), a favor del Ministerio de la Presidencia con destino al Viceministerio de Comunicación para el cumplimiento de sus objetivos institucionales”

El argumento que esgrime el gobierno para emitir esta norma señala: “…es necesario asignar recursos adicionales al Ministerio de la Presidencia, para el cumplimiento de sus objetivos institucionales y autorizar a esta cartera de Estado el incremento de la subpartida de Consultores Individuales de Línea, para el fortalecimiento del Sistema Nacional de Radios de los Pueblos Originarios”, obviamente sabemos a qué y a quién responden estas radios.

Cuando Luis Arce asumió su mandato el pasado 8 de noviembre calificó como malas las acciones ante la pandemia, durante el gobierno constitucional de transición a la cabeza de Jeanine Áñez, asegurando que su gobierno sería “sumamente austero”, en pro de la “reconstrucción” económica del país; queda expuesto que hoy la prioridad es otra.

Alfredo Zaconeta es periodista  

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